—Mari está allá sola, solo con mi mamá acompañándola. ¡Debe sentirse muy sola! —comentó Ximena con preocupación.Sofía, llevándola a un lado, dijo:—¿Cómo puedes irte en este momento? ¿Acaso estás cediendo tu lugar voluntariamente?Ximena sintió un nudo en el pecho.—¡Sí, estoy cediendo mi lugar! Qu
Gonzalo no esperaba que Ximena viniera. Debilitado en la cama y con una gasa en la mejilla, era incierto cuán grave era su lesión y si su rostro quedaría desfigurado. Tosía mientras invitaba a Ximena a sentarse. Catalina también se mostró muy cálida, pero Armando, con el rostro frío, le pidió a Xime
Lisandro, bajo la influencia de las palabras de Jorge, sintió la necesidad de aclarar las cosas con Ximena. No quería que un simple asunto de una corbata causara discordia entre ellos. Pensaba llamar a Ximena, pero su orgullo se lo impedía, así que decidió crear un encuentro casual y envió un mensaj
Después de un momento de reflexión, se dirigió hacia Armando. Resulta que Ximena había estado investigando en secreto sobre su madre, manteniendo todo tan bien oculto que ni una palabra había llegado a él. El abuelo, aún en vida, había hablado con él sobre su oposición a su relación con Ximena, menc
—¿Por qué tendría que decírtelo? Tú ni siquiera preguntaste.Sofía estaba realmente molesta con Lisandro por haber llevado a Ximena al aeropuerto sin decirle nada, evitando incluso usar a Dax como chofer para que Lisandro no se enterara de que Ximena se había ido.—¡Pero si eres mi hermana! ¿Con qui
Lluvia se dio cuenta, los tres no la querían. Sofía tampoco. Pero a ella no le importaba ser rechazada, seguía mostrando una indiferencia elegante, como si nada le afectara.—¿Sofía, es por Ximena?—¿Qué Ximena?—¿Es que Ximena les dijo que se alejaran de mí, que no fueran cercanos conmigo?—Ximena
Lisandro jamás imaginó que se encontraría con Lluvia en el avión, y menos aún en el asiento a su lado. Cada vez que su mirada se posaba en la corbata aún colgada en la entrada de su casa, sus ojos se endurecían con un frío glacial al observar a Lluvia.—¿Qué haces aquí? —preguntó con voz firme.Lluv
Lluvia miró a Autem extrañada y bajó la mirada para ocultar su confusión interna. Autem no era precisamente un caballero honorable. Influenciado desde joven por pensamientos extranjeros, desconocía la gracia de los adultos y siempre buscaba obtener lo que deseaba. Aunque no recurriera a métodos desp