Jhon estaba quedándose dormido cuando sintió que alguien entraba en la habitación, pero al pensar que debía tratarse de la enfermera no le dio importancia hasta que sintió que algo iba mal y abrió los ojos, para reconocer a Michaela vestida de enfermera y con una mascarilla para tapar la mitad de su rostro y él intento moverse pero su cuerpo no le respondió.

“Lo siento mucho, no quiero hacerte daño, pero no nos dejas otra opción, si tú vives seguro terminaremos todos en prisión viviendo una vida miserable, no es lo que quiero para mí, hicimos cosas malas, especialmente mi padrastro a tu padre y yo lo sabía, se que no podrás perdonarnos esto y dejarnos ir, por eso no tengo otra opción que matarte para que los planes que teníamos sigan adelante.” Susurró Michaela con sus ojos cristalizándose, ella si estaba muy enamorada de Jhon, pero como él la había rechazado, para ella era más importante el dinero y que su familia estuviera bien, el amor que sentía por él ya no importaba porque no er