Capítulo 10 —El tourGinebra:Me parecía una pésima broma, que el imbécil de Jordan, se quedará con lo que me pertenecía, una oficina que sería mía tras el retiro de mi madre; que colocándome de pie sin siquiera finalizar mi café, arrojé la servilleta sobre la mesa; no podía quedarme allí, y escuchar las sarta de estupideces de mi madre, y caminando a la salida tras tomar mi bolsa, me dirigí a mi auto. Ahora no solo tendría que lidiar con la presencia de ese ser en mi vida, sino también en mi empresa, una que heredé de mi padre, y he llevado a cuesta desde hace un par de años.Saliendo de la mansión, me detuve cuando escuché la voz de mi madre a mis espaldas, y tratando de mantener la calma, me quedé junto mi vehículo esperando hasta que ella llegara a mi ubicación.—Ginebra, no tienes por qué ponerte así, es una simple oficina.Agitando mi cabeza en negación, estreché el puente de mi nariz al sentirme ofendida por sus palabras.—¿Una simple oficina, madre? Era de mi padre, pero eso y
Capítulo 11 —Los escombros Jordan: Confirmado, esas mujeres tenían más dinero que nosotros, pues al llegar a su edificio pude notar que era por lo menos tres veces más grande que el nuestro, pero no era ese el motivo por el cual mi padre había unido nuestras familias, sino que realmente estaba enamorado de Frida. Yo lo conocía y podía dar fe de ello. Antes de entrar me miré en el reflejo de la puerta, para asegurarme no tener ni un cabello fuera de lugar, ni la corbata torcida, era mi entrada triunfal en las industrias LeBlanc y tenía que dar una buena impresión. Me presenté con el portero y obviamente ya tenía mi información ingresada en su base de datos, por lo que me dio mi pase personalizado para que pudiera moverme libremente por todo el edificio y me indicó cuál era la oficina de la presidenta, o sea Ginebra. Cuando llegué al piso, me acerqué a su secretaria con una amplia sonrisa—Buenas tardes, hermosa criatura—Buenas tardes, Señor Sinclair —Obviamente en ese edificio ya me
Capitulo 12 — ¡Mírame, tómame!Ginebra:Huyendo tan rápido como mis pies me lo permitían, caminé en dirección al elevador, e ingresando a este; sentí mi corazón estallar, recargué mi espalda en el frío metal de la pared mientras veía como las puertas se cerraban ante mí.Jordan de verdad pretendía enloquecerme, hacerme perder la razón, por suerte mi buen juicio me salvó de equivocarme de nuevo, y cometer una gran atrocidad.Que si bien, ambos no llevamos la misma sangre, no sería moralmente bien visto enredarme con mi hermanastro, menos que todos pensaban que aún seguía siendo la novia de Brian.Escuchando como el pitido del elevador anunciaba la llegada a mi destino, exhalé un poco de aire tratando de mantenerme en pie, aun cuando mis piernas parecían una gelatina, y arreglando mi ropa intentando ocultar mis erec*tos pezones, salí de la caja metálica con rumbo a mi auto.—Que tenga buenas noches, señorita LeBlancDespidiéndose de mí, Marcos, nuestro más fiel hombre de seguridad, agit
Capítulo 13 —Celosa… Jordan: Los días fueron pasando y traté de mantenerme alejado de Ginebra. No quería que las cosas se estropearan, tenía unos deseos incontrolables de besarla cada vez que la veía, pero tenía que aguantar, por el bien de las empresas, o al menos eso, me repetía en la cabeza para no sucumbir. Por otro lado estaba mi hermana Eli, quien me tenía muy ocupado esos días, pues quería fugarse, a toda costa, y yo estaba tratando de convencerla de que me diera el tiempo que necesitaba, para reunir el dinero y poder pagarle la Universidad y así marcharse, sin necesidad de hacer una locura. También estaba el tema de mi tarea dentro de la firma. Si bien, la especialidad que yo había estudiado en la Universidad, era la financiera, Ginebra parecía querer castigarme y subestimándome, me envió al taller de costura. Aún recuerdo las palabras cuando me lo dijo—Te necesito en el taller de costura, para que ayudes a Cándida y, a lo mejor ahora, sí aprendes algo de este oficio —en un
