Me levanto de la cama y me quito la camisa dejando al descubierto mi pecho y mis abdominales. Ella prácticamente babea al verme y mi lobo básicamente ronronea por el hecho de que se siente tan atraída por mí. Cojo mis pantalones y los dejo caer fácilmente al suelo. La carpa en mis bóxers es muy obvia y el rubor acalorado de Bella arde con fuerza cuando no puede evitar mirar.

- ¿Vas a ser una buena chica y chuparme?

Ella inconscientemente se lame los labios y no puedo evitar el gruñido que resuena en la habitación. El solo pensamiento de su cálida y húmeda boca alrededor de mi polla me tiene más duro que nunca en mi vida y ni siquiera me ha tocado todavía. Ella asiente con la cabeza y se sienta en la cama. Me paro frente a ella, mirándola mientras se acerca lentamente a mí, casi vacilante. Los lados dominante y gentil de mí luchan entre sí hasta que mi lado gentil gana. La atraigo hacia mí para darle un abrazo. Mi nariz se hunde en su cuello como siempre, mientras la