Narra Lucas
Mientras daba la clase, mi mirada se cruzaba de vez en cuando con la de Isabella. Desde el primer momento en que la vi, supe que había algo especial en ella. Me pareció hermosa, con sus cabellos dorados y su piel blanca como la leche, y sus ojos azules como el océano. Cada vez que pensaba en ella, mi corazón latía con prisa. Solo quería volver a encontrarme con ella, pero no esperaba que fuera mi alumna.
Al finalizar la clase, esperé a que los demás estudiantes salieran y decidí llamarla. Ella estaba por salir con su amiga.
- Señorita Castillo, ¿me concedería un segundo de su tiempo, por favor? - pregunté con nerviosismo.
- Sí, por supuesto - respondió ella. Luego se dirigió a su amiga y le dijo: - Te veo luego - Su amiga asintió y salió del aula.
- Quería decirte que ya no somos desconocidos. ¿Podrías darme tu número ahora? - pregunté, tratando de ocultar mi entusiasmo por volver a verla.
- Ya te dije que yo me encargaré - respondió ella con seriedad. - No necesitas preocuparte.
Me sorprendió su respuesta, pero al mismo tiempo, admiré su independencia y determinación. Aunque quería ayudarla, entendí que ella quería manejar las cosas por sí misma.
- Está bien, entiendo - dije con una sonrisa. - Pero si necesitas cualquier cosa, no dudes en decírmelo.
Isabella asintió y se despidió amablemente antes de salir del aula. Mientras la veía alejarse, mi corazón se llenaba de emociones encontradas. Sabía que tenía que mantener una distancia profesional como su profesor, pero no podía evitar sentirme atraído por ella.
Después de la universidad, quedé con un amigo para ir al cine. Pasé por un centro comercial y, para mi sorpresa, vi a Isabella y su amiga Anabella. Decidí frenar el auto y bajar.
Isabella me miró sorprendida cuando me vio salir del auto.
- Hola chicas - dije sonriendo.
- Ho... Hola, profesor - dijo Isabella, tartamudeando nerviosa.
Su amiga la observó, como si estuviera pensando en algo.
- Hola, Isabella - dije sonriendo - y hola...
- Anabella - dijo su amiga, completando la frase, notando que me había olvidado.
- ¿Qué... qué hace aquí, profesor? - dijo Isabella, tartamudeando nerviosa.
- Estoy esperando a un amigo - dije sonriendo.
- Bella - dijo su amiga - Me esperas aquí, voy al baño.
- Está bien, Ana - dijo Isabella.
Su amiga se fue.
- Bueno, profesor - dijo Isabella - Que tenga un bonito día.
Estaba por irse, pero la detuve.
- ¿Quieres que te acompañe mientras llega tu amiga? - dije - Te invito un helado.
Pareció pensarlo un momento.
- Está bien - dijo - Acepto el helado porque tenía antojo.
Fuimos a comprar dos helados de chocolate y nos sentamos a conversar.
- Y dime, ¿te gusta la música? - pregunté.
- Sí, me gusta. Siempre me ha gustado - respondió ella con un brillo en su mirada.
Comenzamos a conversar sobre nuestros sueños y ella hablaba apasionadamente sobre su amor por la música. Me fascinaba escucharla y ver la pasión que emanaba de sus palabras.
- Isabella, puedo ver en tus ojos cuánto amas la música. Es maravilloso tener una pasión tan profunda por algo - dije, con admiración en mi voz.
Ella sonrió tímidamente y asintió.
- La música es mi escape, mi forma de expresarme y conectarme con el mundo. Es como si cada nota y cada melodía pudieran transmitir emociones que las palabras no pueden describir - dijo, con una chispa de emoción en sus ojos.
Me sentí inspirado por su pasión y compartí mis propios sentimientos hacia la música.
- Para mí, la música es un lenguaje universal. Puede unir a las personas, transmitir emociones y contar historias. Es algo mágico y poderoso - dije, con sinceridad.
