La caminata hacia el vestíbulo del Hotel Tercer Diamante parecía una eternidad mientras Scarlett y Kaleb se guardaban sus pensamientos para sí mismos.

Scarlett sentía que su corazón estaba listo para saltar de su pecho con anticipación. Se preguntaba si su decisión era correcta. Hace casi una hora, le insinuó a medias a Kaleb que estaba dispuesta a perder su tarjeta de virgen esa noche.

Ella y Kaleb se habían estado besando y superando la tercera base durante días. La tensión sexual entre ellos iba en aumento, y Kaleb siempre hacía débiles sus piernas cada vez que la tocaba. Con él, ella a menudo perdía su razón y no podía evitar entregarse a sus encantos. ¡Sí! Ya era hora de obtener un jonrón.

“Ya casi llegamos”, dijo Kaleb, entrando al elevador. Se ajustó su cuello de la camisa, sintiendo calor por todas partes, su imaginación adelantándose. Su hermano allá abajo ya estaba hinchado.

Cuando el elevador llegó al piso treinta, Kaleb tomó a Scarlett en sus brazos. Presionó su cuerpo