Capítulo 8.

Aún no podía creer que fuera ese niño que está sobre su pecho durmiendo, era algo imposible. Habían pasado la mañana completa haciendo y deshaciendo en la casa que habían perdido la cuenta de las veces que habían hecho el amor.

Ahora tenían que seguir con sus vidas como si nada hubiese pasado. Hace más o menos unas horas antes de caer dormido en su cama decidió llamar al mejor amigo de Luke para que llevara ropa.

Ese pequeño detalle se les había escapado. Ahora que había encontrado a ese niño de ojos verdes luminosos como los suyos no lo iba a dejar escapar tan fácil.El cuerpo que estaba reposando en su pecho se movió un poco y luego escuchó un bostezo por parte de la misma persona.

— D

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