Decidí frecuentar más Sweet Frog, había pasado meses desde que lo visitaba hasta el día de la reunión con el equipo de porristas, ya me hacía falta disfrutar del delicioso sabor del helado, el ambiente, las lámparas que colgaban del techo, ver los toppings por largo tiempo como era mi costumbre, nunca podía ver la barra y no decirme "Es hermoso", luego me sentaba en una de las mesas del centro del local, a dibujar. Había encontrado mi libreta de dibujos, estaba terminado mi último bosquejo, le daba color al papel, me había hecho a mí misma sobre una nube en forma de corazón, agarrada de la parte de arriba mientras este corría con el viento y se desmoronaba en medio de nubes.
Así me sentía cada vez que entraba por la puerta, esperanzada de que el chico de la barra de toppings con ojos intensos me atendiera, sin embargo, mi suerte no era tanta, y mi corazó
Richard se aclaró la garganta, él sonrió travieso-Ptss, ¿y si me ayudas?-¿Qué?-Lilith nos está viendo, no muy feliz-me miró suplicante.-No seas patético Mikey-le reprendí.-Emy...-Hazlo con otra, una porrista, quien sea menos yo, ¿quieres destruir más nuestra amistad? -hablé en un susurro.Él me liberó -Lo siento. -dijo avergonzado.Puse una expresión decepcionada. A lo que se podía llegar a ser capaz por amor, Dios mío que no me permitiera hacer demasiadas tonterías cuando me enamorara verdaderamente de alguien. Los cuatro continuamos nuestro camino al bar, ahí vimos al rubio cantando, mientras tomábamos refrescos, tenía que ser eso, nada más, o sabían que jamás iba a volver aceptar otra salida con ellos.El lugar era res
-Cinco seis siete ocho, nuestro equipo es el grandioso-hacían su baile las porristas del equipo contrario.Estábamos en el campo de fútbol de la escuela, era mi primera presentación como animadora del equipo, en los graderíos se encontraban mi madre y mi hermano, quien había traído su inseparable cámara. Los saludé sonriente. A mis espaldas estaban las chicas haciendo una pirámide, me volví para ver como Lilith se lanzaba a los brazos de los chicos que la esperaban abajo para atraparla.Me dieron aviso para que me acercara. Era mi turno de subir a los hombros de dos chicos, luego de que estuviera en la cima me lancé para que me atraparan las chicas que esperaban a que cayera. Se escuchó un silbato y era nuestro aviso para ponernos en lugares y recibir a nuestro equipo. Nos colocamos rodeando a la capitana quien quedaba al frente.-Ahora-nos avisó -
Recordaba el día que Rafael se había sentado conmigo en aquella mesa verde cerca del estacionamiento de Sweet Frog. Su tacto, su mirada profunda, y como los rayos de sol se reflejaban en sus ojos miel haciéndolos brillar, su mirada divertida, sus gestos inocentes, la forma en la que se comía su fro-yo.Y de ahí salió una idea que debía ser plasmada en pintura, era yo, navegando en un mar de miel mientras los rayos atravesaban hasta el fondo del agua amielada, estaba en el fondo, como congelada en medio de la espesa miel, con mis ojos cerrados y la sombra del bote arriba de mi cabeza. Era mi forma de describir lo hipnotizante que podía ser perderse en sus ojos, y creer que todo estaría tranquilo si solo me dejaba ir.Ya no iba tanto a Sweet Frog, tal vez si era por verlo, y como me había dado su número lo sentía un poquito más cerca de mí, aunque no le hablara o enviara mensajes. Pero ese día fui yo quien recibió uno suyo.Rafael: ¿Qué haces?
