Rebeca recordó a la niñera que trabajaba para Andrés.Esa niñera, vecina de la antigua casa, conocía a la familia de Andrés desde hace años y seguramente sabría a dónde se había mudado.Pero con la demolición de la vieja casa y el cambio de residencia de los antiguos vecinos, Rebeca no sabía dónde v
Ximena cerró ligeramente los dedos.—pero ese lugar es nuestro único recuerdo de madre.—La casa fue demolida, y la viña ya no está. La vieja casa, tras años de renovaciones, ya no es el hogar de antes. ¿Qué es lo que aún te atrae?Ximena levantó la vista hacia las ramas desnudas fuera de la ventana
Quería que Ximena cerrara ese capítulo y estuviera con Lisandro sin mirar atrás.—¡Hermano! ¿Yo enfrentándome a él? ¡Siempre ha sido él el duro, yo soy la mujer débil, en su presencia solo puedo ser una pequeña ave dependiente. Soy muy obediente con él! —Ximena se rio.Andrés sacudió la cabeza con r
Ximena salió de la estación de tren y, al instante, divisó a Lisandro esperándola en la salida. Corrió hacia él y lo abrazó fuertemente.—¿Lis, qué haces aquí? —preguntó ella sorprendida.Con un brazo rodeando la delgada cintura de Ximena y el otro sosteniendo su maleta, Lisandro comenzó a caminar h
Ximena de repente se dio cuenta de que Sofía no era simplemente una niña rica y caprichosa, sino que en verdad tenía un corazón bondadoso.Le prestó dinero a Andrés, no para ayudarlo a salvar a Amado, sino simplemente como un préstamo a Andrés.Ella solo quería ayudar a Andrés.Ximena abrazó a Sofía
—¡De ninguna manera —Ximena afirmó con convicción—, ellos no tienen ese tipo de relación!Lorenzo parecía incrédulo, y Sofía también se apresuró a asegurar, haciendo que él se calmara un poco.—Es extraño, Marcus ha amenazado tantas veces con romper el compromiso, pero siempre han sido amenazas vací
Lisandro tomó la mano de Ximena y la masajeó suavemente en la palma de su mano.—No hay nada complicado, uno es uno y dos es dos.Ximena apoyó la barbilla en el hombro de Lisandro, mirándolo:—¿Y tú qué harás?—¿Yo? Estoy bien.—Si yo ayudo a Mariana, el abuelo se enojará porque no ayudaste a Rocío.
—¿Buscar a Rocío? —Marcus elevó su voz repentinamente—. ¡Es una broma! Si hablo con ella, ¿qué podría sacar de eso? ¿Sabes lo distorsionadas que son sus creencias? ¡Tan torcidas que ni la Vía Láctea podría enderezarlas!Levantándose del sofá y golpeando la mesa de centro, Marcus continuó:—No es que