Punto de Vista de Oliver Wilde

- ¿Oliver? – escucho la voz asombrada de Edward que ha respondido a mi llamada, tomo un respiro, porque esta conversación de seguro será incómoda.

- Si Edward soy yo, como están todos por la casa – le pregunto lo más natural posible.

- Bien, todos estamos… ¡Espera James, no! – escucho que exclama de repente y me tenso, al pensar que algo podría estarle sucediendo a mi sobrino, no puedo creer que Edward siga poniéndolos en el peligro.

- ¿Qué le sucede a James, dónde está mi hermana, Edward, en qué estás metido ahora? – lo cuestiono, ya pensando en llamar enseguida a mi padre, para que verifique su paradero.

- Tranquilo, hombre, espera un momento que te pongo en el soporte del móvil - me dice y acto seguido me llega la solicitud de videollamada que acepto y veo…veo…a Edward cambiándole el pañal a James, que patea sus piernecitas al aire, acostado y le está "hablando" con balbuceos, a un patito de goma en su mano.

- ¿Qué te puedo decir? Esto es más difícil