Capítulo 97. La llegada de mi amigoNarra David De María RamírezTuve que hacer los trámites pertinentes en la Universidad para poder presentar el examen de nivelación o de lo contrario iba a perder la materia. Toda esa semana se me pasó rápido viendo ese asunto y en esos días algo me hacía sonreír, aunque fuera un poco, platicar todos los días con Paloma. Habíamos perdido contacto, pues el tiempo que estuve de novio de Alondra, dejé de ver a mucha gente entre ellos a ella, que es una de mis mejores amigas en España y no solo mía también de Sabadelle, quién siempre estaba de buen humor.–Hola, colega, tienes una cara que en lugar que estés feliz porque al rato vamos por Ismael, te ves muy deprimido – Me dijo mi colega – Anímate que yo estoy animado, vamos a Santillana del Mar a ver a esa belleza de mujer, a Paloma.También me encontraba muy contento de que íbamos a ir a Santillana del Mar a visitar a nuestra amiga y por supuesto que íbamos a llevar a Ismael, tenía que conocer las bell
Capítulo 98. Una noche para divertirseNarra David De María RamírezLlegamos al piso, y mi colega destapó unas cañas y le dio una a Ismael, otra a mí y una también para él, pero no se iba a quedar con nosotros, después él salió porque tenía que ir a hacer algo, antes de irnos a Cantabria.–Regreso en un rato, colega – Me dijo Sabadelle – Tengo que ir a hacer unas cosas de trabajo, rápidamente para salir a Cantabria, Ismael te quedas en tu piso y puedes tomar y comer lo que desees.La amabilidad de mi colega, era única, él ofrecía su piso a quien le caía bien de verdad, no lo hacía por puro formalismo, o por quedar bien conmigo, lo hacía con toda la honestidad del mundo, me alegraba que todo se estuviera dando como lo había pensado, Ismael estaba siendo bien recibido.–Gracias, Sabadelle.Me quedé solo con mi amigo Ismael y aunque estaba ansioso por ponerme al día con él, un retortijón me avisó que las cosas no iban a ser nada fáciles porque sabía que mi amigo iba a querer tocar ese te
Capítulo 99. Un nuevo díaNarra Alondra Ferreyra PérezAl día siguiente, después de mucho tiempo como siempre pude despertarme y lo primero que vi, fue a mi guapísimo Batman. Se veía realmente apuesto, recién levantado, era una visión gloriosa y majestuosa para mis ojos, él me envolvió en sus brazos y me dio un apasionado beso que me hizo sentir en las nubes, definitivamente algo tenía él que me tenía a sus pies en tan poco tiempo de estar juntos.–Alondra hermosa, tienes que levantarte mi princesa – Me dijo mi Batman con mucha ternura – Tienes que ir al Tec, tu mamá ha venido a despertarme hace un rato, para que yo te despertara a ti.Me encontraba tan a gusto en los brazos de mi Batman, que por más que me quería despertar no lo hacía o no lo quería hacer, cuanto me hubiera gustado que fuera sábado o domingo, para no levantarme de esta cama y de estos brazos tan fuertes, donde me sentía querida y protegida.–Mi amor, no quisiera ir al Tec y no quisiera hacer nada – Suspiré – Quiero s
Capítulo 100. Las órdenes de un tiranoNarra Alondra Ferreyra PérezAl parecer no hubo ningún interrogatorio, pero cuando estuviéramos las dos solas, no me iba a soltar hasta que no le diera toda la información de mi noviazgo con mi Batman, pues no era mi intención contárselo, solo que éramos amigos con derecho.–También ustedes, tengan un bonito día y que les vaya bien.Todo nos iba a ir perfecto, estando con mi Batman, me sentía muy afortunada de tenerlo de novio, siempre me protegía de todos, no lo iba a cambiar por nada del mundo, lo mejor que me había pasado y no me cansaría de decirlo.–Gracias, señora. Hasta luego.Mi Batman y yo, salimos a la casa de Carmen y nos fuimos al Tec, dónde nos despedimos como siempre llenándonos de besos y de abrazos. Eso ya se nos había vuelto una costumbre, de estarnos amando así desmedidamente y sin importarnos nada y yo, sentía demasiado bien estar así con mi Batman. Nos despedimos finalmente con un apasionado beso y al soltarnos yo caminé por e
