“¿Qué pasa, padre?”, preguntó Scarlett, al ver a sus padres a última hora de la tarde en su casa, su mano apoyada en su barriga. Scarlett estaba ya embarazada de cinco meses y esperaba a una niña. Era precisamente lo que Kaleb quería.Philip y Cindy se miraron el uno al otro. Philip respondió: “Analisa está muerta y Courtney está en el hospital luchando por su vida. Recibimos la llamada hace dos horas, y… decidimos que… debíamos hacértelo saber en persona”.“¿Qué sucedió?”, preguntó Scarlett, sentada en el sofá. “¿Cómo Analisa terminó muerta? ¿Y cómo Courtney terminó en el hospital?”.“El guardia de prisión había informado desde hace tiempo de la animosidad de Analisa hacia Courtney. Por eso nunca las pusieron en la misma celda”, informó Cindy. “Creo que fue porque Courtney testificó en contra de Analisa en la demanda de Luca”.Scarlett asintió. Recordó cómo Analisa le dieron otros diez años en prisión sin libertad condicional. Luca estaba determinado en colocar a Analisa tras las
Pasaron dos años. “¡Lily! Bebé, ten cuidado corriendo por ahí”, dijo Scarlett mientras acomodaba la comida en la mesa del patio. Su hija de dos años estaba corriendo en el jardín frontal sin parar. Scarlett fulminó con la mirada a Liam, diciendo: “Liam, por favor. ¡Cuida a tu hermana!”. Era un sábado y los fines de semanas eran dedicados para pasar tiempo con la familia. Por eso, tenían su almuerzo habitual en el patio antes de resumir con la actividad de juego de esa tarde. “¡Ella corre muy rápido, mamá!”, se quejó Liam, a sus catorce años, mientras perseguía a su hermana de dos años. Levin y Lewis, ambos de cinco años, también perseguían a Lily. Se estaban riendo y molestando a Lily, actuando como zombis para asustarla. “Basta, chicos. Están asustando a su hermana”. Scarlett intentó razonar con los niños, pero cuando los gemelos no le hicieron caso, se dio la vuelta y llamó a su esposo: “¡Kaleb! ¡Levin y Lewis no están haciendo caso!”. Los gemelos dejaron inmediatamente d
Scarlett estaba desconcertada al escuchar la noticia en el teléfono. La hizo tragar. Sus ojos ardían por las lágrimas. Sus labios temblaban mientras regresaba su teléfono celular de vuelta a su bolso. La pareja estaba de regreso a su mansión. Había pasado un mes desde que Kristoff y Kayden nacieron, y finalmente fueron capaces de llevar a los bebés a casa. No hubo complicaciones durante su primer mes de estancia en el hospital. Sin embargo, los gemelos idénticos tenían que aprender cómo alimentarse y ganar más peso antes de ser dados de alta del hospital. Scarlett estaba en la habitación de los bebés, acomodando a sus gemelos, Kristoff y Kayden, en sus cunas, cuando recibió una llamada. “¿Qué ocurrió? ¿Por qué estás llorando de la nada?”, preguntó Kaleb desde el otro lado de la habitación. “¿Te dijo Liam algo sobre hoy?”. Ella frunció sus labios mientras secaba la humedad en su rostro. Luego, inhaló y dijo: “¿Alguna idea de por qué estaba tarde para encontrarnos en el hospital?