Mike y yo estábamos en casa después de la escuela en una perfecta tarde de jueves, él había comprado la temporada completa de Drake y Josh, teníamos dos botes de helado en nuestras piernas, y dos autoestimas decaídos a falta de amor. Mi hermano salió de la habitación con una expresión poco feliz.-Han cancelado mi entrevista -se sentó en el sofá para uno.-¿Qué pasó? -preguntó Mikey.-El programa se canceló para mañana por una transmisión especial o algo así.-Lo siento. ¿Y no van a promoverla? -hablé yo.-Hasta la próxima semana-se cruzó de brazos.-Relájate Roachter, solo son siete días más, -intentó tranquilizarlo el rubio.Él me arrebató mi bote de helado-Hasta entonces comeré helado tan deprimido com
Salí del ascensor para caminar a mi apartamento cuando de repente un "Psst" me detuvo de nuevo, era él quien venía con su mochila al igual que yo de la escuela, me sonrió, apresuró su paso para alcanzarme. Cuando llegó me saludo con un beso en la mejilla.-Que coincidencia encontrarnos de regreso ¿no crees? -caminamos lentamente por el pasillo.-Bueno, tú me detuviste, -le recordé.-Es lo mismo, solo con una pequeña diferencia de tiempo-reiteró simple.-¿Puedo preguntarte algo? -lo miré.-Ya lo hiciste, -rió. -te doy otra oportunidad, dime.-¿Qué haces viviendo aquí? Eres demasiado joven para vivir solo ¿no crees? -arquee ambas cejas.Nos detuvimos frente a mi puerta-Mis padres me lo han permitido, para que pueda sentirme más independiente.-¿Qué? -me re
La puerta de la peluquería estaba frente a nosotros, nos detuvimos frente a esta, la observamos por largo tiempo, quise salir huyendo de ahí, él me detuvo anticipando mis movimientos, me animó a entrar, yo exhalé y coloqué mi mano sobre la manija de la puerta para empujarla. Rafael intervino y la haló riéndose, luego me mostró el papel a la par que decía "Hale"-Ya lo sabía -entré.-Lo que digas. -dijo atrás de mí con tono burlón.Al entrar una chica vino rápidamente para atendernos, no había más de un par de personas siendo atendidas frente al espejo, la joven castaña nos mostró unas revistas donde podía elegir que corte quería, Rafael la tomó.-Me gusta este-señaló un corte que quedaba a la altura de los hombros.Le susurré -Espero que puedas p
Estaba suspirando entre nubes por lo que había pasado con Rafael. Aún tenía el olor a chocolate y menta de su aliento pegado a mi nariz, esos segundos de cercanía me habían devuelto todas las ilusiones. Ya me empezaba a imaginar cómo sería si fuéramos novios, tenía mi almuerzo sin tocar, y a un Mike frente a mí con el entrecejo fruncido.-Emy, ¿Estás bien? -me preguntó.Lo miré -¿Ah? Sí, estoy bien. -empecé a comer.La campana sonó -No comiste nada.-No tengo hambre-nos levantamos para ir a clases.-No me dio tiempo antes, pero ¿nuevo corte de cabello?-Sí, ¿qué piensas?-Está bien creo-se encogió de hombros, le di un golpe juguetón riendo.Tenía clase de arte así que solté en el lienzo todas las emociones que sent&ia
-¿Te gustan los fideos?-estaba tratando de retrasar estupidamente el momento inminente de nuestro primer beso. Él continuó acercándose con una sonrisa burlona.-Entre otras cosas. -posó su mano en mi mejilla.-¿Ah sí? ¿Qué otras cosas te gustan?-si a esas alturas no se daba cuenta de lo nerviosa que estaba sería un tonto. Pero su sonrisa me dijo que no se detendría.-Cosas como esta-Eliminó toda la distancia que nos separaba.Y me besó.Fue un beso torpe, pero lleno de expectativas. Él no tenía experiencia, yo tampoco que digamos, pero a medida agarramos confianza fue más ágil. Su cabello caía contra mi cara, sentía su sonrisa contra mis labios, no le iba a negar que fue gracioso como no podíamos coordinarnos, yo también me reí. Ese beso estaba lejos de ser perfecto, aunque las emociones eran casi palpables.Dejó que su frente quedara contra la mía sonriendo -Somos terribles en esto.-Estoy de acuerdo. -respondí de la