“¡Detente! ¡No bebas nada que ella te haya dado!”.

Las cabezas de Courtney y Cindy se voltearon en la dirección de la voz familiar. Les sorprendió ver quién entró interrumpiendo su sesión de té, luciendo como si estuviera en un frenesí.

‘¿Por qué está ella aquí? ¿Qué significa esto?’. Courtney sintió que se le erizaba la piel, sintiendo que esto no iba a terminar bien para ella.

“¿Analisa? ¿Qué te trae por aquí a esta hora?”, preguntó Cindy con una ceja levantada.

“¡No bebas ese té, Cindy!”. Analisa formó un ceño fruncido en su rostro y las lágrimas brotaron en las esquinas de sus ojos. Se volvió hacia su hija y dijo: “Lo siento, simplemente no podía soportarlo más. ¡Te has vuelto loca, hija mía!”.

Al sentir su corazón acelerarse, Courtney gritó de vuelta: “¿Qué? ¿Estoy loca?”.

Al dirigirse a Cindy, Analisa le informó: “¡Cindy, Courtney intenta envenenarte! ¡Te quiere matar!”.

El rostro de Courtney rápidamente se puso pálido. Nunca en su imaginación más salvaje esperaba que su p