Ambos nos dirigimos hacia el área de hospitalización, pero escuchamos la voz de Melina detrás de nosotros.

—Jazmín.

Gala y yo detuvimos nuestros pasos al mismo tiempo y miramos hacia atrás. Melina estaba tomada del brazo de Gaspar, caminando hacia nosotros con gran seguridad.

Hacía mucho tiempo que no veía a estas dos personas, y sabía que cuando Melina me llamaba, no era por nada bueno. Por lo tanto, no quería prestarle atención, así que agarré a Gala y traté de irme.

Pero Melina no estaba dispuesta a dejarme ir tan fácilmente. Justo cuando Gala y yo habíamos dado un par de pasos, su voz sarcástica resonó nuevamente.

—Jazmín, ¿cómo es posible que al verme con Gaspar te quieras ir? Después de todo, somos viejos amigos. ¿No tienes intención de saludarnos?

Sabía que Melina estaba tratando de provocarme a propósito, lo que me enfurecía, pero no quería confrontarla. Mi padre iba a ser operado esa tarde y no quería problemas en ese momento.

Sin embargo, Gala tiene un temperamento explosivo.