Capítulo 135. Un día maravillosoNarra Alondra Ferreyra PérezNo podía creer que fuera tanta mi estupidez, por poco y no veo nada del Gran Premio, por estar con mis tonterías de desmayarme, solo porque vi a mi güero y porque sabía que él ya no estaría más conmigo, porque vino a México y no se tomó la molestia de buscarme y eso dolía y dolía mucho, saber que ya no significo nada, para quién lo llegué a significar todo.El día de la final del evento, nos la pasamos súper bien, mi Batman y yo, nos hicimos amigos de otros chicos que estaban en la zona dónde estábamos nosotros y el ambiente se puso muy bien, tanto que me olvidé casi por completo de lo de David, no tenía que amargarme el día ni amargárselo a mi precioso Batman.–Alondra, te amo mi amor – Me dijo mi Batman – Es un sueño para mí, que estemos juntos viendo esto, no importa si se corona aquí Checo o no. Lo importante es con quién he venido y que es la mujer más hermosa del mundo.Estoy muy feliz de estar pasando este maravillos
Capítulo 136. Qué mala suerte Narra Alondra Ferreyra PérezNo me iba a preocupar por eso, solo se me iba a quitar, a lo mejor nunca había visto a alguien con la cara roja por el calor.–No, lo creo Simone y quita esa cara – Le pedí – Estoy acalorada y siempre me pongo demasiado roja, estos días nos hemos excedido de calor, por eso, odio el sol.A eso se debía lo rojo de mi cara, demasiado calor, que ya era insoportable, quería refrescarme un poco, ir a algún lado y mojarme las manos y la cara, estaba ardiendo por el calor.–No es eso Alondra y no quiero asustarte, pero la cara se te ve, realmente mal – Simone estaba realmente preocupada – Mira, no quiero ser aguafiestas, pero no creo que debamos ir con los Hernández, tenemos que ir a que te den atención médica.Tanto así, yo me sentía normal como otras veces que se me había puesto la cara roja, no era para que se pusiera de esa forma, ya quería buscar algo para ver mi cara, pues no era nada nuevo para mí, y ya le había dicho por qué
Capítulo 137. La última esperanzaNarra David De María RamírezLos días que estuve en Ciudad de México, fueron agridulces. Por un lado, me sentía feliz de estar de nuevo en esta tierra que yo amaba tanto y compartiendo con toda la familia de mi madre, con la que hacía mucho que no compartía y, por otro lado, me sentía hecho pedazos al saber que Alondra, que la mujer que amo, que mi consentida, es feliz al lado de ese tal Batman.Para colmo, cada día me costaba más, estar aguantando así sin ingerir nada de droga que sentía volverme loco y mi madre, empezó a cuestionarme, pues creo que notaba mi ansiedad.–David, te noto muy extraño hijo y eso me lleva a pensar que, a ti, te pasa algo – Mi madre me miraba buscando respuestas – Espero sinceramente, que no sea que de nuevo estás con lo de Alondra, eso no es sano hijo y tú lo sabes.Son tantas cosas que lo de Alondra era una de ellas, pero también me tenía así lo de mi tío, esta sería la última vez que lo iba a ver, era triste saber que me
Capítulo 138. Una vida se apagóNarra David De María RamírezEn definitiva, aunque no sabemos qué día nos va a tocar morir, ya mi tío ha sido desahuciado y de un momento a otro ya no estará con nosotros, se irá dejando un gran vació en los corazones de todos lo que lo amamos.–La vida se trata de eso, David. De perder, pero también de ganar – Mi tío se puso serio – Yo ya voy de salida en tu vida, pero no sabes si eso te traiga después a un nuevo amor de tu vida, la vida te quita a alguien y te recompensa siempre con otro alguien.Yo ya no tenía ninguna oportunidad para el amor, solo una sola vez he amado, no creo que exista alguien que me dé lo que me dio mi consentida, no me puedo ver con otra mujer en una relación como la que tuve con ella, es única, nadie la va a poder reemplazar–No tío, yo no tendré un nuevo amor en mi vida – Me negué aferrándome a su mano – No puedo amar a ninguna que no sea ella, no puedo tener a otra mujer que sea mi consentida.No había más nada que decir, ya
