—Así que él fue —empuño ambas manos—, ahora si me va a conocer y se enterara qué con mi familia no se mete—hablo entre dientes—. Ustedes tranquilas porque ni siquiera le daré el gusto al infeliz, por lo pronto Liz no saldrá y se mantendrá vigilada las veinticuatro siete—murmuro—. Por el momento ustedes deberían ir a descansar, y les agradezco de todo corazón.
Aspiro profundamente y trato de mantener el control porque sinceramente no quiero desquitarme con este par de mujeres que lo único que hacen es cuidar de su amiga.
—Sí, Dylan, nos retiramos, pero vendremos mañana —sonríe débilmente—. Ah, una última cosa, mañana trabajaré en el turno de la mañana y si veo algo de lo an
***Comienzo abrir los ojos y veo a todos lados. Ay, me duele la cabeza, comienzo a recordar todo lo sucedió, me levanto un poco adolorida, puesto que me quede dormida en el suelo.Me he dormido o me desmayé.Lentamente me levanto para ir directo al baño, necesito lavarme la cara y tomarme el medicamento, no quiero tomar una recaiga.Tomo un poco de aire y decido salir de la habitación. Uno… dos… tres… voy bajando las escaleras para ir a la cocina, tengo las intenciones de irme, pero no quiero sufrir un aborto por culpa de ese imbécil.Dando el último escalón mis ojos se abren al ver que Dylan está cómodamente sentado a ho
Busco el teléfono que tire, con mucha suavidad dejo la cabeza de Liz sobre la alfombra y corro hacia donde tire el teléfono. Marco el número de emergencia con desespero, lo bueno que el teléfono lo tengo cerca de mí.—Aló —hablo con desesperación—. Necesito una ambulancia en este instante—grito—. Mi mujer esta tirada en el suelo y está embarazada.No… no quiero perderlos, siento que esta vez lo perderé y todo por mi ineptitud.—Tranquilo señor, en este instante una ambulancia ira a su casa de habitación, lo único que me tiene que brindar es la dirección.—Deje de decir estupideces, como piensa que me tranquilizaré —grito
Dylan.—Queeee... —mis ojos se abren—¿Cómo que no saben dónde está?, pero si estaba en la habitación —le señalo.—Sr. Castillo, en las cámaras sale que se la llevaron un par de hombres —habló el director de la clínica.—Cómo qué se la llevaron, por Dios —paso por todo mi cabello, la desesperación me está carcomiendo.Ese bastardo cumplió con lo que dijo y yo no pude protegerla. Me siento inmóvil, inútil, siento enojo, miedo, tristeza.Ese bastardo no sabe con quién se metió. (...)Después de un momento especial nos quedamos acostados con nuestros cuerpos arrullados.—Amor no sabes la falta que me hiciste —susurra cerca de mi oído—. Prometo no dejarte y menos descuidarte.Ay… Que romántico, él si es mi hombre.—Te amo mi amor —le doy un casto beso en los labios—. Antes de seguir hablando te quiero contar algo.¡Es ahora o nunca!—Dime —dice cambiado su tono de voz.—Qué pasó con Gabriel y su mamá —suelto de golpe.La verdad que no recueCapítulo 12
***Después de unas horas de cachondeo ambos tuvimos que salir de la habitación porque sé acerba el momento de la boda.Bajando las escaleras me llevo la sorpresa que Carla y Morgan vienen caminando por el pasillo.¡¡¡¡Qué emoción, mis amigas están aquí!!!—Te dejo con tus amigas amor —susurra cerca de mi oído, antes de irse me deja un casto beso en la comisura de mis labios.—Amor, quédate con mis amigas un rato, es que tengo que hacer una llamada —de repente se me vino la imagen de mis padres, sé que ellos casi no saben de mí y eso porque viajan... viajan... y viajan, hasta olvidarse que tienen una hi
***Minutos después nos encaminamos hacia el lugar del festín, la celebración de nuestra boda; hay un inmenso banquete, bebidas y música bailable.—Esposo mío —susurro cerca de su oído—, hoy me has hecho la mujer más feliz del mundo.—Esposa mía, usted me hace el hombre más feliz y también de saber que oficialmente eres mía y solamente mía.—Amor, pero si desde el momento que nos vimos yo sabía que tú eras la persona de mis anhelos y mis ilusiones—suspiro—. Ya no eres una tentación para mí, sino para el mundo entero, desde este momento me perteneces y eres más que mío, únicamente mío.<
***Bajando las escaleras en compañía de mis amigas dado que estuvimos toda la tarde encerrada en una de las habitaciones que elegí para que sea la de los bebés. El apetito me regreso y por ello le pedí a las chicas que me acompañaran a la cocina porque tengo mucha hambre.—Espera amiga, quien es ese dios griego —Carla se detiene y se asombra al ver la silueta atractiva del amigo de mi esposo.Bajando las escaleras y Rafael que entra, de seguro está aquí por la reunión que tendrá Dylan con sus negocios.—Quieta chiquita —me detengo y la tomo de la mano—, tú tienes novio y él es como el hermano de Dylan, así que olvídate de todo, además no
(...)El tiempo es como el viento, viene y se va rápido. Han pasado un mese del que no veo a mi esposo. Durante el tiempo de su ausencia he estado con mis amigas, con los padres de Dylan y con Rafael. No voy a negar que me estoy muriendo, pero mi corazón morirá si él no aparece.Las personas que me rodean han hecho lo imposible para que no me consuma en la tristeza, pero es inevitable que no muera en el intento, aunque me digan que él pronto regresara.Ah, mi pregunta es ¿por qué no viene? ¿Por qué prefiere el trabajo que a su esposa y sus hijos? ¿Por qué no me llama? ¿Será que estará con esas putas? ¿Será que ya se olvidó de mí? ¿Qué es lo que tiene ese hombre que no da u