NinaEnzo y yo volvimos a casa después de visitar la casa de su padre. Mientras conducíamos hacia casa, el frío viento nocturno me daba en la cara en la parte trasera de la moto de Enzo y la luna creciente amarilla brillaba sobre nosotros. Ver la casa del padre de Enzo saqueada de esa manera me lle
NinaUno por uno, todos atravesamos el portal y entramos en el reino de los hombres lobo.Cuando salimos por el otro lado, estábamos de nuevo en el bosque. Inmediatamente reconocí el lugar por el que salimos del portal como el mismo donde acampamos mis amigos y yo cuando buscábamos a Enzo. Estaba in
NinaMientras mirábamos la escena frente a la mansión del Rey Alfa, me di cuenta de que los nuevos reclutas estaban nerviosos por lo que se aproximaba. Era la primera vez que experimentarían un combate real, y no los culpaba por estar aterrorizados. Yo también estaba asustada. Los salvajes genéticam
NinaCuando me detuve dolorosamente al pie de la escalera, la batalla a mi alrededor continuó. Luke cayó a mi lado, inmóvil tras su caída por las escaleras. Lentamente me puse de rodillas y miré hacia arriba para ver que Luna caminaba hacia mí.Y detrás de ella, Lori y Jessica estaban suspendidas en
NinaLuna me tendió su mano pálida y fantasmal con la promesa de dejar que mis amigos y el pueblo de Montaña Vista sobrevivieran siempre y cuando yo aceptara convertirme en su marioneta. Extendí la mano para cogerla a pesar de que todo en mí me decía que no lo hiciera; pero tenía que intentar salvar
Nina¿Por qué no me estaba muriendo todavía?Selena había muerto a manos de Luna. La profecía predecía que un gemelo no debía vivir sin el otro... Pero yo me sentía bien. Selena había muerto y yo seguía en pie. Miré a Enzo, que me devolvió la mirada con la misma sorpresa, confusión y alegría.De rep
NinaPlaneaba hablar con mi padre el día siguiente, cuando me sintiera mejor. Pero por ahora era tarde y necesitaba descansar.Cuando mi padre se fue, Enzo se relajó a mi lado. Parecía un poco territorial después de todo lo que había pasado, y no lo culpaba. Pero al mismo tiempo, me hizo preguntarme
NinaA la mañana siguiente, finalmente me reuní con mi padre por primera vez. No en un estado de grave estrés o peligro, sino...En el desayuno.Enzo y yo entramos juntos al gran comedor y vimos una larga mesa de castaño, en un extremo de la cual había una impresionante variedad de alimentos aromáti