Mientras Lisandro yacía en la cama, sintió las suaves manos de Ximena aplicándole el medicamento en la herida y eso le causó un cosquilleo en el corazón. Estaba preocupado por ella, por eso había regresado.—¿Qué cosas te contó mi padre? —Ella le respondió con sinceridad.—Nunca imaginé que tu padre
Durante todo el proceso de trámite, la mente de Ximena estaba en blanco. Se había olvidado de lo que había dicho y hecho, y cuando recuperó un poco la consciencia, ya había salido del registro civil con Lisandro y estaban de regreso en el coche.Había un mes de reflexión. Una vez transcurrido ese ti
Gritaba Rebeca, aún con el celular dañado en mano, esperando escuchar palabras de apoyo. Ximena se llenó de ira, respondió:—¡Rebeca! Si quieres jugar a la víctima es tu problema, pero deja de culpar a todos por los errores de tu familia.—¿Qué hicimos? ¿Dónde estuvo nuestro error? ¡Claramente la eq
Ximena soltó una risita.—¡Pues sigue odiándome!Actuando como si no le importara, ella intentó irse, pero Rebeca la detuvo.—¡Espera, firma el acuerdo! —ordenó Rebeca.—¿Por qué lo haría? Casi me matan y ¿tendría que perdonar a quien intentó hacerlo? No soy tan magnánima.Rebeca bloqueó el paso de
Al regresar a su casa, Ximena intentó llamar a Samuel, pero no contestó. Le envió un mensaje advirtiéndole sobre las compañías que escogió y pidiéndole que no se la pasara fuera todo el tiempo. Samuel estaba con Sofía, examinando el reporte de paternidad que habían sustraído de las cosas de Ximena.
Al saber que Diego y Regina se encontraban juntos en la casa de Regina, Mariana, enfurecida y temblorosa, decidió ir enseguida para confrontarlos. Sofía y Samuel se encontraban afuera de la casa de Regina, esperando y asegurándose de que Diego no saliera antes de que ellos pudieran actuar.Mariana l
Sofía sabía que lo que le decía su amiga tenía sentido, pero no podía soportarlo. El desgraciado y esa mujer mayor desfilando juntos, tratando a Mariana como si fuera una tonta. Ximena levantó la vista hacia la iluminada mansión, comentó.» Esta cena, probablemente la prepararon para ustedes. Podría
Durante toda la charla, Ximena, estando ebria, no mencionó ni una vez a Lisandro. Hablaba sobre sus errores, quién tenía razón y sobre sus fracasos en la vida. Comentaba lo desastrosa que había sido su vida. Sin embargo, Sofía podía notarlo: Ximena amaba profundamente a Lisandro, un amor que calaba