DamelisLuego de la plática que tuve con mi mamá y de pasar a darle un beso a mis tres tesoritos nuevamente me encuentro de pie, frente a mi habitación. El único lugar donde puedo descansar, sin tener que preocuparme por los dibujos de la empresa o por un loco desquiciado que quiere quitarnos la tranquilidad. Con mucho cuidado giro la cerradura y cuando la puerta se abre, me encuentro con el espectáculo de hombre que tengo en casa. Mi esposo esta acostado en la cama y solo lleva puesto su pantalón de dormir, uno que le queda muy bien y deja al descubierto su trabajada musculatura. «!Dios este hombre es como el vino, más rico con los años» Hasta podría jurar que está mucho mejor, que cuando tenía 28 años.Sonrió y muerdo mi labio ante ese dios griego que me tiene enloquecida, con mucho cuidado término de cerrar la puerta, me quito los tacones y de punta, sin hacer mucho ruido me voy acercando a él. Es relativamente guapísimo y el sentir su respiración sobre mi mano enciende este deseo
DamelisAl día siguiente.—¡Mamita! el cuaderno de biología se lo preste a Selin, ella no fue a clases el lunes y necesitaba unos apuntes que puso la profesora —Me informa mi hija Noelia.—No sabía que estabas en el mismo grado con ella —Digo y termino de limpiarle la boca a Diego ya que acaba de terminar su desayuno.Noelia se levanta de su silla —En realidad ella estaba en otro salón, pero se agarró del cabello con otra niña y la señora Elizabeth le suplico a la directora para que la cambiara de salón y por eso está conmigo… ¡mamita! A mi ella no me agrada —Confiesa agarrando el bolso de clases y se lo coloca en su espalda.—¿Por qué no te agrada mi amor? —Le pregunto mientras mi otra princesa se acerca a mí para que termine de arreglarle la camisa del uniforme.Con todo el amor del mundo la ayudo con su camisa y estoy atenta a todo lo que está por decirme Noelia. Pero antes de que ella, pronuncie una sola palabra es Natalia la que decide hablar —¡Mamita! Selin está celosa, porque A
FernandoApenas me atrevo a contarle toda la conversación que tuve ayer en la tarde con Paulina y observo como su semblante ha cambiado rotundamente. Para nadie es un secreto, mi esposa tiene un carácter incontrolable y cuando se trata de defender nuestro matrimonio, saca a esa fiera que lleva por dentro —¡A esa! La tomare por su lindo cabello y la sacare de esta empresa, ¡con mis propias manos! —Advierte mientras me da la mano para que la ayude a bajar del carro y una vez pone los tacones en el andén intenta caminar rápido, pero la detengo delicadamente por el brazo.—Tú no vas a sacar a nadie de aquí, ¡razona! —Hablo con autoridad y aunque esos ojos negros me estén mirando desafiante, mantengo mi posición.—¡Me pides que razone, cuando tengo que ver a esa mujer aquí, todos los días! Y para colmo te tiene ganas —Cuestiona y debería darle las gracias a Dorian por interrumpir nuestra pequeña discusión.—¡Señor Domenech! Llevare a lavar el carro, volveré en dos horas —Me informa y sujet
Fernando—¡¿Fernando, mi vida?! Por favor, no vayas a cometer una locura —Suplica angustiada mientras salimos del elevador y rápidamente nos vamos acercando al stand de mi secretaria.Una vez estamos allí, ella me toma del brazo para intentar tranquilizarme pero en estos momentos estoy que me lleva la fregada y nada más calmaría esto, partiéndole la cara al miserable que intenta seducir a mi esposa —¡A ese imbécil le enseñare que la mujer ajena se respeta! —Digo y doy un golpe en el stand.—¿Y crees que de esta forma, vas a lograr algo? Allá fuera me dijiste que tratase de razonar, porque estamos atados, por culpa de Felipe ¿Y ahora quieres levantar a ese hombre a golpes?.... te recuerdo que yo se defenderme por si sola y así, como le pusiste los tres puntos sobre la mesa a Paulina, lo mismo hice con Justo —Dice y ya no sé si sentir rabia, tristeza, odio por esto que está pasando.—Te recuerdo que la fuerza del hombre siempre será superior a la de una mujer y el hecho de que tengas es
