— Éste pequeño tiene su futuro en nuestra red, Ángelo Millet sabrá qué hacer con él.
Años y años pasaron y nunca se pudo dar con el pequeño hijo de Matt y Noah. No había una sola noche en la cual Matt no lloraba por su hijo, aun teniendo a Theo el pequeño niño que iluminaba aunque sea una fracción de su vida, eso no ayudaba. Él necesitaba a su hijo.
Un llanto seguido de un golpe se escuchó en un cuarto de laboratorio, seguido de una aguja inyectada en uno de sus pequeños bracitos. Sus ojitos ya no daban para más, ellos querían cambiarlo a toda costa.
Lo primero que experimentaron con él, fueron sus ojos, pero eso falló miserablemente y el niño duró vari
Con sólo saber su nombre y apellido no es para nada difícil compararlo con su padre. Eso está en los genes, ser posesivos, controladores e incluso, un poco agresivos.Él, desde que era pequeño siempre había querido ser igual que su padre en aspecto de negocios hasta que al fin lo consiguió. Es uno de los hombres más ricos de todo el mundo y todo gracias a su padre y al esfuerzo que puso para levantar la empresa cada día más.Un viaje inesperado, o sea, una excursión de una escuela donde vio a ese hermoso niño de ojos azules, con hermoso trasero lo cual lo cautivó. Agradeció a los dioses que éste se haya perdido y que fuera a caer justamente en su oficina donde su historia apenas comenzó.
Suspiró mirando el reloj en su muñeca, contaba las horas en las que por fin terminaría esa maldita excursión en su empresa. Tenía todo listo en su vida no podía quejarse de nada. Era hermoso, millonario, poseedor de la mejor empresa de chocolates en todo el mundo, pero sobre todo tenía buen sexo cuando se lo proponía.No estaba comprometido, no estaba casado y mucho menos tenía algún novio, si, era abiertamente homosexual. Tenía que sonreír cada vez que decían su nombre para preguntar cualquier cosa, hacia ese tipo de excursión una vez al año por lo que estaba agradeciendo que solo fuera ese día y nada más.— Es hora de comer. Muchas gracias, señor Jackson. Por dejar que mis alumnos vinieran hoy a su empresa —dijo el maestro,
Salió de su casa con una sonrisa en rostro y comiendo chocolates, de esos que le había mandado ayer el sexy empresario. No podía dejar de comerlos por lo que se sintió bien al hacerlo de forma sensual sin saber que un carro lo estaba viendo a unas cuantas cuadras de su casa.Estaba tan ido comiendo sus chocolates que no se dio cuenta de nada, simplemente siguió con su sensual movimientos de dedos entre su boca. Hizo un enorme puchero cuando se dio cuenta de que solo le quedaba un chocolate en las manos. Eso no era bueno, él quería seguir comiendo más chocolates.Detuvo su paso sintiendo como su cuerpo se tensaba cuando de la nada un carro apareció en su camino colocándose a su lado.Su mente y cuerpo se pusieron en shock, no sabía qué
Nathan no pudo evitar sonreír cuando escuchó la respuesta de ese niño del otro lado de la línea, era de esperarse que aceptara tan rápido.— ¿Qué te hizo cambiar de opinión?—preguntó, sin ocultar su asombro.— Nada que te importe, al menos agradece que te llamé de inmediato —rodó los ojos.—Me sorprende lo que me estás diciendo, niño...—sonrió.
Mirando de manera en la que su cuerpo no colapsara con lo que su "amante" de una noche le estás diciendo en ese momento.— ¿Por qué dices eso?—Intuición —se encogió de hombros—. No sé qué es lo que estoy sintiendo en este momento al tenerte aquí conmigo, pero no quiero acabar con nada... No me hagas caso.—Tienes que decirme lo que está pasando por tu mente —bufó molesto—. Dices que sientes que me conoces desde hace tiempo y apenas tenemos dos días y medio de hacerlo.—No me hagas caso, niño, son cosas mías y nada más —rió viendo el rostro que puso Luke al decirle de ese modo. —Hola, papá, ya estoy listo —dijo bajando las escaleras.—Me alegro, cariño —sonrió Lucas besando su frente—. Samuel nos está esperando en la sala, pero antes tengo que hablar contigo de algo importante.— ¿Es algo malo, papá? —se sentó en los escalones y Lucas hizo lo mismo.—No lo es, es que tengo dudas respecto a algo y quiero que me digas —dijo un poco preocupado.—Me estoy asustando, papá, ya dime. ¿Te dijeron algo malo sobre mí? Ya me estoy controlando con los chocolates, ya no soy tan loco como antes. Eso te lo juro...—No es nada de eso, aunque estés un poco despistado porque dCapítulo 5.
Todos estaban en silencio en la mesa sin poder articular palabra alguna después de lo que Matt había dicho. Estaba más que claro que era un tema muy delicado el que se había tocado en ese momento.— ¿Qué estás diciendo, Matt? —preguntó Harry, rompiendo el silencio.— La tecnología avanza cada vez más, Harry. Antes no era tan extraño como ahora que un hombre pudiese tener hijos. Sabemos que usted y su esposo pagaron una buena cantidad de dinero para que nadie supiera que un hombre puede tener hijos —miró sus manos por un momento—. Hace algunos años pasé por eso. Antes de tener a Theo me hicieron cosas muy feas aun estando embarazado. Yo… —suspiró pesadamente—. Mi madre había vendido a mi hermano a unos t
Miró el lujoso recibidor de la casa del gran Nathan Jackson Hamilton. Era algo alucinante.Pero el mayor no le dio tiempo de ver gran cosa porque le dio la vuelta besando sus labios de forma apasionada.Tomándolo de la cintura hizo que enrollara sus piernas en su cadera para comenzar a caminar hacia la parte superior de la casa.Nathan tomó entre sus manos la caja de chocolates antes de que se cayera al piso, estaba seguro de que la iba a necesitar esa noche.Poco a poco la ropa fue dejada en el pasillo sin importar que al día siguiente alguno de los empleados la viera.La poca ropa que quedó en sus cuerpos no fue obstáculo para ninguno de los dos cuando llegaron a la cama.El beso era tan obsceno que no había forma en la ambos desearan cambiarlo. El mayor como pudo dej&