Continuamos conversando mientras disfrutábamos nuestros helados. La conexión entre nosotros se fortalecía a medida que compartíamos nuestras experiencias y sueños relacionados con la música.
- Isabella, me encantaría escuchar alguna de tus composiciones algún día. Estoy seguro de que tienes un talento increíble - dije, con entusiasmo.
Ella sonrió, visiblemente emocionada por la idea.
- ¡Claro! Me encantaría compartir mi música contigo. Sería un honor tener tu opinión y consejos como profesor - respondió, con gratitud en su voz.
A medida que continuamos nuestra conversación, el tiempo pareció detenerse. Nos sumergimos en nuestras historias y sueños, creando un vínculo especial que iba más allá de la relación profesor-alumna. En ese momento, solo éramos dos amantes de la música, compartiendo nuestra pasión y nutriéndonos mutuamente.
Después de nuestra conversación, llegó su amiga.
- Bella, por fin te encontré - dije, agradecido por haber cuidado de ella, dirigiéndome a Isabella.
- No hay de qué - respondí con una sonrisa.
- Nos vemos mañana, profesor - dijo Isabella, sonriendo.
- Hasta mañana, señoritas - respondí.
Las dos se despidieron y se fueron. Luego me dirigí al cine, donde me encontré con mi amigo Samuel y entramos a ver la película.
Durante la película, no podía dejar de pensar en Isabella. Su presencia y nuestras conversaciones llenaban mi mente, haciendo que me resultara difícil concentrarme en la trama de la película. Mis pensamientos se desviaban constantemente hacia ella, recordando su pasión por la música y la conexión especial que parecíamos tener.
- ¿Estás bien, Lucas? - preguntó Samuel, notando mi distracción.
- Sí, solo estoy un poco distraído. Hay algo en lo que he estado pensando - respondí, con sinceridad.
- ¿Algo relacionado con esa estudiante de la que me has estado hablando? - preguntó Samuel, con una sonrisa traviesa.
Asentí, sabiendo que no podía ocultar mi interés por Isabella.
- Sí, ella es increíble. Tiene una pasión y un talento por la música que me inspiran. No puedo evitar sentir una conexión especial con ella - confesé, con emoción en mi voz.
Samuel me miró, comprendiendo la profundidad de mis sentimientos.
- Lucas, solo te puedo decir que sigas tu corazón. Si esa conexión que sientes es real, no la ignores. La vida está llena de sorpresas y oportunidades inesperadas. Tal vez ella sea una de ellas - dijo, con sabiduría.
Sus palabras resonaron en mi mente mientras continuábamos viendo la película. Aunque no podía dejar de pensar en Isabella, también sabía que debía mantener una relación profesional con ella como su profesor. Sin embargo, la idea de que nuestras vidas se cruzaran de alguna manera fuera del aula me emocionaba y me llenaba de esperanza.
Al finalizar la película, salimos del cine y nos despedimos. Mientras caminaba hacia mi auto, sentí una mezcla de emociones: la emoción por la posibilidad de un futuro con Isabella y la incertidumbre de cómo se desarrollaría nuestra relación.
Conduje de regreso a casa, con la mente llena de pensamientos sobre Isabella y la música. Sabía que el camino que se extendía ante mí estaba lleno de posibilidades y desafíos, pero estaba dispuesto a seguir adelante y descubrir qué deparaba el destino.
