Narra Alondra FerreyraCuando abrí un poco los ojos, estaba en un lugar, que al principio no reconocí y cuando al fin los pude abrir por completo, de inmediato mis lágrimas, salieron como cascadas de mis ojos, al ver que mi príncipe, mi amado David, me tenía tomada de la mano y estaba dormido recargado en mi cama y sentado en una silla a orillas de la cama. De seguro ahí, no se encontraba muy cómodo. Del otro lado Carmen, se encontraba dormida en un sillón y al parecer ella sintió cuando me desperté, porque de inmediato se puso de pie, para ir a hablarme, con sus ojos llenos de lágrimas. Mi pensamiento, de lo habia pasado después de que se fueron Andrés y Lisa. Lo mal que se la debieron de haber pasado.–Alondra hijita, por fin abres tus ojitos – Se sentó en mi cama y me abrazó – No sabes todo lo que pasamos David y yo, pensando que algo muy malo, te había pasado.–Carmen –Me perdí en su abrazo – No sé lo que me pasó ¿Qué le pasa a mi David, que no despierta? Le pregunté desesperada
Narra Alondra Ferreyra–Lo es preciosa, sólo a ti te amo y te puedo amar con todo mi corazón, con toda mi vida y con todo mi ser. Eres la mujer de mi vida, por la que daría todo lo que soy, todo lo que tengo y mi vida entera.–Te amo David, te amo mucho mi príncipe. – Dije haciendo más cercano el abrazo.Lloramos juntos y seguimos así abrazándonos un largo rato, hasta me estaba arrullando de nuevo en sus brazos, hasta que Carmen nos llevó algo de cenar a la recámara. No tenía fuerzas para caminar, aun me sentía muy débil. Le agradecía Carmen, ese trato tan dedicado que nos tenía a David y a mí.–Chicos, les traje algo de cenar – Nos dijo Carmen – No tuve mucho para preparar, con todo lo que ha pasado estos días no hemos podido ir a comprar muchas cosas.–Gracias madre, pero quédate aquí a cenar con nosotros –Le pidió David – Hoy estamos celebrando, que mi princesa ha despertado y se ha recuperado.–Claro que sí, nos diste un susto mortal hijita – Me dijo Carmen – Menos mal, que todo q
Narra David De MaríaPasamos unos días tranquilos en la cabaña, mientras se recuperaba mi hermosa Alondra, hasta que un día, estando haciendo las tareas del Tec, recibimos una visita. Nos venía a avisar mi madre, nosotros casi nunca abríamos la puerta de entrada, por obvias razones, si en algún momento llegase a venir de nuevo Petra.–David, Alondra afuera está Lisa – Nos avisó mi madre – No sé si ustedes le han dicho que venga, si la puedan y la quieran recibir.Era lo bueno que tenía mi madre, no dejaba pasar a nadie si no le habíamos avisado de que vendrían a visitarnos, en este caso mi respuesta era negativa.–Yo por mí no la recibo – Respondí enojado – Ella causó todo lo que le pasó a Alondra.No la iba a recibir, era una persona mal intencionada, porque bien se habia dado cuenta de que Alondra no lo sabía, desde que Andrés había hecho la primera mención.–Eso no es cierto David – Saltó Alondra a defenderla – Deberíamos de recibirla.–Está bien madre, dile a Lisa que pase – Dije
Narra David De María–Está bien vámonos – Respondí casi sin ganas – Supongo que nos iremos en un taxi, no habrá donde dejar el auto, si el evento es en la explanada.–Sí, el taxi está allá y también Andrés está ahí. Vamos – Respondió Lisa.–Te ves muy bien Lisa – Le dijo Alondra – Espero que el evento este muy padre. Estoy emocionada.–Yo también lo estoy y mucho – Dijo Lisa – Nunca lo he podido ver presentarse en vivo.–Yo sí, lo ví una sola vez pero ahora si vamos a convivir con él, será aún mejor y que nos dé su autógrafo. – Mi chica estaba muy entusiasmada.–Vámonos ya chicas – Les dije cortando la plática – Entre más pronto nos vayamos, más pronto regresaremos.Nos fuimos a subirnos en el taxi y en pocos minutos nos encontramos llegando a la explanada. El taxi nos dejó en un costado hasta dónde le era permitido pasar, por la gente y nosotros nos bajamos ahí y caminamos, hasta dónde Lisa nos dijo, que podíamos pasar y ahí nos recibió su tío y nos dio entrada a dónde estaba el arti
