Estaba paralizada, no creía posible que Lucas fuera palpable hasta ese día, cuando la pequeña niña de ojos claros y cabello rubio lo tocó. Había tirado de su camiseta para llamar su atención, llevaba un peluche blanco en las manos, y cuando habló su chillona voz se dirigió al chico ya no tan invisible.
—Dice mi amiga Juliana que eres guapo—Lucas me miró algo consternado, luego se volvió a ver a la niña, se agachó para quedar a su altura.
—¿En serio? ¿Y dónde está tu amiga?
—No hablaras en serio Lucas—le dije yo incrédula de su repentino interés en la otra chica.
Me miró—Vamos, alguien más puede verme, ¿no crees que es genial?
—Es extraño—afirmé.
La niña le sonrió—Está aquí, te presento a Juliana.
Señaló la nada. Me reí, tal parecía que Juliana era su amiga imaginaria. Pero qué bonito, había una reunión de amigos imaginarios en el parque. Él me miró mal, luego se volvió a la niña.
—¿Tú cómo te llamas? —le p
—Bien Lucas, al pedirte disculpas quedamos comprometidos a ser buenos amigos—Puse mis manos sobre mis caderas con decisión.Él se hallaba en mi cama acostado mirando el techo, hizo como si no me había escuchado, igual sabía que lo hacía, seguí con mi primer discurso amistoso entre ambos después de mucho tiempo, desde que cumplí trece años para ser exacta, cuando dejé de tolerarlo, porque en esa edad me di cuenta que algo no andaba bien con él, ni conmigo, no era normal que a esa edad siguiera imaginándolo.Tenía que aprender a convivir de nuevo con él o amargar mi vida intentando ignorarlo, lo cual era difícil. También debía aceptar que no me agradaba la idea de que se fuera, solo que ese sentimiento era algo que jamás le diría abiertamente, ¿Por qué? Por qué no se le podía dar alas a algo que no tardaría en acabar cuando menos lo esperáramos, como su amistad con la pequeña Marrie. Además de que el trato que hicimos seguía en pie. Después de mi cumpleaños él
Jugaba con mis manos con nerviosismo, Lucas se había ido hacer algo, no le puse mucha atención por pensar en formas de cómo hablar con mi madre acerca de él, solo lo había hecho una vez cuando era pequeña, al principio ella se había preocupado, era pequeña, le había marcado al trabajo luego de una pelea de niños con Lucas, a la hora de siempre regresó a casa para decirme que estaba bien que tuviera amigos imaginarios no supe con quién lo habló, pero sí supe por la primera reacción de mamá que no era bueno ir diciéndole a todo mundo lo que veía, él también lo supo, así que prometí que guardaría el secreto, y no iba a romper mi promesa, tenía que ser sumamente cuidadosa con mis palabras para que no sospechara nada.Ella estaba en la cocina haciendo pastelillos, el olor a chocolate se expandía por la sala, era martes, estaba temprano en casa, así que tenía tiempo, Me acerqué a ella pensando en lo mucho que quería a Lucas para que aun sabiendo que era producto de mi imaginación, n
A mi lado, Owen Valentine, con ropa tan informal como la mía, o peor.-No creo, -respondí lo más tranquila que pude, era solo el hermano de la ex novia de Richard.Reparé en él porque lo había visto yendo a traer un par de veces a su hermana, sabía su nombre porque entre las chicas del instituto se hablaba seguido de su apariencia, y físico perfecto, aunque teniéndolo verdaderamente en frente, lucia terrible, con ojeras en sus ojos.Sonrió, -Vamos, dime qué puedo hacer por la chica que se atreve a venir vestida así a un restaurante como este.Quería pedirle ayuda, apoyo, lo que fuera a Lucas, pero no podía. Estaba odiándolo por haberme llevado a aquel lugar.-Em, no me cae bien este tipo. -susurró el mencionado, como si yo no me hubiera dado cuenta ya del aspecto tenebroso que se traía a cuestas el chico ese.-Nada, es solo que-tenía que justificarme, ya me había entrado haciendo el ridículo, al menos no saldría de ahí sin las tontas galletas. -es
Gruñí, tuve suerte que en ese momento ya habían puesto la música porque si no me hubieran escuchado hablar con Lucas, o más bien para ellos, con nadie. Me volví para ver al chico detrás de mí, y me quedé embobada, viéndolo. Había hecho de su flequillo hacia un lado, no era la gran cosa, pero sí que se veía diferente, también gracioso porque era liso y se le escapaban los mechones al medio de la frente, era tierno.-Me gusta el cambio-le dije.-Ahora tu eres quien cambia de tema-recalcó.Puse los ojos en blanco, seguí recolocando el mantel, -No hablábamos de nada importante.Me daba ternura verlo celoso, nunca lo había expresado tan abiertamente como en ese momento.Pude notar que no quedó satisfecho con la respuesta, pero no siguió el tema- ¿Puedo quedarme a la fiesta contigo?Lo pensé. No tenía nada que perder, confiaba que sabría comportarse -Está bien, solo no me hables cuando esté con alguien más.-Lo intentaré.
