Después de todo, ella había llevado a Mateo en otras ocasiones y Lisandro nunca se había molestado de esta manera.Marcus le lanzó una mirada significativa a Rocío y le susurró: —Chiquilla traviesa, Felicia es solo una niña de cuatro años. La traes a este lugar y encima la dejas en ese estado. Si fu
Rocío quedó en shock.Sintió cómo algo caliente empezaba a correr por su frente y descendía por su rostro, manchando su falda ajustada.Jamás en su vida había sido tratada así; nadie se atrevía a lastimar a ella.No solo porque Lisandro siempre la había protegido, sino que su abuelo no habría permit
—¡No te enojes! ¡Me mentiste diciendo que estabas paralizada! Yo me llevé a Felicia, ¡así que estamos a mano!—¡Además, Felicia es mi hija! Sólo quería verla. ¡No he hecho nada malo!Ximena intentó alejarse de Marcus, pero él era más fuerte y no la dejó. Con sus ojos llenos de furia, miró directamen
Ximena solo supo al llegar a casa que Felicia había sido hospitalizada.Su celular estaba apagado.El móvil de Lisandro estaba en silencio, por lo que no había recibido la llamada de Teresa.Rápidamente, se dirigieron al hospital en el coche, pero en la entrada de su residencia, se toparon con un Fe
A pesar de que Ximena parecía comprensiva, en realidad era bastante sensible.Si se sentía traicionada, era capaz de cortar lazos para siempre.—Hablemos de eso después —dijo Lisandro con una mirada triste.Sofía sintió que ese no era el momento adecuado para discutir el asunto y le preguntó a Lisan
—¡Ximena! ¡No me refería a eso! —exclamó Sofía con prisa—. Quiero decir que Rocío es peligrosa. Es mejor no provocarla. No me preocupa quedar involucrada.—¡Lo sé! —respondió Ximena, consciente de las intenciones de Sofía.Sabía que todo lo que Sofía hacía era con buena intención.Pero estaba cansad
—Pero no soy alguien de alta sociedad, solo soy una persona común y corriente. Tener una nana es demasiado lujoso para mí.Sentía que no merecía tener una nana.Teresa, intentando confortarla, respondió: —No debes pensar así de ti misma. Eres una mujer fuerte y admirable. Hay chicas de tu edad que a
—¿Qué estás diciendo? ¿Gustar? —Lisandro respondió con un tono elevado.—¡Vamos! ¡Es evidente! ¡Tú sientes algo por Ximena! —Sofía lo encaró sin rodeos.El enojo se dibujó en el rostro de Lisandro: —¡Nadie ha dicho que me gusta ella!«¿Cómo podría sentir algo por alguien que siempre me mira con desd