Narra Alondra FerreyraLisa regreso conmigo y con Andrés al evento del cantante que se presentaba ese día en el pueblo. Yo no quería ya ni quedarme, me sentía muy mal por lo que había pasado con David y mis lágrimas no se hicieron esperar. Ya no quería estar aquí, necesitaba buscar a David.–Lisa ¿Qué pasó y David? – Le preguntaba Andrés a Lisa – Por favor dinos ¿Qué pasó y a dónde se fue?–Se fue de aquí, intenté detenerlo, pero está muy enojado – Nos informó Lisa a Andrés y a mí – No quiso ni hablar conmigo.–No lo puedo creer – Dije destrozada – Siendo así, me tengo que ir chicos. Los veo luego.Me alejé de Lisa y de Andrés lo más que pude según yo, pero a esas alturas de la noche ya la multitud que esperaba al cantante en cuestión, era masiva y no se podía salir del cerco de seguridad. No se podía ni avanzar ni retroceder. Entonces cuando estaba más desesperada, una mano, me jaló en la multitud.–Alondra, no seas necia ya no te puedes ir, aunque quieras – Me dijo Lisa – Mira ya es
Narra Alondra FerreyraAndrés no pudo conseguir taxi, pues las filas eran interminables, pues nos íbamos a demorar más esperando, que si nos poníamos a caminar y así, decidimos todos volver caminando por el bosque, porque yo, no podía esperar más. –Ya que me harán cruzar el bosque, vamos a cantar algo para animarnos – Propuso Andrés, ya bien borracho – Un elefante se columpiaba sobre la tela de una araña, como veía que resistía fueron a llamar a otro elefante, les toca seguir.–No inventes Andrés – Se reía Lisa – Mejor vamos a apurar el paso, que estamos en medio del bosque y tenemos que llegar a casa de David, para que este par se reconcilie.Lo veía difícil, pero lo más urgente, era poder llegar sanos y salvos, no me gustaba estar caminando, sin saber hacia dónde iba.–Espero que sea así, algo dentro de mí me dice que David no me perdonará y es lo que más me temo y me da miedo – Les confesé – Creo que él no es una persona, que perdone con facilidad.–En eso tienes razón Alondra – D
Narra David De MaríaMe dolió mucho decir aquella madrugada esas palabras, tan fuertes a Alondra, la amaba demasiado pero estaba dolido, lastimado, cabreado y con ganas de mandar, todo al mismo infierno, no era justo eso de ninguna manera para mí, lo que acababa de pasar con Alondra. Ella se quedó llorando tirada en el suelo de la sala rogándome, pero no iba a ser yo, quién la levantara. Ella se había buscado todo esto y tenía que sufrir ahora, tal como hacía un rato estaba cambiando yo. –Buenas noches madre, gracias por ir a exponerte, saliendo al bosque a buscar a esta desgraciada – Le dije a mi madre – Que descanses, madre. –Tú también descansa hijo, y duerme mañana verás con más claridad las cosas. –Gracias, hasta en un rato madre. – Me despedí, solo de ella.Subí a mí recámara, la que cerré con todos los seguros posibles. No tenía ganas de pasar ni esa, ni ninguna noche más con Alondra. Me metí en la cama con todo y la ropa puesta, estaba agotado en lo físico, pero más en lo e
Narra David De MaríaEn ese momento, Alondra iba bajando las escaleras de la cabaña. Se veía despeinada, llorosa y cansada, lo que no era una buena combinación, pero eso ya no era de mi incumbencia, se acercó a mi madre para saludarla, como hacía todos los días. –Buenos días Carmen – La abrazó Alondra.–Buenos días Alondra, ¿Pudiste dormir algo? – Todavía se preocupaba por ella.–No Carmen y lamento si tú tampoco has podido descansar por mi culpa – Hizo una pausa y me miró. – David, ¿Podemos hablar por favor? –Ella se volvió a mí, para pedirme eso de hablar – Quiero pedirte, que me perdones y si quieres que Carmen esté presente, pero te amo y no quiero perderte. Lo eres todo, todo para mí.Con que descaro me pedía eso y osaba decir que me amaba. Me quise reír en su cara, era una cínica de lo peor. Así que me solté a decirle todo lo que se merecía, no me iba a tocar el corazón y que viera en lo que me habia convertido por su culpa. Porque nadie más la tenía, yo no era así y vino a sac