***Entre Kristoff y Kayden*** “¡Abuela! ¡Abuelo!”. Kristoff y Kayden corrieron hacia sus abuelos. La familia Wright se reunió para el tercer cumpleaños de los gemelos. “Oh, cariño. ¡Ayúdame!”, exclamó Samantha, volviéndose hacia su esposo con ojos suplicantes. Con la edad, se había vuelto bastante difícil para Ethan y Samantha recordar a todos sus nietos. Era especialmente difícil con Kristoff y Kayden ya que se parecían. Los niños eran un ejemplo perfecto de gemelos idénticos. Su parecido era tan asombroso que era difícil diferenciarlos. “¿Quién quiere chocolates?”. Ethan levantó dos barras de dulce. Kayden tomó uno, y Kristoff el otro. Mientras sonreía, Ethan pellizcó la mejilla de Kayden. Dijo: “¡Kayden, mi niño!”. Luego besó la mejilla de Kristoff y lo saludó: “¡Kristoff!”. “¡Sí, abuelo!”, dijo cada uno de los gemelos. La boca de Samantha quedó abierta. Luego, cuando los gemelos se fueron, le preguntó a Ethan: “¿Cómo hiciste eso?”. Ethan sonrió triunfantemente. Se mov
“Me das asco, Scarlett. Jamás pensé que estarías tan desesperada”. En un tono helado, dijo Luca mientras arrastraba a Scarlett por el brazo fuera del edificio de oficinas de la Firma de Abogados James y Powel.La traición en su máxima expresión. Luca James solía ser su sol, el que iluminaba su mundo con su sonrisa y la mirada especial que le tenía siempre que sus ojos se encontraban.‘¿Era éste el mismo Luca que amo?’. Incluso ella no podía reconocerlo, no con la forma en que parecía asqueado ante su presencia.“Realmente pensaste que te elegiría a ti antes que a Courtney? No, no cuando ahora sé la clase de persona que eres en verdad”, insinuó.Las palabras que dijo atravesaron su corazón de una manera que ella pensó que era imposible. ‘¿Qué? ¿Qué estaba diciendo? ¿Y Por qué la elegiría a ella antes que a mí? Lo he conocido por más tiempo. ¡Estuve allí cuando necesitaba un hombro para llorar cuando estaba en su peor momento!’.“¿R-realmente estás rompiendo conmigo?”. Preguntó débi
Un año después.“Cásate conmigo. Prefiero pasar una vida contigo que enfrentarme a todas las épocas de este mundo sin ti”, dijo una belleza de ojos verdes ante ella.“¿Casarme contigo?”. Aunque completamente entretenida, Scarlett estaba bastante sorprendida. Absolutamente, no sabía cómo reaccionar ante una propuesta tan dulce y genuina, por muy joven que fuera su nuevo pretendiente.Al levantar ambas cejas, preguntó: “Dónde… ¿dónde aprendiste eso?”.“Se llama, G - O - O - G - L - E. Líneas del Señor de los Anillos por J.R.R Tolkien”, respondió el jovencito con un guiño.Scarlett resopló y se rio de su apuesto, y absolutamente adorable admirador.Después de que Luca le rompió el corazón, afirmó que algún día se vengaría. Lamentablemente para ella, Luca aplastó sus sueños de convertirse en abogada, gracias a sus conexiones. Nunca llegó a tomar el examen del colegio de abogados. Luca le impidió tomarlo, incluyendo ser contratada por empresas grandes y pequeñas.Como nunca salió de
Más temprano ese día en el Restaurante Giro Herbario.Con un sombrero en la cabeza y unas gafas de sol oscuras para cubrir sus ojos, Kaleb Wright sonrió al ver a la mujer que, para él, tenía los ojos color café más hermosos. Su largo y lacio cabello chocolate oscuro le caía como una cascada por la espalda y su sonrisa alegraba fácilmente su día.“Hola, Señor Pooh, lo veo utilizando mi personaje favorito nuevamente. ¿Qué le gustaría tener?”, dijo la Señorita Belleza.“Tomaré el té de hibisco de siempre, por favor. Gracias”, respondió Kaleb, y detrás de sus gafas de sol oscuras, le guiñó el ojo. Lástima que ella no pudo verlo.Eso era todo lo que sabía sobre ella… que era hermosa.Fue hace unas semanas que descubrió este restaurante y bar, una joya escondida en el corazón de la ciudad de Braeton. Servían los mejores tipos de tés florales, los cuales él esperaba llevar a los Hoteles Diamante, la cadena hotelera perteneciente a su compañía.En aquel entonces, cuando Kaleb encontró po
“¡Liam! ¡Nos tenías a todos preocupados, hijo!”. Dejando a un lado la presencia de la Señorita Belleza, Kaleb se bajó al nivel de Liam. Lo atrajo bruscamente hacia su abrazo y se deleitó con su llegada. Lo estaba sintiendo y oliendo hasta que tomó su rostro en sus manos, diciendo: “¿Por qué hiciste eso, Liam? Pudiste haberte hecho daño o…”.Kaleb se detuvo ante la idea de que se llevaran a Liam. Considerando la riqueza de su familia, eso no estaba demasiado lejos de ser posible. Tragó saliva y suplicó: “Por favor, no hagas eso, nunca más. ¿Me entiendes? No sé qué haría si algo malo te pasara”.Los brazos de Liam devolvieron el abrazo de su padre. Respiró hondo y dijo: “Lo siento, papi”. Sus ojos verdes se dirigieron a Boris y le pidió una disculpa: “Lo siento, tío Boris. Yo… yo no quería tener mi inyección. Quería esconderme. No te preocupes. No me lastime. Estaba con ella”.Fue como si le costara todo para resumir: “Prometo no volver a hacerlo”.Kaleb quedó atónito. Liam tenía la