Llegamos al comedor donde se sienta un buen grupo de personas. Una variedad de platos se extienden por toda la mesa, todo intacto. Casi parece que están esperando a alguien.

Cuando todos se paran y nos miran me doy cuenta de que están esperando a alguien: él. Travis camina tranquilamente hacia el final de la mesa y saca una silla para mí, luego se sienta.Una vez que nos sentamos, todos los demás nos siguen. Como si fuera una señal, todos toman varios tazones y platos y comienzan a servirse. Estoy tan abrumada con la selección de alimentos que me quedo quieta mientras permanezco parcialmente en estado de shock. Nunca antes había visto tanta comida a la vez. 

Los olores que provienen de la comida son increíbles. ¡No sé qué elegir!

La suave risa de Trav me saca de mi competencia de mirar fijamente la comida. Él sonríe, se inclina sobre la mesa y me sirve un poco de cada plato. Le digo que deje de servirme más comida, pero él me ignora y continúa llenando mi