NinaNo podía contener la tormenta de emociones que se desataba en mi interior.Pensar que mi propio padre desconfiaba tanto de mi juicio como para contratar a un espía que me siguiera a todas partes me hacía sentir casi enferma y, además, me hacía empezar a cuestionarme todo lo que veía y escuchaba
NinaEnzo y yo salimos a toda prisa del remolino de colores para entrar en el tranquilo bosque de Montaña Vista. El cielo iluminado por la luna y el aroma familiar de los pinos debieron ser un alivio, pero no lo fueron. En lugar de eso, mi estómago se revolvió dentro de mí y mi cabeza dio vueltas, a
NinaFinalmente, apareció la puerta de los túneles. Estaba escondida en el bosque, no lejos de donde entramos por el portal, y cubierta de hojas y agujas de pino. Nadie venía nunca por aquí, y si lo hacían, no le prestaban atención; a simple vista, no era más que una compuerta que conducía a un refu
EnzoCuando vi a Matt salir de la habitación sin decir una palabra, supe lo que le pasaba; era la fiesta de antes.Seguía enfadado, probablemente por muchas cosas, una de ellas el momento en que lo presenté como mi amigo y no como mi Beta. Fue un momento de debilidad, un momento de vergüenza. No lo
NinaLa habitación se puso tensa cuando Enzo se fue a hablar con Matt, dejándonos solo a Lori, Jessica, Luke y a mí."Caray", dijo Luke una vez que estuvimos solos. "¿Todo bien?".Suspiré, encogiéndome de hombros. Fuera lo que fuera lo que pasaba entre Matt y Enzo, era entre ellos, y yo no iba a ent
EnzoRecuerdo perfectamente esa mañana, la luz del sol filtrándose a través de las cortinas mientras me sentaba en la mesa de la cocina con el celular en la mano. Era un día cargado de decisiones, de esas que podían alterar el curso de mi vida.La fiesta del Festival de la Diosa de la Luna tuvo luga
NinaEsa mañana me desperté con la misma sensación de calma que sentí durante los dos últimos días. Los primeros rayos del sol de la mañana empezaban a entrar por la ventana de nuestro dormitorio, proyectando un cálido resplandor amarillo sobre la habitación.Siempre me gustó despertarme en esta hab
Nina"¿Nina y Enzo?".Enzo y yo levantamos la mirada, aliviados y nerviosos a la vez al ver a la enfermera de pie en la puerta. Respiré hondo y me levanté, sujetándome nerviosamente el vientre que apenas se me veía. Sin embargo, a pesar de mis reservas, la enfermera parecía una joven amable y me ded