Después de la entrevista con el entrenador, quise hablar con Diego, es decir, ya somos adultos y quiero aclarar lo que acababa de ocurrir, necesito saber si él quiere lo mismo que yo, si siente esta atracción que me vuelve loca, por lo que decido ir a los camarines. Vi salir a Cris y le pregunté si acaso Diego estaba aún allí, él entrecierra los ojos.

- Andrea, ¿te gusta o lo buscas por trabajo? – pregunta.

- Tengo que hacerle algunas preguntas nada más – le respondí.

- Andrea, pareces una buena chica, por eso te digo que tengas cuidado con él, no es una persona de fiar – me advierte Cris.

- Gracias por tu consejo, pero no es necesario, sólo es por trabajo – le dije con tranquilidad.

Haberle mentido a Cris me hizo sentir mal, pero no tenía la suficiente confianza como para contarle lo que me sucedía, aunque debo admitir que me quedó dando vueltas lo que me dijo acerca de no confiar en Diego.

Golpeé la puerta del camarín y como nadie respondió la abrí, ¡GRAVE ERROR! Apenas levanté la