Capítulo 139. La llegada de CarmenNarra Alondra Ferreyra PérezPasaron dos semanas después del evento en las que no volví a ver a Carmen, en las que no podía ir al Tec y en las que seguía con eso tan feo en mi cara que solo verme al espejo, me daba pavor y me daba también demasiado asco. Era un asco mortal, lo que eso me provocaba. Me sentía un verdadero monstruo y lo que era peor, ya no era solo la cara, era el cuello, mis piernas y hasta mis manos y mis pies.–Alondra, mi amor, hoy llega tu mamá – Me dijo mi Batman – Ella, sabrá a qué doctor llevarte, porque ya hemos recorrido muchos lugares y no se te quita esa erupción con nada.El asunto estaba terrible, no quería que nadie me viera, no quería salir, me sentía de lo peor, y ninguno de los doctores sabía que era lo que había provocado esta reacción, y todo el cuerpo ya lo tenía invadido de las ronchas, que cada día veía que salían más.–Lo sé, mi amado Batman – Lloré desconsolada – No sé, que sea esto que tengo. No es dermatitis,
Capítulo 140. La vista de AxelNarra Alondra Ferreyra PérezNo pude más y me rompí, no sabe cuánto necesité que estuviera aquí, aunque mi Batman había estado a mi lado todo este tiempo, también había necesitado la presencia de Carmen, ella tiene la magia de poder calmarme y solucionar las cosas. La quiero demasiado por estar siempre para mí.–No llores hija – Dijo Carmen angustiada y a nada de llorar – Debiste llamarme, para que recibieras atención médica, te hubiera canalizado con alguno de los médicos que conozco, hija, se te ve muy rara la cara, pues no se ven como ningunas ronchas que yo viera antes.Eso es lo más extraño, los doctores no saben con qué compararlo, era un dilema que no tenía solución, y lo peor del caso es que ya no sé a dónde más ir, ni siquiera un dermatólogo sabe que es, eso es más agobiante para mí y para todos. Ya quería salir de esto, que se fueran para siempre.–Mi Batman, me llevó como con 6 doctores diferentes – Dije desesperada – El problema que nadie sab
Capítulo 141. Un amigo caninoNarra David De María RamírezMe estaba muriendo en vida, me estaba apagando por completo y el dolor acechaba cada parte de mi ser, de mi cuerpo, de mi alma y de mi mente. Aparte del dolor que me produjo la muerte de mi tío al que yo amaba demasiado, ahora también estaba el dolor de saber que estuve en México y que no fui capaz de ir a luchar por el amor de mi Alondra. Imaginaba sus ojos, sus labios, su piel y aún podía sentir sus besos y el sabor de sus labios. Estaba perdido en el recuerdo de la mujer de mi vida, cuando llegó mi colega.–Colega, siento mucho lo de tu tío Humberto, es muy duro lo que te pasa – Me dio el pésame – Ya llamé a Carmelita para darle mi pésame.Una pérdida muy dolorosa para toda la familia, pues vimos cómo se fue deteriorando su salud y en tan poco tiempo se nos fue, el tío Humberto fue una persona muy querida, no solo por nosotros sus familiares, sino también por muchas personas más, sus amigos también estaban lamentando su pér
Capítulo 142. En muy buenas manosNarra David De María Ramírez–Tranquila, por favor – La mantuve en mis brazos y acaricié su espalda – No estás, sola si quieres me voy contigo a Santillana del mar o lo traemos a Madrid a que le den una mejor atención.Es en lo que debió pensar primero, nosotros acá no podemos hacer nada por él, hay que trasladarlo para que lo operen de ser posible, yo sé cómo se pone la gente con sus mascotas, pues son un miembro más de su familia.–Ya es tarde para traerlo, pero ya lo he internado en una veterinaria de allá de Santillana del Mar – Dijo desconsolada – Lo están preparando para una cirugía y yo, me he desecho de varias pertenencias caras, pero temo que ni con eso pueda pagar su cirugía y no quiero perder a mi mejor amigo.Ella no lo iba a perder, me hubiera pedido el dinero y yo se lo hubiera depositado o enviado, no sé, pero no todo estaba perdido, teníamos que luchar por el amigo canino de Paloma, teníamos que actuar rápido e irnos a Santillana del m