—¡Explícate! ¿A qué te refieres con 'ya sabes quién'? ¡Habla claro y deja de darle la vuelta!Lisandro, aún sin decir palabra, entró al dormitorio y comenzó a desvestirse. Tenía una manía por la limpieza, y toda la ropa que traía del hospital tenía que lavarse, y él mismo tenía que bañarse. Al ver q
—¿La señorita Vázquez no sabe que vivo aquí? Creo que te lo mencioné antes.Lluvia sacudió su cabeza, incapaz de recordar que Ximena le haya contado eso.—¿En cuál vives? ¡Cuando me mude, te visitaré para jugar! —dijo Lluvia. Ximena señaló el edificio enfrente.—Justo en frente de tu casa. —Lluvia c
—Hace más de una década, una idea tuya, un capricho creativo, y quién lo diría, Lisandro realmente construyó la casa. ¿Es como lo diseñaste? ¿Lleno de orquídeas exquisitas? ¿Con el aroma de las orquídeas todo el año? —Lluvia no pudo evitar sonreír.—Eso sería difícil en invierno, con el frío, pero d
—¿Debería preguntar algo? —Araceli estaba confundida.Lluvia se veía algo incómoda.—No, solo pensé que ella te preguntaría algo en privado.Araceli, ajustándose las gafas, miró disimuladamente hacia atrás a Ximena y bajó la voz para que solo ellas dos pudieran oír.—¿No será que quiere indagar en t
Los ojos de Lluvia parpadearon, y lentamente levantó la cabeza.—¿Qué planeas hacer? —Araceli entrecerró los ojos—. Todavía no lo tengo claro. Pero lo primero es crear oportunidades para que se vean más. El roce hace el cariño, hay que aumentar tu presencia en su vida.Lluvia se llevó la mano a la f
Ximena le pasó a Dolores todos los datos de Regina: dirección de su casa, de la oficina, número de teléfono, todo.Dolores no los tomó, así que Ximena los dejó en la mesita de noche, sujetados con un vaso de agua.—Es muy rica, ¡la gran jefa de la empresa! La empresa se extendió desde Nubiazura hast
Le insistió a Ximena durante mucho tiempo.Al ver que él realmente parecía preocupado, Ximena le contó una historia.Era la historia de una niña y un niño que Lluvia había contado antes a Ximena.—Después, la niña se fue al extranjero. El niño, incapaz de sacarla de su mente, construyó un lujoso com
Lisandro veía a Ximena visiblemente enfadada, pero fingiendo estar solo un poco molesta, como si estuviera jugando con él. La ira en sus ojos se desvanecía, dando paso a una sonrisa. Se acercó a Ximena, examinando su rostro y preguntó en tono burlón.—¿Estás celosa?—No soy tan susceptible, ¡no hay