Capítulo 14—Una noche fructíferaGinebra:El día de la pequeña muestra de la nueva colección llegó, y con ella, el momento de interpretar el papel de mi vida; fingir ser la hermanastra perfecta de Jordán Sinclair, lo cual era una tarea difícil. Desgraciadamente, algo muy necesario para la conservación de la imagen de ambas marcas, por lo que quisiera o no, tenía que sacrificarme.—Señorita Ginebra, ha llegado por usted.Ingresando en mi habitación, el ama de llaves, mientras me observaba en el espejo de cuerpo entero, detallé por última vez el vestido negro con escote en V, que dejaba parte de mi pecho al descubierto; y tomando mi bolsa de mano antes de salir, retuve un poco de aire por lo que me esperaba.—Buenas noches, JordánCaminando hasta su ubicación, dejando mi modesta morada, mientras él se recargaba en el lujoso auto deportivo color rojo; noté como se colocaba de pie, y llegando a su lado, le sonreí de manera incómoda por la forma tan intensa de observarme.—Definitivamente,
Capítulo 15 —portarse malJordan:Esa noche, era la noche del desfile, algo que era muy importante para la fusión de las empresas, pero sobre todo para Ginebra; quién había trabajado los últimos días casi sin descansar, también lo había hecho yo, pero bueno en mi caso, estaba un poco más acostumbrado a pasar noches sin dormir. Ella se veía realmente cansada cuando nos despedimos ese mediodía con un “hasta luego, nos vemos en un rato”. Yo pasé por la barbería a la que voy siempre, para cortarme el cabello y arreglarme la barba, en realidad me rasuré completamente, algo que no hacía normalmente, pero esa ocasión lo ameritaba. Luego de ducharme y de meterme dentro de mi traje de diseñador, por supuesto de las Industrias Sinclair, escogí ir en mi coche deportivo y no que nos llevara un chofer, creí que llegar en él, de la mano de Ginebra, daría un poco más de impacto. Cuando llegué a su casa a buscarla y me apareció con ese vestido, que tenía ese escote que le llegaba casi al ombligo, dej
Capítulo 16 — Y si no me acuerdo, no pasóJordan:Cuando detuve el coche, me bajé para ayudarla, pero casi se desvaneció, así que la cargué en brazos y, al entrar, fui directo a mi dormitorio y la deposité en la cama. Le quité los zapatos y estuve a punto de quitarle el vestido, juro que mi intención era sana, pero por miedo a que se despertara en mí el insano, no se lo quité. Así que solo fueron los zapatos. Tomé una de las mantas y la tapé, corrí su cabello de la cara y la miré por unos instantes, era preciosa, yo había estado con muchas mujeres hermosas, pero ella me despertaba algo que todavía no había podido descifrar y eso me tenía muy consternado. Sabiendo que Eli no estaba, iba a ir a acostarme a su dormitorio, y si ella llegaba en la madrugada, se acostaría al lado mío como tantas veces lo hemos hecho. Me incliné sobre Ginebra y le deposité un beso en la frente. Cuando iba a retirarme, ella me tomó de la muñeca—No te vayas, Jordan, quédate conmigoImposible rechazar esa invi
Capítulo 17—Es su culpa Ginebra¿No había sucedido nada, y recordaba claramente lo que le hice? Colocandome de pie una vez vi la puerta cerrarse, tomé una de las almohadas en la cama, y arrojándola a la nada traté de desahogar la frustracion que me estaba ahogando¿Que carajos le sucedia a Jordan? ¿Era yo la que tomaba, y el que se embriagaba y olvidaba todo era él? Bajando la vista a mi cuerpo, recordé que necesitaba una buena ducha con urgencia, y caminando hasta el baño, me preparé para marcharme de allí. Yo no podia quedarme en esa casa totalmente desconocida, menos después de lo que sucedió e indignada por su rechazo, tomé mi bolsa y salí de su habitación.— Te prometo que regresaré para cenar juntos, Jordan, ahora tengo algo de prisa.Descendiendo por las enormes escaleras de marmol, escuché la voz de Elizabeth resonando desde la cocina, y pretendiendo marcharme de alli sin ser vista, fui atrapada cuando su hermana salió a la estancia siendo seguida por él.— ¿Por que llevas esa