NinaMientras miraba a Enzo alejarse, su figura retrocediendo por el pasillo del hospital, una punzada de culpa me atormentaba por dentro.Sabía que yo era la culpable de la ruptura entre nosotros por mi decisión impulsiva de realizar la ceremonia de Reclamación en Jessica sin consultarlo con él. No
Nina"Jessica... Ahora eres un hombre lobo".Mientras pronunciaba esas palabras, sentí como si todo el aire hubiera sido succionado de la habitación. No estaba segura de cómo reaccionaría Jessica; tener un accidente grave como el que tuvo ella, despertarse y descubrir que ya no era humana, era un ca
Nina"Oh, está despertando"."Gracias a Dios. Nos asustó por un momento...".Mientras recuperaba lentamente la conciencia, el mundo a mi alrededor se convirtió en un borrón de formas, colores y sonidos. Todo era ruidoso, brillante y abrumador. Me dolía la cabeza y sentía el cuerpo pesado, como si hu
NinaDebí de caer en un sueño ligero en algún momento, porque el sonido de unos golpes insistentes en mi puerta me sacó de la bruma de los sueños.Parpadeé, desorientada, y miré el reloj de la mesita de noche. Eran más de las dos de la tarde. No me di cuenta de que llevaba tanto tiempo dormida."Pas
NinaAhora que mi madre salió de la habitación, solo quedábamos la bruja Elara y yo. Ella me miraba con esos profundos ojos esmeralda, con expresión seria.Me quedé mirándola, con los ojos muy abiertos. Acababa de decirme que aparentemente estaba libre de maldiciones y que mi bebé estaba sano, pero
NinaCuando Enzo y yo finalmente nos separamos, su mirada se posó en el montón de frascos y talismanes que estaban a mi lado en la cama. Frunció el ceño y se sentó."¿Para qué es todo eso?", preguntó.Respiré hondo y empecé a contarle todo lo que me dijo la bruja Elara. Enzo escuchaba atentamente, y
NinaCuando Enzo y yo nos separamos de nuestro abrazo, el reloj marcaba más de las cuatro. Empezaba a sentirme inquieta, pero Enzo estaba profundamente dormido. Los dos nos quedamos dormidos otra vez, aunque Enzo estaba más profundamente dormido que yo.Con un suave suspiro, me separé con cuidado de
NinaMi mano temblaba cuando me separé de Enzo, observando cómo un montón de emociones cruzaban su rostro. Todavía estaba conmocionada; se estremeció por mi tacto.Pero, ¿por qué? Nunca le he puesto un dedo encima. Y sin embargo, allí estaba él, el hombre que era lo bastante fuerte como para luchar