Estábamos en Sweet frog, los cuatro reunidos, en una de las mesas blancas del lugar, al par de la ventana de vidrio. Había cuatro helados sobre la mesa, que después de ser fotografiados por Lilith fueron devorados.Me alegraba que al menos a Mike le siguiera gustando ir a ese lugar como a mí, gracias a que él insistió es que estábamos de nuevo los cuatro en nuestra heladería de la infancia, los otros dos se negaron, al final los convencimos.-Me encanta este lugar-dijo el gemelo.-Te sigues sintiendo nene-musitó su hermano.-Claro, como si no te hubiera visto comerte esos helados en dos segundos, además, Sweet frog no es solo para niños-se defendió.Lily intervino-Ya muchachos, en público no empiecen.-No te metas-Le pidió Richard con desgana.-Richard-Le reprochó Mike.-No empieces-se enfadó.-Basta-intervine-ya han peleado suficiente las últimas dos semanas, deberían de estar abrazándose, recuperando el tiempo
Era martes, y mi madre tenía día libre así que nos sentamos junto con el abuelo Chang a ver películas, pero él no tardó en aburrirse e irse a la cocina a preparar la cena, iba a hacer un platillo chino con fideos que había creado él mismo, le llamaba "Fideos a la Wang", no está de más decir que el abuelo hacia los mejores fideos, y estaba ansiosa por probar su nuevo platillo.-(Papá, ¿seguro no necesitas ayuda)-le preguntó mamá.Él negó.-(No, pueden seguir viendo esa película de bestias) -respondió.Salía la saga crepúsculo. El abuelo no era fan. Mi madre fue a preparar la segunda ronda de palomitas, Lucas aprovechó para preguntarme si podría ser posible que fuera un vampiro, ya que no dormía, le dije que era absurdo ya que él ni siquiera comía, entonces respondió con que nunca había intentado chupar sangre. Tuve que ser el blanco de su experimento, pero no hizo más que pasar a través de mí.Decepcionado continuó molestando a Canela, una gatita b
Definitivamente no le iba a dar importancia a lo que mi hermano había dicho, así que allí terminó nuestra conversación, aparte que ya era tarde, nos fuimos a dormir. Estaba loco si creía que yo si quiera gustaba de Lucas, quiero decir, él solo era mi amigo, imaginario para agregar. Nada podía ser entre nosotros. Ni siquiera podía tocarme.Ni siquiera podía tocarme...y yo había querido que lo hiciera, qué me estaba pasando por Dios, nunca le había idealizado de esa manera. Quité mi antifaz de los ojos, hice un bufido. No podía dormir, no podía dormir por una locura que no tenía sentido, ni lo tendría si hubiese sido real.Volví a colocármelo, me hubiera gustado hablar con Lucas en ese momento, preguntarle si creía que estaba enamorada de él, seguro me hubiese contestado que eran tonterías, una locura que estaba demás. Ya me imaginaba su cara burlona ante mi pregunta.Por fin logré conciliar el sueño, solo para soñar con él, otra vez en la habitación, me
-Hey chicos, creo que podría integrarme al equipo de fútbol-llegó diciendo Mike a la mesa donde estábamos, en el patio del instituto.Richard se carcajeó-¿Y qué te hagan papilla? No hermano.Yo piqué mi fruta con el tenedor bruscamente antes de hablar.-Si quieres hacerlo está bien, puedes aprender-traté de controlar mi tono. Seguía enojada por lo que había pasado con Lucas.-Wow cariño, cálmate. -Mike tomó el tenedor para comerse la fruta que quedó atravesada por él. Se sentó.-¿Que tienes Emilia? -me preguntó el otro gemelo.-Nada.-No parece nada-pellizcó mis mejillas. Lilith que venia del entrenamiento de porristas con su uniforme celeste y la inicial del equipo en el centro, intervino.-Qué te pasa Emy, desde allá se ve el color rojo de tu cara-ironizó riendo, se sentó a la par de el gemelo formal.-Es otro de sus cambios de humor repentinos-espetó el rubio a mi lado.-No tengo nada, debe ser el