Erick se levantó a toda prisa para saludar a su amigo, el rey Drácula, se dieron un gran abrazo y el licano indago.—¿Cómo me encontraste Alexander?Una gran sonrisa esbozó el rey de los vampiros para luego contestar—Es uno de mis dones, puedo rastrear tu aroma en donde te encuentresErick se carcajeó para después decir—Vi en las noticias lo de mi padre, ¿estás seguro de que ya no se encuentra en Rumania?Alexander se sentó para hablar—Mis nigromantes hicieron rituales de búsqueda, mis soldados rastreadores lo buscaron por doquier, examinaron los alrededores del castillo de Vaslac, aunque uno de ellos percibió una energía que se desvanecía de a poco, entonces una de mis nigromantes me dijo que estaba seguro de que viajaron con magia no en algún vehículo. Además, Erick, estoy seguro de que esa maldita bruja de Dalia tuvo algo que ver, siempre estuvo enamorada de tu padre.El rey licántropo se quedó divagando unos momentos hasta que hablo—Entonces puede estar en cualquier parte del
Laila a duras penas pudo llegar al castillo, pues el haber escuchado esas palabras de los labios de Erick impactaron en su mente, estaba prácticamente en shock, la alfombra fue testigo de su aparatosa caída, estaba tirada encima con la mirada hacia arriba, su respiración errática, su corazón correteando cuál gacela escapando de su depredador. Su semblante tenía un rictus de sorpresa hasta que pudo articular palabras—Di… jo, dijo que… que me amaCerro sus ojos para recordarlo todo, estaba estupefacta, se fue levantando muy despacio, nadie había ido testigo de su caída, pues, siempre la puerta de su habitación tiene seguro mágico. Fue a sentarse en su cama, su cuerpo temblaba cuál hoja desprendida del tallo del árbol, nunca se había sentido así, ni siquiera por ese licano que creía estar enamorada y la traiciono. Reacciono balbuceando llena de sorpresa y a la vez dulzura—Ese olor, ese delicioso aroma de Erick me está matando, aunque estoy resguardada con el hechizo de Dalia, mi cuerpo
Los chiquillos comenzaron a hablar mirando a su padre—Papi, ehm, queríamos decirte que (se miraban los dos con complicidad)—Estamos por salir de vacaciones de la escuela, ¿podemos visitar a la tía Laila?Esa petición lo tomo de sorpresa al rey de los vampiros, dirigió una mirada a su esposa para luego decir—No sé, debo preguntarle, pues, está trabajandoLa mirada de lástima que le otorgaron hizo sonreír a madre y abuelo, Alexander suspiro alzando sus manos—Por los dioses que ustedes saben cómo convencerme. Está bien, irán con su madre, yo no puedoVlad también acoto—Yo tampoco puedo, estoy en una investigaciónMartha exclamó alegre—Está decidido, en cuanto salgan de vacaciones, nos vamos a visitar a la tía LailaLos gritos ensordecedores de felicidad de los chiquillos fue genial, abrazaron a sus padres para salir corriendo del despacho hacia su habitación, los mayores sonreían a lo que Vlad inquirió.—Alexander, creo que… mejor no le digas nada a mi hija, deja que les caigan de
Mientras tanto en Rumania específicamente Transilvania, ya se encontraba en sus aposentos Alissa, su equipaje ya se encontraba en su closet, se quedó solo en sus pantis para acostarse en la cama y estirarse un poco, sus brazos hacia arriba y su mirada al techo, cerro sus ojos para descansar, sin embargo, los volvió a abrir y menciono nostálgica.—Erick, quería despedirme de ti, ¿por qué te fuiste alejándote de mí?Suspiró para levantarse nuevamente, fue a encender su laptop, le escribió un email al rey licano, saludándolo y reclamándole sutilmente su ausencia en el aeropuerto, le informo que llego bien, que ya estaba en su habitación, que fue recibida muy bien en su castillo y prometiéndole que trabajara muy duro para que todo vaya bien. Se despidió para después cerrar la laptopOptó por quedarse totalmente desnuda para darse una ducha, dentro tarareaba una melodía, cuando sintió un sutil aroma dulzón, su nariz respingada temblaba tratando de sentirlo. Sin embargo, ese olor desapareci
