Capítulo 68 —Es ciertoGinebraLlegando el otro día temprano en la empresa, caminé por el lobby hasta el ascensor con algo de prisa, y pidiéndole a Marcela no ser molestada por nadie, especialmente por Robledo si se atrevía a buscarme; me sumergí en el trabajo con el fin de olvidarme de todos los asuntos que me estaban agobiando.—¿Podrías, por favor, traer los nuevos modelos de lencería? Quiero revisar un par de detalles.Regresando hasta el lugar de trabajo de Marcela, me quedé encantada al hallar un enorme arreglo de rosas rojas, acompañado por una caja de chocolate, sobre su escritorio, y colocándose de pies. Después de regalarme una sonrisa, ella solo me respondió.—Acaba de llegar, justo iba a entregárselo... Es para usted, no he leído la tarjeta.Pensando que se podría tratar de un regalo de Jordan, como una disculpa por la escena de celos de la noche anterior, sentí mi corazón agitarse, y tomando la tarjeta entre mis manos un poco más serena; me llevé la amarga decepción al ve
Capítulo 69 —Hablemos mañana.Jordan: Después de la discusión con Ginebra, sentí que mi mundo se desmoronaba. La idea de seguir en la empresa, rodeada de sospechas y desconfianza, se volvió insoportable. Tomé la decisión de irme a Dubái, pero no podía contarle a nadie, ni siquiera a mi padre. Sabía que lo tomaría como una traición, así que decidí simplemente decirle que dejaba la empresa. En la tarde, antes de partir, marqué el número de mi padre. Me temblaban las manos mientras esperaba a que contestara.—Papá, —dije con voz firme, aunque por dentro estaba temblando —He decidido dejar la empresa. Me voy.Hubo un silencio al otro lado de la línea antes de que la voz de mi padre sonara, cargada de incredulidad y enojo.—¿Qué carajos quieres decir con que te vas? ¿Cómo puedes ser tan irresponsable, Jordan? —espetó Oliver —¿Es por lo de Robledo? ¡Tienes que dejar de lado esas tonterías y concentrarte en cooperar con la empresa!—No es solo por eso, papá. Necesito un cambio. No puedo seg
Capítulo 71 — Se ha ido.Ginebra:Girándome sobre mi cuerpo buscando la calidez de Jordán, al abrir mis ojos me encontré con la amarga noticia de que se había marchado a la empresa, por supuesto no sin antes dejarme una nota que me decía que nos veríamos luego. Tras sonreír al leerla, solo me coloqué de pie con mi cuerpo envuelto en la sabana, y tomando una ducha, después de prepararme, partí a la empresa. Esa mañana, debido al trabajo con los árabes, el cual parecía jamás terminar, pasé parte del tiempo ocupada, y cuando llegó la hora del almuerzo, noté que él no me había llamado, por lo que decidí hacerlo yo.—Marcela, por favor, cancela las citas que tengo más tarde, hoy iré a casa antes. —Deseando volver a verlo, y poder hablar al fin del asunto de Robledo, y lo mal que lo traté la otra noche, esperé su respuesta para determinar el lugar para encontrarnos, y escuchando cómo su teléfono me decía que se hallaba fuera del área de servicio, mi frente se frunció. —Mejor, solo cancela l
Capítulo 71—Lo amoGinebraSintiendo mis ojos cristalizarse, bajé mis ojos tratando de evitar que Oliver notara que estaba a punto de llorar, y remojando mis labios deseando salir corriendo a buscarlo, solo dije.—Jordan siempre haciendo lo que se le da la gana.Eso dolió, caló hasta el fondo de mi alma; sabía que esto era mi culpa, ahora todo tenía sentido. He allí la razón por la que no quiso hablar la noche anterior, porque ya tenía planes de marcharse. Elevando mi rostro una vez, me tragué mis lágrimas, las cuales supieron amargas. Sonreí triste tratando de calmar mi agitado corazón, y asintiendo, pregunté.—¿Al menos dijo a donde iba?Oliver me observó con verdadero pesar, y tras negar, solo agradecí antes de salir —Ginebra ¿Sucede algo?Preguntó mi madre al verme salir del estudio con mi rostro bajo, tratando de ocultar las lágrimas que empezaban a caer.—Sí, no sucede nada... Solo recordé que tengo un par de asuntos que resolver.Intenté engañarla, pero desafortunadamente a es
