Ximena y Lisandro, acompañados por Iván, se dirigieron hacia la salida del viñedo. Armando llamó a dos jardineros y les ordenó que cerraran bien la puerta y no dejaran entrar a nadie más. Ximena echó un vistazo a Lisandro; parecía que a su suegro realmente le importaba ese lugar. Lisandro se encogió
Los padres de Griselda acusaban a Ximena de asesinato. Ximena se sintió aturdida, su mente se quedó en blanco, como si todas las personas a su alrededor la señalaran y la culparan, mareándola. Trataba de mantener la calma, sus uñas clavándose en la palma de su mano.Miró fijamente a los ancianos que
Ximena asintió a José, señalando que no le importaba. José continuó disculpándose y mencionó a Mariana.—Escuché que la señorita Sánchez tuvo un accidente de tráfico y todavía está inconsciente. Deberíamos visitarla cuando podamos.—No hace falta, su condición actual no es apropiada para visitas, —r
Elena, agotada, se deslizó hasta el suelo, llorando incontrolablemente.—Lisandro, ¿cómo puedes tratarme así? He dado tanto por ti, ¿acaso no significo nada para ti? ¿Cómo puedes ser tan despiadado? No es de extrañar que últimamente no hayas hecho nada, solo estabas esperando verme caer.Antes, podr
—Yo, yo... ¡Solo estaba adivinando! Con la personalidad de Nacho, seguro que habría un gran alboroto con Lisandro y Ximena por el asunto de la herencia.—Catalina, durante todos estos años, siempre he creído que te he tratado bien. Tú has sido obediente y nunca has mostrado avaricia. El día que te u
Agustín no quería hablar con Catalina sobre Serena. Era un tema tabú en el corazón de Armando y también en el de él.—¡Tu tarea es desestabilizar a la Familia Mendoza! ¡Hacer que los mayores de la familia estén insatisfechos con Lisandro! ¡Sólo sigue mi plan y todo saldrá bien! —Dijo Agustín antes d
—Elena me robó a mi hijo hace años y para que su mentira no se descubriera, para no perder todo lo que ahora tiene, seguramente querría eliminarme. Matarme directamente sería arriesgado, ¡quizás temían tu venganza! ¿Qué mejor que inculparme de un asesinato y que me condenen a muerte, sin dejar rastr
—Mamá, siempre supe que eres mi mamá. No llamarte mamá no significa que no te quiera, Iván, —dijo Iván mientras abrazaba suavemente a Ximena y continuaba hablando con una voz infantil.» Desde pequeño, Iván siempre ha trabajado duro, mendigando, haciendo tareas, intentando comer poco. Pero mamá Lore