“Buenos días.” Susurró Harry con ternura al verla moverse en sus brazos, por fin podía despertar abrazándola sin tener que levantarse antes que ella para que no se diera cuenta de esto, por fin podía dejar de ocultar esto y también podría besarla libremente en las mañanas.

“Buen día.” Contestó Emma medio aturdida sonriendo y Harry le dio un pequeño beso en los labios de inmediato, anoche había sido una noche asombrosa para los dos, especialmente para él que se había enterado que iba a ser padre y había hecho el amor con la mujer que amaba y hoy no cabía de la emoción, así que al despegarse de los dulces labios de Emma fue de inmediato a darse una ducha, para que ella lo hiciera luego y así ir a la cita con la doctora.

Luego de que ambos estuvieran listos desayunaron y se dirigieron a consulta, ayer antes de quedarse dormido Harry le había solicitado a su asistente que le consiguiera una cita con la mejor obstetra de la ciudad y en la mañana este le había mandado los datos.

Al llegar