-Te equivocas una vez mas cariño-expresó Ammos, su mirada era feroz-desde ahora y en adelante te aseguro que cuidare de ti, es por ello que no seguirás trabajando en la planta y que estas acá... junto a mí... todo esto cariño es para que tu estés mas cómoda que en aquella pensión de mala muerte... ahora que estas aquí no te vas a separar de mi. Aproximándose a Mara para luego arrodillarse y así poder quitarle la venda, luego de ver el pie levanto la mirada encontrándose con los llorosos ojos de Mara.-Cariño solo te colocare este desinflamante nada más, es en aerosol... nada mas puedo hacer por ti, pero te quedaras con tu pie encima del almohadón hasta mañana... nada... nada de caminar ¿entiendes?-mientras hablaba notaba como Mara había sido derrotada por las lágrimas, que caían abundantemente por su rostro cada vez más.-¿Por que lloras?-pregunto algo confundido Ammos.-Por todo... no es solo mi pie... es todo... estoy tan confundida que no sé... no entiendo que es lo que me sucede,
Ella sentía el aroma inconfundible de aquel hombre, que la dejaba sin aliento cada vez que se le aproximaba, además que tenía un extraño poder sobre ella, al cual se entregaba por primera vez sin protestar, la piel de este era tan suave que cada vez que ella lo tocaba, sentía como un calor agradable le recorría el cuerpo, dejandola nesecitada de mucho mas.Por sus poros emanaba un aroma que se mezclaba con el de él, envolviendo los cuerpos forjando uno solo. El sabor de aquel beso era dulce, agradable. La forma en que Ammos la besaba esta escondida en algún rincón perdido de una mujer que añoraba su tacto, solo una mujer sabría lo que sentía Mara, el beso al igual que Ammos eran únicos, perfectos, tanto que Mara se había entregado por completo y sin tapujos a Ammos, en completa lujuria.-Solo recuérdame cariño... yo té ayudare-dijo este sintiéndose feliz ante la victoria sobre Mara. Deseando más, pero aun era su tiempo, debia de ser paciente.-Pero... -pensó esta para nuevamente calla
Tanto Tom como Erick, permanecieron junto a Williams, que había vuelto a sentarse frente al fuego, luego de unos minutos se incorporo y dirigió hacia la escalera, para finalmente subirlas y dirigirse a la habitación de Mara, escoltado por los hombres en silencio. Su rostro era tan ó más hostil y rudo que el de Ammos, pero a deferencia de este él, infundía más miedo y respeto. Su mirada daba la impresión que siempre estaba molesto o enojado por algo. El no comprendía por que iba hacia ella, solo sabía que había sido ella la que le robo una sonrisa por primera vez, solo con ella se sentía indefenso. Permaneció por un minuto frente a la puerta, viendo a la mujer dormida, fue solo en una fracción de segundo que decidió entrar, pero antes ordeno: -Ustedes quédense aquí, que nadie más entre, no deseo ser molestado. Cuando entro sabía que no debía estar allí, pero de todas formas entró, viendo como ella dormía profundamente, miro su pie hinchado encima del almohadón y reconoció que fue Ammo
Williams volvió a hacia donde se hallaba Mara, sin dejar de mirarla ordena:-Ammos quedara en su habitación, recuerden que no debe salir o ser molestado de ninguna manera, a su debido momento se reunirá junto a nosotros, espero ser claro-dijo este.-Entendemos-dijo Erick.-Mejor... por lo de Wendy, que crea que Ammos no esta en la casa, no debe saber nada.-Si señor ¿desea usted que nos hagamos cargo de bajarla para la cena?-dijo Tom refiriendose a Mara y siendo interrumpido por Williams.-No se preocupen por ella, yo me haré cargo-dijo este-es mi responsabilidad de ahora en adelante.-Sí señor-dijo Tom.-Recuérdenme de tener todo lo referente a Wendy listo, ojala antes de marcharnos, quiero terminar de una vez con esto. Quiero estar solo con ella-entro a la habitación y cerró la puerta. La mirada que tenía ahora era de ternura la cual el jamás creyó tener.Mientras tanto una vez que bajo las escaleras, Wendy estaba nerviosa.-Wendy-dijo la señora-¿Williams esta arriba?-Si... con
