NinaMi mano temblaba cuando me separé de Enzo, observando cómo un montón de emociones cruzaban su rostro. Todavía estaba conmocionada; se estremeció por mi tacto.Pero, ¿por qué? Nunca le he puesto un dedo encima. Y sin embargo, allí estaba él, el hombre que era lo bastante fuerte como para luchar
NinaMis ojos se abrieron de par en par cuando Enzo pronunció esas palabras."No estoy del todo seguro de si voy a aceptar este trabajo después de todo".No tenía ningún sentido. Enzo estaba tan emocionado con este trabajo desde el principio y ahora cambiaba de opinión de repente. Algo sucedió mient
Nina"Es Mila, ¿verdad?".No sabía por qué, exactamente, su nombre me vino a la mente. Era como si lo supiera; tal vez por la extraña forma en que se comportaba conmigo, o por el modo en que coqueteó descaradamente con mi propio esposo enfrente de mi cara.Pero no tenía sentido que ella lastimara a
Nina"No puedo mentirte más. Te diré todo, Nina".Mientras Enzo hablaba, sentí una combinación de temor y alivio apoderarse de mí. No quería creer que mi esposo me engañara, pero todos los signos apuntaban a eso. Y sin embargo, algo me decía que lo escuchara, porque tal vez tenía razón; tal vez esto
EnzoEl aire de la noche era ligeramente fresco cuando salí, un respiro bienvenido después de la incomodidad del dormitorio.Mientras me dirigía hacia los extensos jardines que rodeaban la casa, las palabras de Nina resonaron en mi mente."No es tu carga", me dijo. "No tienes que sufrir en silencio"
NinaAbrí los ojos en la habitación poco iluminada cuando escuché el suave crujido de la puerta del dormitorio. Una pizca de luz de luna entraba en la habitación y revelaba la silueta de Enzo, que volvía a la cama silenciosamente.Se movía despacio y con cuidado, sin querer despertarme, pero yo ya e
NinaLa suave luz de la mañana se filtraba a través de las cortinas, arrojando un cálido resplandor sobre el dormitorio. Abrí los ojos y sentí el peso familiar de los brazos de Enzo rodeándome. Su respiración era lenta y constante alrededor de mi cuello, una presencia reconfortante que nunca dejaba
NinaDespués de desayunar té y tostadas, Enzo estaba ocupado preparando sus próximas llamadas telefónicas y mi madre no aparecía por ninguna parte, así que decidí dar un paseo por los terrenos de la mansión en busca de la piedra o la flor perfectas para el próximo Festival de la Diosa de la Luna.Mi