DamelisMis ojos lo detallan cautelosamente y la manera tan dulce, que se escucha su voz hace que todo mi cuerpo se revolucione en instantes. Es como si el tiempo se paralizara para los dos y todo mi autocontrol se pierde al sentir el roce de sus labios, cerca de los míos —Mi vida, tenemos que aprender a controlarnos… sino tu terminaras golpeando a Justo y yo a la tonta esa que te llama, ¡Ferni! —Admito mientras apoyo mi cuerpo en el escritorio de la oficina y enredo mis brazos alrededor de su cuello.—¿La señora tiene celos? —Pregunta y solo puedo reírme.—Soy celosa de todo lo que me pertenece, nunca lo olvides —Contesto y solo se queda mirando mis labios.—¡Nunca lo olvido, porque pienso exactamente igual que tú! —Susurra y no me da tiempo de decir una palabra más, cuando sus labios atrapan los míos de una manera exorbitante que me hace perder la razón y me toma de los muslos para sentarme en el borde del escritorio y el quedar en medio de mis piernas, para hacer conmigo lo que muc
DamelisDesde que Adrián mostro ese vídeo sentí un miedo terrible que inundo mi cabeza de pensamientos oscuros, por fortuna mi esposo llamó al colegio y como milagro de los cielos nuestros tres bebés se encuentran bien. Hasta el momento todo trascurre con normalidad y las cámaras de seguridad de las instalaciones donde están nuestros hijos, no han detectado nada sospechoso. Sin embargo mi esposo ha decidido enviar guardas de seguridad, para que se encarguen de custodiar a los niños cuando salgan de clases, esto que acabamos de ver en esta cinta, es un síntoma de alerta y por nada del mundo debemos bajar la guardia.Frente a mí se encuentran los guardas de la empresa incluido Tango, quien ha venido a la empresa para reforzar la seguridad, también se les ha informado a ciertos empleados, para que estén al pendiente de las cámaras en este lugar. No sabemos quién es la persona que quiere hacernos daño, hasta ayer nuestro principal sospechoso era Justo, pero viendo que ese hombre se siente
DamelisPensé que adaptarme a este cambio de vida sería fácil, pero veo que no será así, mis hijos corren peligro hasta estando en su propia casa y yo estoy aquí tratando de mantener la calma. Mi esposo ha prometido cuidarnos con su vida y sinceramente eso es algo que me enamora más, aparte de ser un excelente ser humano tan bien es un magnifico padre, para ser sincera admiro su manera de amarnos y de cómo se ha hecho responsable, tanto de la empresa como de su familia. Me resulta increíble ver su tranquilidad ante el peligro, él sabe que tenemos un enemigo muy poderoso y aun así intenta que todo esté bien. No sé si lo hace para que no me preocupe, o simplemente tiene un plan entre sus manos que no me ha querido contarme.Respiro profundo al llegar a la puerta de mi oficina. «No te preocupes… no pienses cosas que no son Damelis… confía ciegamente en él, recuerda que para un Domenech no hay nada imposible» Me repito en silencio, es que no quiero ser la misma impulsiva de siempre y que
Fernando¿Miedo? Me pregunto si lo tengo, durante toda mi vida pase por distintas situaciones y cada una de ellas las supe afrontar de manera correcta. Pero ninguna logro quitarme el sueño como lo está haciendo esta, sé que tenemos miles de hombres custodiándonos y hasta el momento nuestros hijos están bien. Entonces no me explico esta sensación, es como si algo no estuviera a punto de suceder y no sé si llamarlo paranoia o no, pero las manos me están sudando y las piernas las tengo completamente inmóvil.Las ideas que me está sugiriendo Carlos pasan a un segundo plano, cuando la puerta se abre y veo a mi esposa correr hacia mí, hecha un mar de lágrimas —¡Fernando!, ¡Quieren secuestrar a Noelia! A mi niña…—Dice gritando en mis brazos y me hago para tras y así tomar su rostro entre mis manos.—¡¿Qué estás diciendo?! ¡¿Quién quiere secuestrar a nuestra hija?! —Pregunto firme y me da la hoja que tiene en su mano.El papel está un poco arrugado, pero lo suficiente visible para leer del es