NinaLuke y Matt decidieron turnarse para vigilar a Selena. No creía que fuera capaz de hacer gran cosa, y parecía que mis palabras sobre la Luna le abrieron los ojos un poco, pero aun así me alegré de tener a mis amigos cerca para que me ayudaran con eso. Lo haría yo misma, pero estaba completament
Bajó la mano y me levantó la camisa que llevaba puesta. Su dedo recorrió mi ropa interior y me hizo estremecer. Ya estaba empapada antes de que me tocara, y sonrió al mirarme."Sí que me extrañaste, ¿eh?", preguntó con esa sonrisa suya que no veía desde hace tiempo.Asentí con la cabeza, mordiéndome
NinaLa mañana siguiente, después de pasar la noche en el apartamento de Enzo, me desperté con una nueva sensación de vida. A pesar de la falta de sueño, sorprendentemente salté de la cama antes de que sonara el despertador. Enzo me encontró después de un momento en la cocina, preparando café y desa
EnzoComo si no estuviera ya lo suficiente sorprendido por la repentina energía y motivación de Nina, ella nos cuenta sus planes para ayudar a Selena a matricularse en algunas clases.Al principio, tuve que admitir que esta decisión me enfadó mucho. Después de todo, Selena convirtió nuestras vidas e
NinaSin decir una palabra, Selena hizo un sonido de jum y se fue por el pasillo. Enzo soltó un leve suspiro y fue a seguirla, pero yo lo detuve con el brazo y negué con la cabeza."No pasa nada", dije, mirando cómo desaparecía al doblar una esquina. "Luke la vigilará. Además, ¿adónde iría?".Enzo s
Nina"Está bien", dijo Enzo, mostrándome una pequeña sonrisa mientras se sentaba frente a mí. "Confío en ti. Y creo que jugaré hockey esta noche".Las palabras de Enzo hicieron que mi corazón saltara en mi pecho. Estaba tan feliz de que estuviera dispuesto a volver a jugar hockey. Aunque el mundo fu
Nina"Déjame enseñarte a patinar".Abrí los ojos ante las palabras de Enzo. Acababa de patinar en círculos alrededor de la pista con él después de patinar solo una vez antes, y no me caí ni una sola vez. Pero nunca pensé en patinar en serio. De hecho, ni siquiera consideré que el hockey o el patinaj
NinaEnzo y yo nos miramos, con los ojos muy abiertos y la boca abierta."¿Cuánto falta para que lleguen?". Preguntó Enzo, saliendo rápidamente de la pista y acercándose al banco para quitarse los patines. Yo lo seguí, aunque cuando intenté desatarme los patines, me temblaban tanto las manos que ape