Narra IsabellaAl día siguiente me desperté a las 6 am, pero me había costado conciliar el sueño la noche anterior. Estuve pensando en el Profesor Mendoza durante horas, su imagen y su voz resonaban en mi mente sin cesar.Su risa contagiosa, la pasión con la que enseña composición musical, y esos hermosos ojos cafés que parecen leer mi alma. Cada vez que pienso en él, mi corazón se acelera y siento mariposas en el estómago.Después de tender mi cama, me dirigí al baño y dejé que el agua caliente de la ducha calmara mis pensamientos. Mientras el agua caía sobre mi cuerpo, cerré los ojos e imaginé estar en una de las clases del Profesor Mendoza, aprendiendo y creciendo como músico.Una vez que salí de la ducha, envuelta en una suave toalla, me paré frente al espejo y me miré detenidamente. Mi reflejo mostraba una mezcla de emoción y nerviosismo. Sabía que hoy sería otro día emocionante en la Universidad Musical de Nueva York.Me vestí cuidadosamente, eligiendo un vestido floreado que re
Narra LucasEl día había llegado nuevamente, y me encontraba frente a mi clase de Composición Musical en la Universidad Musical de Nueva York. Aunque estaba emocionado por enseñar y compartir mi conocimiento con mis estudiantes, había algo que me distraía constantemente: Isabella.Desde el primer día que la vi en el campus, cuando nuestros autos chocaron torpemente, algo cambió dentro de mí. Su presencia era tan cautivadora que me resultaba difícil concentrarme en cualquier otra cosa. Cada vez que la veía en mi clase, mi corazón latía con fuerza y mi mente se llenaba de pensamientos sobre ella.Intentaba mantener la compostura y actuar como un profesor profesional, pero no podía evitar sentir una conexión especial con Isabella. Sus ojos brillantes y su pasión por la música despertaban algo dentro de mí, algo que no podía ignorar.Durante la clase, me esforzaba por enseñar y transmitir mis conocimientos, pero mi mente divagaba constantemente hacia Isabella. Su mirada atenta mientras ex
Narra IsabellaHoy amanece otro día emocionante en mi vida, lleno de posibilidades y oportunidades. Anoche, mientras intentaba conciliar el sueño, mi mente estaba llena de pensamientos sobre mi profesor y ese increíble encuentro en el museo. La emoción y la anticipación me mantuvieron despierta hasta altas horas de la noche.Esta mañana, al entrar al baño, me envolvió una ducha refrescante, dejando que el agua cayera sobre mi piel y me despertara por completo. Cepillé mis dientes con cuidado, sintiendo el frescor de la pasta de dientes en mi boca. Luego, salí envuelta en una suave toalla y me enfrenté al espejo. Con atención y cariño, elegí mi atuendo para el día: un hermoso vestido rosa pastel que resaltaba mi feminidad y unos zapatos de tacón bajo que me daban confianza. Arreglé mi cabello con esmero y me apliqué un ligero toque de maquillaje para realzar mis rasgos naturales. Al mirarme en el espejo, traté de calmar los nervios y la emoción que sentía, recordándome a mí misma que e
Narra LucasEscuchar a Isabella cantar en clase la canción que ella misma compuso fue simplemente hermoso. Mientras cantaba, sentí cómo algo se movía dentro de mí, una mezcla de admiración y atracción que me resultaba confusa.Sé que es inapropiado sentir esto que siento hacia ella, después de todo, es mi alumna. Pero, ¿cómo puedo evitarlo? Sus talentos y su carisma son irresistibles.Después de la universidad, regresé a casa y decidí darme una refrescante ducha. Luego, preparé algo delicioso para cenar. Sin embargo, sentí la necesidad de ir a la biblioteca, un lugar donde siempre encuentro paz y tranquilidad. Me sumergí en el libro de "El Gran Gatsby", dejándome llevar por la fascinante historia de amor y decadencia.Cuando finalmente salí de la biblioteca, me sorprendió ver que el clima había empeorado considerablemente. El cielo se oscureció y una gran tormenta comenzó a desatarse. Rápidamente subí a mi auto, pero justo cuando estaba por arrancar, vi a Isabella salir corriendo de l
