NinaEl tictac del reloj del aula resonaba con un ritmo incesante.Cada segundo era un latido más cerca del final del examen y de la libertad. El invierno fue muy frío y el semestre de primavera agotador. Pero en ese momento, en esa inmensa sala con su intenso silencio, estaba preparada para dar un
"Tendremos que ir todas", dijo Lori, acomodándose un mechón de pelo negro detrás de la oreja. "Cerrar el semestre con una buena nota".Las palabras de Lori eran agridulces. Porque sin que nadie lo supiera, Enzo tenía un anuncio que hacer. Un anuncio grande, enorme, que cambiaría su vida. Y estaba de
NinaEnzo se apoyó pesadamente en el divisor, mirando en silencio el hielo."¿Enzo?", le pinché, levantándole la barbilla para que me mirara. "Dime que hiciste el anuncio"."Yo...". Se aclaró la garganta y sus ojos castaños se movieron algo nerviosos. "Tal vez. Algo así".Me crucé de brazos. Era un
"¡Nina! ¡Enzo!". La voz de Matt resonó en la arena, llena de su característica exuberancia.Miré a Enzo y enarqué una ceja mientras ambos nos girábamos para saludarlo. Matt, todo un atleta, estaba vestido con su atuendo habitual del campus, una camiseta sin mangas que dejaba ver sus brazos bien defi
NinaEl tono cálido y dorado de las luces del tocador proyectaba un suave resplandor sobre mi reflejo, destacando las suaves ondas de mi pelo negro y el discreto ahumado de ojos que había conseguido después de tres intentos fallidos. Mis dedos trabajaron meticulosamente mientras me aplicaba el toque
NinaLa sala estaba llena de conversaciones y risas, y en las paredes resonaban las alegres celebraciones del final del semestre. Mis amigos, a muchos de los cuales conocía desde el primer año, estaban por todas partes, algunos sentados en los lujosos sofás, otros reunidos en animadas discusiones al
EnzoEl ambiente ruidoso de la fiesta me rodeaba, las conversaciones se mezclaban en un suave murmullo. Pero mientras levantaba mi copa, listo para hacer mi anuncio, mi mente empezó a vagar a un tiempo no muy lejano. Sentí que se me hacía un nudo en la garganta, sabiendo hasta qué punto esta revelac
"Es este asunto del entrenamiento", admití, con la mirada fija en el horizonte. "Por un lado, es una oportunidad única en la vida. Pero por otro...". Mi voz se entrecorta, pero las palabras no pronunciadas pesan mucho entre nosotros. La idea de separarme de Nina, aunque solo fuera por unos meses, er