—No quiero nada en particular, solo quiero que sepas que Gaspar es mi hombre ahora, y que él me ama. —Melina sonrió con malicia en los labios mientras hablaba, claramente intentando herirme. En el pasado, estas palabras podrían haberme causado dolor, pero ahora ya no siento nada.

—¿Qué importa quién ama Gaspar? Pero hay algo por lo que debo agradecerte. Gracias a ti, pude ver quién es realmente este hombre. Si no fuera por ti, podría haber caído en sus mentiras. Así que gracias, gracias por abrirme los ojos en el último momento. —La miré con una sonrisa burlona, fingiendo estar agradecida.

En realidad, aunque fue doloroso descubrir que Gaspar estaba siendo infiel con ella, en última instancia, me permitió ver su verdadera naturaleza antes de casarme con él. Aunque mi elección fue difícil, no me arrepiento en absoluto, porque sé que fue lo correcto.

Melina entendió claramente que estaba burlándome de ella, y su expresión se volvió aún más retorcida por la molestia. Por otro lado, Gaspar