Capítulo 72 —SemanasGinebra:Sintiendo mi corazón acelerado a la espera de una respuesta de mi madre, quien me observaba con una mezcla de confusión, y sorpresa; liberé un sollozo antes de secar mis lágrimas.—Lo siento, pero solo sucedió...Frida no dijo nada, lo cual me hacía esperar lo peor, y posando una mano en mi hombro, un par de segundos después respondió.—Y te creo, Ginebra, aun así, no dejo de pensar que no está bien lo que sucede entre ustedes, son familia.Y era justo eso lo que esperaba, de igual forma no tenía sentido su reprimenda ahora, porque él ya se había marchado. Asintiendo solo la observé una última vez antes de subir las escaleras, y marcharme a mi habitación, en donde me desplomé sobre mi cama una vez llegué. Esa noche, por obvias razones, no concilié el sueño, y tratando de ocultar las enormes ojeras al otro día, salí a la empresa.—Ginebra...Por desgracia, cuando estaba por marcharme de mi casa, escuché la voz de mi madre a mis espaldas, y deteniendo mi an
Capítulo 73 —No sé cómo estar sin ti. Jordan:Ya estaba instalado en Dubái. La vida allí era diferente, vibrante y llena de movimiento, pero no podía dejar de pensar en Ginebra. Habíamos pasado momentos increíbles juntos en esta ciudad antes de todo el caos, y ahora cada rincón me recordaba su ausencia. Decidí llenar mis días de actividades para mantener mi mente ocupada. Me lanzaba de lleno al trabajo, quedándome en la oficina hasta tarde. El gimnasio se convirtió en mi refugio, un lugar donde podía canalizar mi frustración y agotarme hasta el punto de caer rendido en la cama sin darle demasiadas vueltas a mi cabeza. Una noche, tras un largo día de trabajo y una sesión extenuante en el gimnasio, llegué a mi apartamento. La ciudad brillaba con sus luces nocturnas, pero mi mente solo deseaba descanso. Abrí la puerta y dejé las llaves del coche sobre la mesa de entrada. Todo parecía tranquilo. Al encender la luz, me quedé congelado en la entrada del salón. Allí, sentada en el sofá, es
Capítulo 74 — Total y completamente mía.Jordan:Nos quedamos abrazados por unos minutos, sintiendo el calor y el consuelo de estar juntos nuevamente. Cada lágrima que caía de sus ojos parecía limpiar un poco del dolor y la desconfianza que se había acumulado entre nosotros.—No puedo creer que estés aquí, Gin —dije, mirándola a los ojos —Todo este tiempo he intentado ocuparme en el trabajo, en el gimnasio, en cualquier cosa, solo para no pensar en ti. Pero siempre estabas en mi mente.Ella asintió, secándose las lágrimas con el dorso de la mano.—Yo también te extrañé cada segundo, Jordan. No sabes cuánto lamenté, no haberte creído desde el principio. Cada vez que Robledo se acercaba, recordaba tus palabras y me sentía más culpable.La acaricié suavemente, recorriendo su rostro con mis dedos.—Lo importante es que estás aquí ahora. Podemos dejar todo eso atrás y enfocarnos en nosotros, en nuestro futuro.Ginebra sonrió débilmente y asintió.—Sí, quiero eso más que nada. Quiero estar
Capítulo 75 —Mi noviaGinebra: — Me encanta la vista que tengo desde aquí.Solté mientras mordía mi labio inferior al hallar a Jordan con su torso al descubierto, vistiendo solo un pantalón de dormir, mientras preparaba nuestro desayuno; y es que su abdomen bien marcado, y la V al final de estos, llevaban justo a la gloria.Apartándome ligeramente del umbral, di un paso hasta él, y colocándome de pie frente a la isla en medio de cocina, lo vi devorarme con su mirada antes de preguntar.— ¿Desde cuándo estás allí?Una vez notó mi presencia a escasos metros, soltando lo que tenía en sus manos, para aproximarse a abrazarme antes de depositar un casto beso sobre mis labios.— Lo suficiente como para ver lo que es mío.Amaba ese hombre, lo que era, cómo era, y lo que me hacía sentir; por lo que, intensificando nuestros besos, nos separamos. Una vez sentimos que la comida se quemaba.— Por tu culpa, ahora debemos desayunar afuera.Me encogí de hombros, por eso, ¿mi culpa? ¿Y qué había hech