De pronto ve como a este se le dibuja una sonrisa en su rostro, solo atino a pensar que una vez más había metido la pata, aunque no se arrepentía ya que era su sueño preferido. -Perece que me dormí por mucho tiempo... lo siento-se excusaba deseando que el no fuera como Ammos y supiera lo que pensaba, aunque había sido muy evidente con su comentario. -No importa querida, estamos por cenar en unos minutos-dijo la señora cariñosamente, viendo que él no reaccionaba estando inmóvil frente a Mara, que también estaba en el mismo estado. -Si esta bien-dijo Mara sentándose en la cama, quedando mas cerca aun de él, eres lindo de verás pensó Mara viéndolo directamente a los ojos. El aun no hablaba, solo la miraba con una sonrisa en su rostro. -Buenas tardes señor-dijo tartamudeando Mara-no se preocupe por mí, yo estoy bien y deseo cuanto antes comenzar a trabajar. -Buenas tardes-respondió este-no me digas señor... llámame Williams es mi nombre, deberás descansar hasta que té mejores, es mi
La imagen en la habitación era Mara sentada en la cama y Williams arrodillado, ambos se miraban sin pronunciar palabra, él le sonreía y estaba muy cerca del rostro de ella. Mara estaba absorta en la mirada de él, se sentía a gusto de tenerlo tan cerca, aun saboreaba sus besos, pero también tenía miedo de lo que él pudiera pensar de ella, ya que una vez mas no se había resistía mucho a sus caricias y besos. Un gran deseo de tocarlo se apodero de ella, al igual que con Ammos, en su interior se desarrollaba una lucha de sentimientos, unos que despertaban y aniquilaban a los antiguos. -¿Estas bien?-pregunto este-¿Té noto algo tensa y nerviosa? -Ah... si estoy bien-respondía esta como despertando-solo me es un tanto raro tener que llamarlo por su nombre y no dirigirme a usted por lo que es... mi jefe. -Es que yo no soy tu jefe querida, tú ya no tendrás que trabajar... nunca más. -¿Como... entonces sí me despidieron?-recordando que Ammos le había dicho lo mismo. -No es eso... ya lo ent
Al terminar de bajar las escaleras ella retira su cabeza y dice a este: -Gracias... Williams. -Es un placer servirte... un verdadero placer querida. Y sacando de su interior lo que con Ammos no pudo, Mara le acaricia el rostro y tras una sonrisa lo besa suavemente tomándolo por sorpresa, por primera vez en su vida. Él cruzó la entrada del comedor cargando a Mara, ellos avanzaban en cámara lenta, muy suavemente la deja en una silla junto a la cabecera de la mesa. En todo momento fue delicado y amable, como nunca lo había sido antes por ninguna persona, él lo sabia, sintiéndose débil ante ella. -Querida ahora regresare, discúlpame un..... -Esta bien-dijo esta nerviosa por lo que había hecho y un tanto avergonzada, una vez que él partió ella por fin respiro tranquila. Cada vez que Williams o Ammos la besaban o acariciaba ella podía sentir lo mismo, ellos tenían una extraña conexión y ella estaba en medio. Era de noche, alrededor de las 20:30 horas, el comedor era grande tenía una
-Esto es muy raro-pensó viendo como los hombres no dejaban de hablar y reír junto a Mara-acá sucede algo ¿quien será esta mujer? ¿Por que no me dejan acercarme hacia ella?En ese momento entra al comedor Williams, provocando con ello que los hombres se colocasen serios y dejasen de reír como lo hacían, Mara comprendió entonces la importancia de este, pero aun así ella tenía una amplia sonrisa en su rostro. Cuando este pasó por frente a ella, la miró y correspondió la sonrisa. Mara solo noto el azul de sus ojos clavados en ella, paradójicamente tenía la misma mirada de Ammos, profunda y penetrante, era como si ellos pudieran conocer en cada momento lo que ella sentía o pensaba, ella además sentía como ellos le recorrían su cuerpo con la mirada y al igual que Ammos, Williams le transmitía la misma seguridad y afecto.No pudo evitar recordar que solo a él, ella se entregaba sin protestar.Todo debía ser un malentendido ya que al nivel que ellos se encontraban y con el ambiente y gente qu