“Me das asco, Scarlett. Jamás pensé que estarías tan desesperada”. En un tono helado, dijo Luca mientras arrastraba a Scarlett por el brazo fuera del edificio de oficinas de la Firma de Abogados James y Powel.

La traición en su máxima expresión. Luca James solía ser su sol, el que iluminaba su mundo con su sonrisa y la mirada especial que le tenía siempre que sus ojos se encontraban.

‘¿Era éste el mismo Luca que amo?’. Incluso ella no podía reconocerlo, no con la forma en que parecía asqueado ante su presencia.

“Realmente pensaste que te elegiría a ti antes que a Courtney? No, no cuando ahora sé la clase de persona que eres en verdad”, insinuó.

Las palabras que dijo atravesaron su corazón de una manera que ella pensó que era imposible. ‘¿Qué? ¿Qué estaba diciendo? ¿Y Por qué la elegiría a ella antes que a mí? Lo he conocido por más tiempo. ¡Estuve allí cuando necesitaba un hombro para llorar cuando estaba en su peor momento!’.

“¿R-realmente estás rompiendo conmigo?”. Preguntó débilmente antes de respirar profundamente, conteniendo las lágrimas que amenazaban con caer por sus mejillas.

“¿Cómo pudiste humillar a Courtney? ¿Cómo pudiste amenazarla?”, Luca cuestionó. “¡Todo el respeto que te tenía, lo tiraste en el momento en que humillaste a la mujer que amo!”.

Sus ojos se posaron sobre el anillo de diamantes que brillaba en su dedo y exigió: “Devuélveme ese anillo. No te lo mereces”.

Scarlett apretó sus manos, pensando en que esto era solo un sueño. ‘Luca no podía hacerme esto. Él me amaba a mí y no a ella. ¿Cómo era posible que el afecto de un hombre cambiará tan repentinamente? ¡Todo esto es culpa de Courtney! ¡Ella le lavó el cerebro como lo hizo con mis padres!”.

Mientras contemplaba sus hirientes palabras, sus ojos se dirigieron hacia su hermana adoptiva. Courtney Barnes, la misma mujer que robó el afecto de sus padres, estaba de pie detrás de Luca con una mirada de satisfacción en su rostro. Exhibió a propósito su mano para que Scarlett viera la piedra más grande en su dedo.

‘¿Qué?’. Se dio cuenta. Le preguntó a Luca: “¿Y-ya le propusiste matrimonio? N-nos acabamos de comprometer hace tres meses”.

Su silencio fue la respuesta, y eso fue todo lo que necesitaba para perder toda su razón. La ira se apoderó de su corazón y sus ojos ardían por las lágrimas.

Se liberó del agarre de Luca y se quitó el anillo que llevaba en su anillo. Tenía muchas ganas de arañar el rostro de Courtney con él, pero en cambio, Scarlett arrojó el anillo en dirección a Courtney.

Para su sorpresa, su hermana adoptiva gritó, ¡como si le doliera un simple anillo de diamantes!

“¡Ay! Scarlett. Sé que te lastimé, ¡pero no tenías que llegar a este extremo!”, dijo Courtney mientras lloraba. Su mano se deslizó debajo de su mandíbula, revelando un rasguño en su rostro.

‘¿Qué? ¿Se arañó con su propio anillo?’. Antes de que Scarlett pudiera seguir evaluando la situación, una mano firme la apartó, ¡y una fuerte bofetada le atravesó la cara! El golpe llegó inesperadamente, haciendo que su cuerpo se balanceara hacia el otro lado, su cuerpo aterrizando sobre la acera.

Por un momento fugaz, dejó de respirar, conmocionada por cómo el amor de su vida la había arrojado al suelo, su corazón rompiéndose en un millón de pedazos.

“¿Y ahora estás lastimando a Courtney con tus manos? ¡Haré que te encierren por agresión!”, amenazó Luca, sus ojos atravesando el cuerpo delgado de Scarlett.

“¿Yo? ¿Agresión? Tú fuiste quien me abofeteó repen-”.

De la nada, su vieja amiga de la oficina, Mina, apareció junto a Courtney y anunció: “Tengo pruebas de lo que hiciste, Scarlett. ¡Ahora todos sabrán qué eres una persona tan vengativa en realidad!”.

Mina levantó su móvil y reprodujo el video. El ángulo en el que Mina tomó la grabación hizo que pareciera que golpeó a Courtney con su mano.

Fue otro despertar para Scarlett. Mina también la traicionó. Qué lamentable se estaba volviendo su vida.

Más gente los rodeó y Luca le echó la culpa a ella. “¡Esta mujer hirió a mi futura esposa! ¡Era lógico que respondiera! No solo eso, interrumpió nuestro lugar de trabajo con su rencor personal, una conducta, impropia de una futura abogada”.

Sin embargo, era cierto. Scarlett fue tras Courtney. ¿Cómo podía no hacerlo? Estuvo muchos años junto a Luca. Su relación pasó de ser amigos a amantes, y ella apreciaba su vínculo. ¿Cómo podía entregar libremente a Luca? Peor aún, ¿entregárselo a su enemigo mortal?

Antes, en la oficina, llamó a Courtney amante, una falsa hija ingrata de los Barnes que vivía una vida que estaba destinada a Scarlett.

“Luca, ¿has olvidado cómo Courtney se llevó a mi familia? Soy la hija legítima de los Barnes, pero Courtney…”.

“¡Cállate! Eso tampoco fue su culpa. Esta es la última que nos molestarás. Estás oficialmente despedida de la firma de abogados y, como castigo por herir a Courtney, ¡me aseguraré de que todas las firmas no te contraten, y todas las demás oficinas corporativas!”, ladró Luca, su voz se fortaleció, parecía retumbar a través del espacio abierto. Más aún, los ojos se posaron sobre su miserable estado.

Mientras tanto, Courtney tenía una mirada arrogante sobre su rostro, pero cuando Luca se dio la vuelta, su expresión se transformó en arrepentimiento. Courtney dijo: “Luca, ella no merece tu ira. Vamos a perdonarla. Es mi hermana, después de todo”.

Scarlett observó cómo Luca colocó un brazo alrededor de Courtney y lo escuchó decirle: “Eres muy amable, mi amor… A diferencia de alguien a quien pensé que conocía bien”.

‘¡Qué falsa! ¡Es el diablo renacido!’. Scarlett quería decirlo en voz alta, pero se guardó sus comentarios. Ella tuvo… casi suficiente.

Ya era suficiente.

Como si los cielos también estuvieran en su contra ese día, llovía fuertemente fuera del edificio de oficinas de la firma, empapando su ropa.

“¡Vete y no vuelvas a mostrarnos tu rostro nunca más!”. Esas fueron las últimas palabras que le dijo Luca antes de ordenar al personal de seguridad que la echara.

Scarlett no supo cuánto tiempo permaneció bajo la lluvia, pero tan pronto como se puso de pie, juró a los cielos: “Te lo juro, Luca y Courtney, tendré mi venganza. Se arrepentirán de lo que me hicieron. Solo esperen y verán”.