James no contestó de inmediato. Se detuvo unos instantes, sin pestañear, luego se aclaró la garganta y abrió la boca para hablar... pero antes de que saliera nada, sus ojos captaron algo detrás de mí y volvió a cerrar la boca. Sentí una mano en el hombro y levanté la vista para ver a Enzo a mi lado
EnzoAl leer la carta que cayó del bolsillo de James, mis ojos se abrieron de par en par. Siempre supe que ese tipo no estaba de acuerdo con algo, y había estado actuando de forma extraña desde que se filtró mi información. La información que se filtró incluía los archivos de mis pruebas de aptitud
EnzoEnzo y yo casi nos besamos. Pero no lo hicimos. Se apartó antes de que pudiéramos hacerlo. Entendí por qué lo hizo, pero aun así me dolió. Por lo menos, aunque se marchó casi inmediatamente después, le hice prometer que no le haría daño a James; quería llegar al fondo del asunto antes de hacer
Me desperté sobresaltada con el sonido del profesor, dejando caer un libro de texto sobre mi mesa y las risas silenciosas a mi alrededor. “¿Cansada, Señorita Harper?”, preguntó el profesor. Parpadeé y me froté los ojos. “Lo siento mucho”, dije. “No he dormido mucho...”. “En esta clase no hay excu
NinaPara cuando llegó el simposio, llevaba unos días esforzándome al máximo por centrarme únicamente en mi presentación. Decidí que no podía dejar que mis sentimientos por Enzo afectaran mis notas, del mismo modo que él no podía dejar que sus sentimientos por mí afectaran su rendimiento en el torne
"No creerás que...", empecé, con la voz entrecortada.Enzo se encogió de hombros. Al hacerlo, un par de estudiantes apartaron rápidamente la mirada. Me pregunté si vieron el proyecto y empezaron a hacerse ideas."Creo que no quiere ser un hombre e intentar matarme él mismo, así que está intentando i
NinaLa cafetería estaba poco iluminada y tranquila cuando llegué, pero también cálida y acogedora: el ambiente perfecto para trabajar en mi redacción. Tomé un café rápido para calmar la constante sensación de agotamiento por no dormir bien antes de dejar mis cosas en una mesa de la esquina y ponerm
"Lo siento", le dije, acercándome a él y observando cómo cojeaba hasta el asiento y se hundía derrotado. "¿Estuviste entrenando tan duro todo el día?".Se encogió de hombros. "Mañana tengo otro partido y mis habilidades están disminuyendo. Seguiría practicando si no acabara de romperme el palo".Me