Capítulo1591
—¡Te equivocas! Mi estado actual es bastante normal. Gracias por prepararme gran variedad de deliciosos platos de ostras.

Rodrigo y su joven esposa, Noa, disfrutaron de varias rondas apasionadas de amor esa noche, ambos sudando profusamente. Noa no pudo resistir más y tuvo que pedir clemencia.

—Amor, ¿cuándo me darás un hijo?

Casi alcanzando el clímax total, Rodrigo, con sus labios húmedos y cálidos, se acercó a la oreja enrojecida de Noa, preguntándole con gran dulzura y seducción.

El cuerpo de Noa estaba cubierto por completo de sudor y sus delicadas piernas rodeaban la musculosa cintura de Rodrigo, soportando el apasionado amor del hombre. Aunque su cuerpo estaba siendo amado intensamente, Noa parecía algo distraída, con la mirada perdida.

Después de que la salud de Julio se estabilizara, se quejó de oler constantemente el fuerte olor a desinfectante en el hospital y estaba ansioso por regresar a Villa Hermosa para lograr descansar.

Diego gastó una gran cantidad de dinero para conve
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