Capítulo 101. No era fácilNarra David De María RamírezSalí con Paloma un rato afuera del bullicio del bar, para poder estar más tranquilos un rato, teníamos mucho de lo que ponernos al día y ella sabía lo triste que yo me encontraba, es una de mis mejores amigas y nos conocemos bastante bien. Estando con Alondra, no pude verla cuando venimos a Santillana del Mar, pero ahora que ya me encuentro solo puedo estar con ella, con toda libertad.–Habla David, sé que has pasado por mucho y quiero reclamarte porque no me has llamado para contármelo – Me reclamó Paloma – Yo, hubiera hecho lo que sea por ti y eso tú lo sabes, que siempre estoy aquí para ti.Paloma me conocía, creo que mucho más que todos mis demás amigos, y sin necesidad de haberle dicho nada, ella sabía que lo que me pasaba era bastante fuerte, para que yo estuviera con esta actitud poco rara de mi parte, pues no le había llamado para contarle por la que estaba pasando, y sé que siempre voy a contar con su apoyo en lo que nec
Capítulo 102. Todos están equivocadosNarra David De María RamírezLas palabras de mi amiga me dolieron, me acabaron y me hicieron que me cabreara, no sé si porque no las quería escuchar o porque sabía que Paloma decía la verdad que Alondra, no iba a estarse tranquila. Yo ya sabía del tal Daniel y de Axel, con quién siempre debió tener amoríos y ahora que no estoy yo allá para estorbarle, ya debe valerle todo. Desgraciadamente, toda esa plática con Paloma me sacó de mis cabales e hizo que se me fuera la olla.–Paloma, deja de decir estupideces y deja de hablar de mi consentida, no sabes nada – La jalé y la miré a los ojos pegándola a la construcción de hormigón – No te pienso permitir que digas nada más de ella, así que cállate esa maldita boca.Nadie tenía el derecho de hablar de Alondra de la manera en lo que lo estaba haciendo Paloma, solamente yo podía hacer y deshacer y decir lo que me diera la gana de mi consentida, a nadie le iba a permitir que arrastrara su nombre por el suelo
Capítulo 103. Una cena innecesaria, parte 1Narra Alondra Ferreyra PérezAxel y yo fuimos llevados a un reservado de ese bonito restaurante y aunque sí me había gustado, yo me sentía demasiado rara y fuera de lugar. Aquel no era un sitio a los que yo acostumbrara a ir, Axel me puso la servilleta de tela en las piernas y se quedó mirándome fijamente, mientras que nos servían una copa de vino a ambos y una fina botana.–Axel, creo que ya merezco saber de una vez por todas lo que hacemos aquí – Me atreví a decirle – No me lo tomes a mal, pero me siento un poco incómoda en este lugar y conste que si me ha gustado y mucho.Axel sabía que a mí no me gustaban estos lugares y aunque nos hayan llevado a un reservado, siempre me iba a sentir incómoda, pues no me gustaba ser el centro de atención, como si lo que me tuviera que decir no me lo podía decir en el taller o en la casa de Carmen.–Sabía que te gustaría y por eso te traje – Le dio un trago a su copa y se quedó mirándome – Salud Alondra,
Capítulo 104. Una cena innecesaria, parte 2Narra Alondra Ferreyra Pérez–El problema aquí, cariño, es que estás peleando por alguien que ya no es nada tuyo – Me restregó Axel – Madura, crece y enfrenta la vida. David es libre de irse a acostar con quién quiera, así como ya lo estás haciendo tú con tu Batman, así que aprende a ser una mujer de una vez por todas y deja atrás a esa niña tonta que ya no te queda ser.No podía creer que Axel, uno de mis mejores amigos de toda la vida, me estuviera regañando así. Entonces menos entendí ¿Para qué me ayudó? Si ahora mismo parecía que se estaba ensañando conmigo y que me odiaba. Nunca me había regañado de esa forma y me dolía, me dolía demasiado tanto que empecé a llorar sin darme cuenta.–Axel, por favor no me trates así – Le supliqué – Tú no, en serio que no tienes idea de lo que he sufrido desde que ya no estoy con David, yo lo sigo queriendo y sé que no debí pegarle así a esa zorra, pero es que no soporto lo que ha hecho ella con el hombr