Mientras que Jeff aprovecho para acercarse a Mara y decirle mientras le quitaba la venda de sus ojos.-Espera un momento más, ellos ya llegaron y nadie te lastimara, no té asustes-Jeff no tenía su capucha por lo que Mara lo miro con detalle.-Gracias-dijo Mara, era un hombre joven de ojos verdes y con una pequeña cicatriz en su mejilla, de tez blanca y sus cabellos rubios. Mara creyó ver en él, la misma mirada que Ammos.-Descuida, estarás bien-le soltó las amarras de las manos para luego echarse a correr, huyendo.Mara se encontraba adolorida y no solo por su pie. Escuchaba disparos y gritos, temía que alguno la alcanzara pero no podía moverse, cuando la puerta de la habitación en donde estaba recibió un disparo y posterior golpe, creyó que había llegado su fin y solo entrecerró sus ojos, pero solo vio a Ammos con arma en mano y una mirada que la asusto más.Este al verla tratando de levantarse, corrió en su auxilio, Mara solo pudo romper en llanto y abrazarlo fuertemente.La lucha c
El olor era inconfundible, era olor a hospital pensó y lentamente comenzó a abrir sus ojos, lo primero que distinguió fue a Ammos, a un costado de su cama, estaba con una camisa, sin corbata. Parecía dormido, se notaba molesto. Entonces dificultosamente extendió su mano, para solo rozar con su dedo la mano de Ammos, siendo esto suficiente para que este abriera sus ojos y se le aproximara. Su rostro era de un hombre feliz, pero en su mirada aún había odio y deseos de venganza. -Cariño todo ha pasado. -Por favor perdóname, no resistiría..... -Calla, eres tú quien debe perdonarnos, por unos segundos creí que té perdería-decía Ammos. -Ammos ¿cómo estoy?-pregunto Mara mientras sentía las manos de Ammos acariciando su rostro. -Más hermosa que nunca cariño-le da un beso en la frente. -No... Dime ¿qué tan grave fue?¿hasta cuando estaré aquí?. -Fue serio, pero te has recuperado muy bien, quizás te den de alta en unos días más. -¿Cuánto tiempo llevo aquí? -Siete días completos-respondió
Cuando entro en la residencia descubre que estaba llena de personas, elegantemente vestidos, por lo que Ammos le comunico que eran la jerarquía más alta de la raza.Todos al verlos entrar, comenzaron a agruparse en el centro de un gran salón, dejando rodeados a Williams y a una mujer baja de pelo corto, que tenía algo en sus manos y miraba a Mara con una amplia sonrisa.A sus pasos todos miraban a Mara, Ammos le toma la mano y continúan en silencio hasta quedar frente a Williams, quien comienza a hablar en su lengua, bajo la atenta mirada de los demás.Al finalizar de hablar todos bajan su cabeza y susurran algo, para después Ammos también recitar algo en aquella lengua.Al terminar, ambos extienden sus manos y con una especie de cuchillo hacen sangrar sus manos, para después con su sangre hacer unas figuras y signos en el rostro de Mara.Tras recitar nuevamente algo, toman el brazo izquierdo de Mara y Williams la mira con la misma ternura de siempre, ella no tenía miedo, entonces él
El día transcurrió lento para Williams, pero muy rápido para Mara, había comprado poca ropa y un par de zapatos, a pesar de las indicaciones de Susan. Quien no encontraba la forma de hacer ver a Mara su nueva posición.Al anochecer Mara estaba esperando a Williams, frente a la chimenea, cuando cae rendida por el cansancio. Al llegar él solo la miro, indefensa y dormida en el sofá, por lo que la toma en sus brazos y la conduce a su habitación, esta solo despertó al ser dejada en la cama por Williams quien solo la saluda y comienza a salir de la habitación.-No te vayas... bueno si quieres.... pero me gustaría que te quedaras junto a mí-dijo ella a un hombre que estaba al borde del temor y a su vez que la deseaba con cada latido de su corazón.Con el transcurrir de los días Mara fue colocándose al tanto de como seria su nueva vida, aprendía el idioma sin problemas y por las noches dormía en los brazos de Williams, pero sin consumar aún el ritual que sellaría para siempre la suerte de el
