CAPÍTULO 50FINALSostengo con fuerza el bate que hace algunas horas Logan me dio para golpear a Thomas. El olor a flores inunda mis rosas nasales, el velo que decora la cabeza de Jessica, se desliza con delicadeza sobre sus hombros, su peinado está bien sujeto por los pasadores que le han tenido que colocar pero que no durarán mucho luego que le dé la golpiza de su maldita vida. Hay tantas personas en este lugar que ninguno se ha dado cuenta de mi presencia. Miro todo el sitio y no puedo creer que todos hayan llegado hasta aquí, pero lo que está desgraciada familia no contaban era de que yo soy Dara, la nieta de Miguel Smirnov.El sacerdote dice algunas palabras, Sergei baja la cabeza y la mujer a su lado lo mira inmediatamente sabiendo que el hombre junto a ella está a nada de arrepentirse, el magnate y dueño de los hoteles Clark le muestra fugazmente algo que vuelve a colocarlo en su posición inicial. ¿Me amas tanto para darlo todo sin importar que será de ti? Observo el suelo por
EPÍLOGOLa fuerza con la que Sergei me besa, realmente me hace perder la cabeza y todos mis estribos. El italiano me agarra con vehemencia de mis caderas para así poder colocarme sobre el borde de la cama, mis dedos se deslizan por el borde de la americana que está usando en el día de hoy y la tiro a un lado para que no haya nada más que separe nuestros cuerpos. Muerdo un poco su labio inferior logrando que el rubio que me devora a su antojo suelte un pequeño gruñido.Han sido casi dos años juntos y aunque no puedo decir que todo este tiempo las cosas han sido color de rosa, al menos hemos tratado de sobrellevar nuestros propios problemas. Ahora mismo el magnate está conmigo en Suiza, he tomado la decisión de entrar a terapias psicológicas para mejorar con el paso de los días ya que este sentimiento en mi pecho es real. Mis abuelos se han ido de vacaciones a Rusia mientras que papá y mamá siguen amándose más que nunca. Elevo la cabeza hacia atrás y arrugo un poco las sábanas sobre la
Capítulo 51Respiro con profundidad cuando el miembro de Sergei me penetra con mayor violencia, mis manos se aferran con agresividad contra su espalda, una vez mis caderas no dejan de moverse con brusquedad. Mi cabello se pega contra mi rostro, entre tanto mis pies tocan el piso.Muerdo mi labio inferior al recibir miles de espasmos contra mi columna vertebral, en menos de diez minutos mi novio debe presentarse en la sala de juntas para una reunión importante con los ingleses, pero en vez de estar preparándose para tal acontecimiento, estamos aquí, follando como locos en la silla de su oficina.—Hueles tan delicioso, pequeña… —El italiano me susurra en uno de mis oídos, y no puedo evitar sonreír. Lo amo más que mi propia vida. —Hazlo más rápido… —Demanda, para que lo monte con rapidez, lo conozco, adora verme sonrojar encima de él. —Ah… AH… Nena… Nena… —Gime, pero no puedo evitar taparle la boca, si mi abuelo está en la empresa, y escucha sus gruñidos ambos nos vamos a meter en proble
Capítulo 52Las puertas del elevador se abren, mientras que mi novio entra primero con la mirada perdida. Se le nota que está preocupado por haber quedado sin asistente, sin embargo, por hoy trataré de ayudarlo en lo que pueda. Sus ojos recaen en el suelo, ambas manos están dentro de los bolsillos de su pantalón, intento hablar un poco, buscando la manera de distraerlo, pero nada ayuda.—¿No pueden conseguir una nueva asistente y ya?—¿Qué?—Me has estado ignorando desde que Thomas te dijo lo de Tatiana…—¿De verdad?Tuerzo los ojos.—Me vas a decir que te pasa, ¿O me voy?—Esta reunión es demasiado importante, Dara… El dinero que se ganará cerrando el negocio con la multinacional inglesa elevará el prestigio de mi compañía, nada puede salir mal hoy.Tomo su mano para darle tranquilidad.—Lo harás bien… Todo lo haces bien, amor…Bien dicho, Sergei Russo hace todo bien, menos yo.¡Santa virgen de las no vírgenes! ¿Qué carajos estoy haciendo? Llevo casi diez minutos desde que bajamos de
Capítulo 53Sergei me mira de reojo cada cierto tiempo, ambos vamos en silencio dentro de su coche, porque siendo honesta conmigo misma, las palabras no salen de mi boca. Tengo tantas preguntas, y pocas respuestas, tantas que siento que mi cabeza me va a explotar.—¿A dónde vamos?Hablo por primera vez, sin ni siquiera verlo a la cara.—A una discoteca a las afueras de la ciudad.Muerdo mi labio inferior.—Pensé que no te gustaban ese tipo de lugar…—¿Qué tipo de lugares? ¿Los que están llenos de hombres que pueden mirarte? —silencio—, prefiero estar cogiéndote ahora mismo en nuestra cama.Oculto una enorme sonrisa, Sergei es demasiado celoso y posesivo como para permitir que un hombre que no es él me mire de más. vuelvo mi vista hacia la ventanilla del vehículo, la noche
Capítulo 54Sergei RussoBebo tranquilamente del trago que uno de los meseros me ha entregado en la sala VIP en donde los ejecutivos de la multinacional Johanson han decidido traernos a mi mujer y a mí. Observo todo a mi alrededor, sin perder de vista a mi prometida, la cual baila sonriente junto a Liliana.—Es linda, ¿No?Gruño al escuchar las palabras del inglés.—¿Perdona?—Liliana… —Elevo las cejas, porque siendo honesto, no me esperaba que hablara de ella. —Es muy hermosa, y sensual… —Solté un bufido, volviendo a tomar la copa de whisky de donde la había dejado. —Escuché que estuvieron liados…El líquido amargo se atoró en las paredes de mi garganta.—¿De qué habla?Lo vi sonre&iac
Capítulo 55Sergei Russo Mis labios fríos besaban frenéticamente el cuello de mi mujer, Dara se removía por las miles de sensaciones que le estaba causando en este momento. Estaba ciego de celos, aunque también el miedo me carcomía. No quería que descubriera mi mentira, y comprendía que debía silenciar a Liliana para que la verdad jamás se supiera.—Detente… Detente… —Susurró al percibir como mi mano subía descaradamente hacia su entrepierna, —Sergei… Hay sangre… —Me despegué de su cuerpo para verla detalladamente a la cara.—Ya te dije que no me importa.La tomé de las caderas para sentarla sobre el enorme lavabo de mármol que había dentro del baño, en espejo detrás de ella me permitía ver con claridad nuest
Capítulo 56Un escalofrío mortífero recorrió mi espina dorsal al escuchar a Liliana confesar que tiene un hijo adolescente. Mis manos tomaron con fuerza mi pecho, mientras que la mano que sostenía la muñeca de Dara terminó a un costado de mi cadera. Un ligero sudor se apoderó de mi frente, y cuando vi a mi ex novia sonreír, forcé también una sonrisa.—¿Estás bien, amor?Mi futura esposa preguntó, y no supe que decir, me sentía completamente confundido.—Yo... —Carraspeé con fuerza la garganta, y de este modo aclarar mis pensamientos, —claro que lo estoy, ¿Por qué la pregunta?—Estás pálido… —La española intentó tocar mi rostro, aunque la detuve antes de que lo hiciera. Sus ojos se posaron en Liliana, y luego en mí