El empresario francés se presentó ante ella—Me llamo Anthon Dubois, esperaba esta reunión para finiquitar unos acuerdos que tengo con Erick VolkovAlissa respondió con mucho respeto y serenidad—Bien, yo estoy al frente de sus empresa desde hoy, así que déjeme revisar la documentación, aunque Erick ya me había hablado de estos acuerdosEl vampiro le entrego la carpeta que contenía toda la información, Alissa miraba uno a uno los documentos ante la vista escrutadora del francés, sus «mmmm, ajá», hacía que el empresario entrecerrara sus ojos, sin embargo, el semblante sereno de Alissa hacía que se sintiese muy seguro de que aprobaría todo.Al terminar Alissa lo miró a los ojos azules del francés para decir con seguridad—Muy bien, todo está en orden, Erick me autorizo para firmar en su nombrePara el francés escuchar que nombraba al rey con mucha familiaridad le extrañó y no pudo contenerse para indagar con sorpresa—¿Erick? Usted lo llama como si fuera algo para usted o sea con mucha
Dora reconoció que la pareja de su jefa estaba muy cerca, se levantó de inmediato para moverla un poco para hacerla reaccionar, pero no logro nada, se asomó para mirar hacia afuera, entonces vio a un hombre imponente hablando con una de las secretarias y ella le señalaba la oficina de la Ceo. Vio que comenzó a dirigirse a la oficina señalada y al llegar a la puerta estaba a punto de tocarla cuando Dora vio que miro hacia donde ella estaba asomada y casi grita al ver esos ojos rojos brillantes observándola con una fijación única.La pobre secretaria temblaba como una hoja seca a punto de caer del árbol al cual estaba adherida, sin cerrar la puerta comenzó a retroceder con temor y aún más al ver a ese hombre dirigirse hacia donde ella se encontraba, se topó con el cuerpo tenso de Alissa que no dejaba de observar hacia la puerta, una sombra muy grande se notó en el umbral de la puerta para después ser abierta y dejar ver al imponente hombre de ojos rojos.Alissa estaba agitada y jadeante
El rey licano se irguió mientras se sacudía la nieve de su pelaje, agudizó la vista para ver dónde se encontraba Laila, recorrió su mirada por todas partes y no la encontraba, sin embargo, las carcajadas de ella se oían por todas partes como un eco. Comenzó a gruñir con fuerza por la desilusión de no encontrarla, subió la colina a velocidad usando sus fuertes patas traseras y sus garras poderosas.Al llegar arriba solamente percibió su dulce aroma, en un momento volvió a recuperar su humanidad quedando solamente en bóxer, su hermoso pecho al aire libre deleitaba la vista de la princesa vampira que estaba toda deseosa de su pareja destinada, sus labios se juntaban para luego sacar su lengua viperina y relamerse sus labios humedeciéndolos por el deseo intenso.Sin embargo, permanecía en las sombras escondida del licano ansioso por tenerla entre sus brazos. Los dos luchaban contra sus egos, contra su orgullo de no dar el primer paso, ninguno quería ceder a sus impulsos lujuriosos. Erick
El antiguo Ceo, Lucius, ahora sin poderes vampíricos, despertaba en casa de Cassandra, se sentía un poco mareado, se sentó al filo de la cama para despabilarse bien, entonces recordó que la princesa le había quitado sus poderes. Con su lengua recorrió su boca y no estaban sus colmillos, se levantó y trato de teletransportarse y no pudo, la rabia hizo que lanzara un grito agónico.—¡Nooo! Maldita sea.La puerta se abrió violentamente, dejando ingresar a Cassandra, que al verlo recostado en la pared todo acongojado le preguntó.—Lucius ¿qué sucede?Él se quedó en silencio por unos minutos, para después mirar fijamente a la chica y soltar con voz atribulada.—Soy un inútil sin mis poderes, no puedo hacer nada, no soy ni la sombra de lo que fui.Ella se le acercó para decir.—No te desesperes, para todo hay solución, simplemente debes comportarte como un humano, yo te enseño.La observó detenidamente para replicar—Yo... yo odio a los humanos, para mí esto es lo peor que me ha pasado, me