Me desperté sobresaltada con el sonido del profesor, dejando caer un libro de texto sobre mi mesa y las risas silenciosas a mi alrededor. “¿Cansada, Señorita Harper?”, preguntó el profesor. Parpadeé y me froté los ojos. “Lo siento mucho”, dije. “No he dormido mucho...”. “En esta clase no hay excu
NinaPara cuando llegó el simposio, llevaba unos días esforzándome al máximo por centrarme únicamente en mi presentación. Decidí que no podía dejar que mis sentimientos por Enzo afectaran mis notas, del mismo modo que él no podía dejar que sus sentimientos por mí afectaran su rendimiento en el torne
"No creerás que...", empecé, con la voz entrecortada.Enzo se encogió de hombros. Al hacerlo, un par de estudiantes apartaron rápidamente la mirada. Me pregunté si vieron el proyecto y empezaron a hacerse ideas."Creo que no quiere ser un hombre e intentar matarme él mismo, así que está intentando i
NinaLa cafetería estaba poco iluminada y tranquila cuando llegué, pero también cálida y acogedora: el ambiente perfecto para trabajar en mi redacción. Tomé un café rápido para calmar la constante sensación de agotamiento por no dormir bien antes de dejar mis cosas en una mesa de la esquina y ponerm
"Lo siento", le dije, acercándome a él y observando cómo cojeaba hasta el asiento y se hundía derrotado. "¿Estuviste entrenando tan duro todo el día?".Se encogió de hombros. "Mañana tengo otro partido y mis habilidades están disminuyendo. Seguiría practicando si no acabara de romperme el palo".Me
NinaEnzo y yo dimos vueltas sobre el hielo y nos reímos juntos hasta que nos mareamos tanto que perdimos el control y nos caímos. Eso nos hizo reír aún más y, cuando recuperé la compostura, me apoyé en las palmas de mis manos y no pude evitar sonreírle a Enzo.Él también me sonrió. Por un segundo,
Se me escapó un pequeño suspiro mientras miraba. Permanecieron así durante un tiempo, mostrando en silencio su solidaridad con Enzo en el centro de la fila. Miraron en silencio a los protestantes hasta que éstos fueron finalmente escoltados fuera por los guardias de seguridad.El resto de la multitu
NinaDe la nada, Enzo me besó.Me besó fuerte y rápido, y terminó tan rápido como empezó. Seguí agachada frente a él, parpadeando, aturdida mientras procesaba lo que acaba de suceder.Sus manos, que sujetaba a ambos lados de mis mejillas, cayeron a sus costados. Se puso de pie de repente, alejándose