Miré mi cerveza y fruncí el ceño. Jessica tenía razón, pero la cerveza no iba a ser suficiente... no con la manera en que me estaba tratando Justin esta noche. Sugerí: "¿Qué tal vodka?". Los ojos de Jessica se iluminaron y se giró hacia el grupo, levantando la voz para gritar. "¡Oigan todos!",
NinaEnzo debió de notar la expresión de mi cara cuando finalmente lo reconocí, porque sonrió satisfecho y me ofreció una servilleta. "Se te corrió el maquillaje". Me sonrojé y tomé la servilleta de su mano, usándola para limpiarme el maquillaje mientras Enzo seguía mirándome fijamente. "¿Una noc
Después de besarnos, me rodeó la cintura con los brazos y me levantó. Yo le rodeé con las piernas mientras me llevaba a su habitación. Nuestros labios chocaron durante todo el camino. Le mordí el labio inferior, lo que lo hizo gemir, y cuando entramos en su habitación, que estaba poco iluminada, cer
NinaEran casi las cuatro de la mañana cuando finalmente regresé a mi dormitorio. Jessica y Lori ya estaban dormidas en sus habitaciones a juzgar por lo oscuro y silencioso que estaba todo. La suite estaba hecha un desastre por la fiesta y sin duda pasaríamos el día siguiente limpiando, pero yo esta
"Sí", respondió él. "Aunque no es tan emocionante cuando ya sabemos que vamos a aplastar al otro equipo. Espero que nos den una buena pelea". Jessica soltó una risita como una adolescente inmadura. Me arriesgué y levanté la vista, esperando ver a Enzo alejándose, pero en su lugar me encontré con su
NinaEntramos en el estadio, que ya estaba lleno de estudiantes entusiasmados. La mitad del estadio estaba reservada para nuestra universidad, mientras que la otra mitad estaba reservada para la otra universidad. Los colores de nuestra universidad eran el burdeos y el dorado, y los de la otra era el
"Espero que no se lastime", dijo otra chica a mi lado, incorporándose en su asiento para ver por encima de alguien que teníamos delante. Enzo marcó un gol y, de repente, el capitán del otro equipo tiró su palo de hockey y su casco al hielo y se lanzó sobre Enzo. El público jadeó mientras estos se p
NinaJusto como pensaba, Jessica llegó a casa una hora más tarde con el ceño fruncido. "¿Adónde te fuiste?", me preguntó. Estaba sentada en el sofá con un libro cuando ella llegó. Levanté la vista y por suerte, ya había preparado una excusa de antemano. "Me dio dolor de estómago", respondí. "Tal