—¡Jazmín, si no vas, entonces nuestra amistad se acaba!

Después de que mi hermana hablara tanto y yo no cambiara de opinión, Gala no pudo evitar amenazarme.

Suspiré con resignación, realmente no podía con Gala. Sabía que ella estaba diciendo esto a propósito, pero aún así cedí.

—Está bien, ¿voy entonces? me vestí sin energía. Hace unos días me habría arreglado bien, pero ahora realmente no tenía ganas. Sabía que el pretendiente no sería adecuado para mí, así que no quería perder el tiempo.

Cuando llegamos al restaurante acordado, Gala vino conmigo para asegurarse de que no cambiara de opinión.

Miré al pretendiente que estaba sentado frente a mí. Era de aspecto limpio y educado, con gafas doradas en la nariz. Comparado con los otros pretendientes, este era mucho mejor, al menos en apariencia.

—¿Qué tal? ¿Te gusta? Te dije que este sería el indicado para ti—Gala me empujó suavemente el hombro y habló en voz baja cerca de mi oído.

Le lancé una mirada de reojo sin decir nada.

Aunque el hom