Nina"¿Alguien más huele a... humanos?".Cuando la voz del hombre lobo se elevó por encima del ruido, Lori levantó la cabeza, con los ojos abiertos de miedo. Matt, Enzo y Jessica se dieron cuenta y supe que teníamos que actuar rápido. Nadie sabía aún exactamente de dónde venía el olor, así que tenía
Nina"¡Hay humanos entre nosotros, camuflados!".Yo estaba parada allí, con el corazón latiéndome a toda velocidad, mientras el hombre delgado sostenía el frasco de perfume por encima de su cabeza para que todos a nuestro alrededor lo vieran. Maldije en voz baja al ver que algunos asistentes a la fi
NinaLa puerta de la habitación se abrió y Lori y yo entramos corriendo, sintiendo un gran alivio cuando escapamos del caos que se formó en la fiesta. De algún modo, logramos salir sanos y salvos de la sala de banquetes, aunque el corazón me latía con fuerza sabiendo que dejé a Enzo allí abajo.Matt
EnzoNina salió corriendo de la habitación como un torbellino, dejándonos a Aldric, a su madre y a mí parados ahí a su paso. Estaba furioso, con las manos cerradas en puños a los lados. El hecho de que Aldric enviara espías para vigilarnos en Montaña Vista era una cosa, pero la forma en que le habló
NinaNo podía contener la tormenta de emociones que se desataba en mi interior.Pensar que mi propio padre desconfiaba tanto de mi juicio como para contratar a un espía que me siguiera a todas partes me hacía sentir casi enferma y, además, me hacía empezar a cuestionarme todo lo que veía y escuchaba
NinaEnzo y yo salimos a toda prisa del remolino de colores para entrar en el tranquilo bosque de Montaña Vista. El cielo iluminado por la luna y el aroma familiar de los pinos debieron ser un alivio, pero no lo fueron. En lugar de eso, mi estómago se revolvió dentro de mí y mi cabeza dio vueltas, a
NinaFinalmente, apareció la puerta de los túneles. Estaba escondida en el bosque, no lejos de donde entramos por el portal, y cubierta de hojas y agujas de pino. Nadie venía nunca por aquí, y si lo hacían, no le prestaban atención; a simple vista, no era más que una compuerta que conducía a un refu
EnzoCuando vi a Matt salir de la habitación sin decir una palabra, supe lo que le pasaba; era la fiesta de antes.Seguía enfadado, probablemente por muchas cosas, una de ellas el momento en que lo presenté como mi amigo y no como mi Beta. Fue un momento de debilidad, un momento de vergüenza. No lo