Narra IsabellaOtro día ha llegado y son las 6 am, pero no he podido dormir en toda la noche. Me he pasado pensando en ese beso con Lucas una y otra vez.Fue mi primer beso, la primera vez que un chico me besa. Fue mágico, pero también tengo miedo. No quiero causarle problemas a Lucas.Sé que no es bien visto que un profesor tenga una relación con su alumna, y no quiero que él pierda su trabajo por mi culpa. Pero no puedo evitar sentir algo especial por él.Me dirijo al baño y me doy una refrescante ducha. Luego, me cepillo los dientes y salgo envuelta en una toalla. Me dirijo a mi armario y elijo cuidadosamente mi atuendo: unos vaqueros azules, una blusa blanca y unos zapatos de tacón bajo que combinan perfectamente. Me arreglo el cabello y me aplico un poco de maquillaje. Finalmente, me miro al espejo y me pregunto qué deparará el día en la Universidad Musical de Nueva York.Bajo a la cocina, donde mi mamá está preparando el desayuno y mi padre está leyendo el periódico.- ¡Otro día
Narra LucasDurante las clases, pude notar claramente la distracción en los ojos de Isabella. Era evidente que algo había cambiado entre nosotros, y no podía ignorar la tensión que se había formado. No la culpo por estar confundida, después de todo, la relación entre un profesor y su alumna es complicada y llena de obstáculos. Al igual que ella, tampoco quiero que tenga problemas.Después de la clase, acordamos encontrarnos en la cafetería que está justo después de la universidad. Mientras caminaba hacia allí, mi mente estaba llena de pensamientos y emociones encontradas. Me preguntaba qué pasaría en nuestra conversación y cómo podríamos aclarar nuestras emociones sin arriesgar nuestros futuros.Finalmente, llegué a la cafetería y la vi sentada en una mesa cerca de la ventana. Su mirada se encontró con la mía y ambos nos sonreímos nerviosamente. Me acerqué a ella y me senté frente a ella, sintiendo la tensión en el aire.- Hola, Isabella - dije suavemente, tratando de romper el hielo.
Narra IsabellaAl día siguiente, me desperté a las 6 de la mañana con una sonrisa en mi rostro, recordando el hermoso encuentro que había tenido con Lucas, mi profesor y ahora novio. La emoción y la felicidad llenaban mi corazón mientras me preparaba para enfrentar un nuevo día en la Universidad Musical de Nueva York.Estaba especialmente emocionada porque hoy era mi quinto día en la universidad y debo decir que había superado todas mis expectativas. Cada asignatura que había elegido me permitía crecer y desarrollarme como artista de una manera única.El lunes, mi día estuvo lleno de clases emocionantes. Comencé con Interpretación Musical, donde tuve que decidir si quería enfocarme en un instrumento o en el canto. Luego, tuve Teoría Musical, Historia de la Música, Etnomusicología, Tecnología Musical y Composición Musical. Cada una de estas asignaturas me desafió y me permitió explorar diferentes aspectos del mundo musical.El martes, mi día estuvo lleno de actividades igualmente emoci
Narra LucasEra sábado, y tenía una sorpresa preparada para Isabella. Decidí invitarla a mi casa para comenzar nuestra cita de una manera especial. Con emoción, le envié un mensaje diciéndole:"Hola Isabella, ¿te gustaría pasar el sábado en mi casa? Tengo algo especial planeado para nosotros. 😊"Esperé ansioso su respuesta, preguntándome si aceptaría mi invitación y si estaría emocionada por lo que tenía preparado. Después de unos minutos, finalmente recibí su respuesta. Isabella escribió:"¡Hola Lucas! Me encantaría pasar el sábado contigo en tu casa. Estoy emocionada por descubrir qué sorpresa tienes preparada. 😍"Su respuesta me llenó de alegría y entusiasmo. Sabía que este sería un día especial para ambos. Cuando llegó el día, Isabella llegó a mi casa y la recibí con una sonrisa. La casa estaba decorada con velas y flores, creando un ambiente romántico y acogedor.- Mira, Isabella, he preparado todo para que este día sea inolvidable, - le dije mientras la guiaba hacia la sala de