Desde el arribo de Ammos, Williams dejo a la pareja sola, alegando que tenía asuntos pendientes, solo veía a Mara de vez en cuando.Esta se enfrentaría a una nueva crisis y ellos no podían evitarlo.-¡No!... y no insistas no puedo aceptarlo Ammos, por favor Williams ayúdame.-Cariño serás mi esposa y no podré....-NO y no me convencerás de lo contrario-dijo tajante Mara viendo como Williams disfrutaba de la escena sonriendo y en un completo mutismo.-Cariño... ya no tienes dinero en el banco-dijo Ammos esperando el temporal que se avecinaba.-¿Qué?... ¿cómo pudiste?...Williams...-Por favor tranquilízate-dijo este acercándose a Mara y abrazándola suavemente-verás, todo lo que tú tenías en el banco, tus ahorros, los traspasamos a una nueva cuenta, tú ya no tienes dinero.-¿Tu también estas en mi contra?-pregunto mirándolo tiernamente y con un dejo de pena en sus ojos.-No es así... verás primero no me mires así que me siento culpable, es todo por mayor seguridad y tercero querida ahora
El nivel de ironías e indirectas se mantuvo hasta que Williams hizo el comentario que desataría una tormenta en su esposa.-Ammos creo que esta lista la casa, hoy he ido a verla-decía mirando a Mara que estaba atenta a cada palabra-Timothy también dio su visto bueno.....-¿Cómo él conoce mi casa y yo no?-pregunto Mara ignorando por completo él ultimo comentario de Liz y a su vez interrumpiendo a Williams quien sonreía junto a Ammos.-Lo que sucede querida es que tu futura casa es el regalo de matrimonio de Timothy y mío.-¿Le darás una casa?-pregunto Liz.-Cállate... Mara por favor disculpa por las necedades de esta mujer-dijo Williams seriamente.Luego de ello Ammos y Mara se preparan para marcharse, ya que en el rostro de Mara se notaba el cansancio, siendo escoltados por Williams y bajo la fría mirada de Liz. Una vez más al despedirse Mara, intenta ser amable con la mujer pero solo recibe indiferencia por parte de esta. Los hombres se colocan de acuerdo para el trabajo del día sigu
Williams estaba en su oficina cuando recibe un llamado de Ammos comunicando la noticia, tras el cual deja todo lo que hacía y se dirige a la clínica en donde y luego de saludar a Ammos en su lengua se dirige hacia Mara diciendo: -Tus hijos serán los míos y de Ammos. -Lo sé Williams-y siente la mano de él acariciando su rostro-yo también te amo. Este estaba nuevamente rendido a los pies de la pequeña mujer, sin saber como resistirse aunque no lo deseaba en realidad. Solo supo que la besaba, deseándola y le decía suavemente. -Te deseo en cada momento del día y por el resto de mi vida. El día de la boda había llegado, tanto Ammos como Williams estaban tranquilos no así Mara, quien no pudo dormir pensando que se casaría con uno de los hombres más importantes en su vida. Ammos le bajaba el perfil a la ceremonia aludiendo que si ella no se tranquilizaba nada iba a disfrutar. -Felicitaciones por el matrimonio y por tu hijo-comento Liz quien había asistido a la ceremonia, pero sin evitar
Williams estaba de pie frente a la ventana, mirando cada cinco minutos su reloj, Susan lo observaba desde lejos en silencio, cuando él la llamó ella solo se aproximo y espero que él le hablase.-Tú serás la encargada de acompañarla donde fuese necesario, ella querrá comprar ropa, muebles, plantas-dijo sonriendo y agrego-trata de que se sienta cómoda y que nada le falte, lo más probable es que se callé antes de pedir, por ello deberás hacerlo tú... a mí, gánate su confianza y por nada la dejes sola.-Señor... si me permite-dijo esta con la mirada en su jefe, ante la aprobación de este ella dijo-no debe preocuparse por mi relación con ella, si ha llegado a confiar, estimar y obedecer a Adam, Josh, Tom y Erick, quienes no son de los más amistosos y pacientes, dudo que conmigo se lleve mal, por el contrario. Además ella es muy amable y es imposible no llevarse bien con ella señor... -dijo finalmente Susan.-Lo sé... por ello esos hombres son su sombra, por cualquier problema o inconvenien