Cada ser humano tiene un grupo sanguíneo diferente que depende de las características presentes en la superficie de los glóbulos rojos y en el suero de la sangre. Este grupo sanguíneo se hereda de los padres, por lo que los hijos solo pueden tener el grupo sanguíneo de uno de sus padres. Ya déjenme sus comentarios, muero por leer sus opiniones. Falta poco para el final de esta historia. ¡¡Besos!
CAPÍTULO 83. ―Oye, hermana, déjame llevarte a casa. ―Nicole estaba a punto de tomar un taxi cuando una voz dulce sonó detrás de ella. Levanto la vista y vio a una mujer sentada en el capo de un Porsche descapotable. Era Aspen. ―Vamos, sube. Nicole se quedó callada por un momento, miro con detenimiento a su hermana, su expresión era muy natural. ―Llámame Nicole ―la corrigió en un tono frío. ―Cuando se subió al auto, podía oler el perfume en el cuerpo de Aspen. A ella nunca le gusto ese olor. ―¿Así que recuerdas todo? ¿O en realidad nunca tuviste amnesia? Nicole miraba hacia la carretera, y bajo los ojos pensativa. Quería descubrir que se proponía. ―No sé de qué estás hablando. ―Bueno, ¿qué haces aquí? ―El Sr. King tuvo un accidente y yo estaba con él, ¿no es lógico que quiera saber cómo está? Omitió el detalle de que había dormido a su lado y que él se opuso a que se fuera esta mañana. Lo convenció cuando le dijo que prepararía todo para irse a la mansión familiar. Sin embargo,
CAPÍTULO 84. Cuando llego a casa, Liam también estaba allí, ocupado en la cocina. El ama de llaves estaba alimentando a Adam. Una mezcla de sentimientos abrumaba a Nicole. Dio un paso adelante y tomo a su hijo en sus brazos, lo abrazó con fuerza y las lágrimas brotaron nuevamente, la sola idea de finalmente tener aquello que siempre había ansiado la emocionaba, pero tener que lastimar a otros para conseguirlo, la hacía infeliz. De repente el bebe se echó a llorar. El ama de llaves la miro y pregunto ansiosamente. ―Oh señora, seguro quedo con hambre, iré por más leche. Al volver vio las lágrimas en su rostro y frunció las cejas sorprendida. ―¿Qué le pasa señora? El llanto de Adam y la voz preocupada de la mujer, atrajeron la atención de Liam. Se acercó lentamente y vio la mirada complicada en sus ojos. Supo de inmediato que sucedía. ―Roberta, déjanos por favor. ―dijo en tono serio. ―Y lleva a Adam a su habitación, tengo algo que hablar con Nicole. La mujer asintió levemente, Nic
CAPÍTULO 85. Aiden pronto sería dado de alta, al día siguiente después de hablar con Liam, Nicole se mudó a la mansión King. Roberta accedió a irse con ella, estaba muy apegada al bebe. Sin embargo, la mujer no dejaba de hacerse preguntas, que Nicole accedió a responder después. Todos en la mansión la recibieron como la esposa de Aiden, aunque ya había estado anteriormente, igual se sentía un poco extraña. En su interior hubiera preferido su antiguo departamento. Temprano en la mañana, Adam comió su leche y recibió su baño. Ahora jugaban en su cuarto, mientras terminaban de preparar el de él. Aiden había contratado a los mejores diseñadores de interiores, pero ella quería que lo hiciera su amiga, Stella Sullivan. ―No lo puedo creer, ¿ósea que no te casaste con Daniel? ―Es una larga historia, pero tú tampoco te quedas atrás, hasta donde recuerdo te casaste con el heredero Montgomery, y vivías en Seattle. ¿Por qué estás aquí? Stella tomo un sorbo de su te, y dijo indiferente. ―Lo
CAPÍTULO 86Aiden fue dado de alta finalmente del hospital, para cuando Robert lo llevó a la mansión, Nicole alimentaba a Adam, sin darse cuenta de que él había llegado.El pequeño hacía todo tipo de pucheros y su madre junto con el ama de llaves lo miraban con una sonrisa en los labios. Sin lugar a dudas, cuando sea grande las chicas se derretirán por él, pensó Nicole.Aiden le hizo señas a Robert para que no dijera nada, se acercó lentamente, sus pasos fueron amortiguados por la gruesa alfombra. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, se inclinó al lado de Nicole y dijo.―Es más hermoso de lo que imagine. ―susurro suavemente.Nicole se sobresaltó al escuchar su voz y lo miro sorprendida.―¡Aiden! Pero… tú… ¿Qué haces aquí? ¿Te escapaste del hospital?Él soltó una carcajada al momento que negaba con la cabeza.―No mujer, el médico adelanto el alta. No dije nada, por qué quería sorprenderte y vaya que lo logre.Nicole le dio una sonrisa y fingió estar enojada.―¿Estás seguro? Te cono
CAPÍTULO 87 Las estrellas giraban unas tras otras en el techo de la habitación y una dulce melodía adormecía lentamente al pequeño bebe en su cuna. A su lado, había una figura alta e imponente. Aiden, miraba a su hijo sin parpadear. ―Te soñé y te hiciste realidad… ―Aiden levanto la mano y acaricio con ternura el suave cabello ―Me encanta ser tu padre… y aunque al principio las cosas no sucedieron como deberían, te prometo que voy a estar a tu lado el resto de mi vida. El pequeño Adam parecía estar teniendo un buen sueño, sus manitos se abrían y cerraban y hacia pequeños pucheros con sus labios. Aiden no podía apartar los ojos de él. Sentía que su corazón podía explotar de alegría y felicidad, y ahora su vida había cambiado para siempre, marcando un antes y un después. Sentía que tenía un motivo más por el cual vivir y ser mejor cada día. De pie en la puerta, Nicole miraba la escena frente a ella. Había venido para darle su beso de buenas noches, sin embargo, no pudo interrumpir e
CAPÍTULO 88EDIFICIO CONTINENTAL.―Señorita Leblanc, no ha estado aquí en mucho tiempo, ¿está aquí para ver al Sr. King?En el gran vestíbulo, la recepcionista se acercó y pregunto cortes.Nicole abrió los ojos y se quitó las gafas de sol y se señaló a sí misma.―¿Me estás confundiendo con Aspen?La mujer de la recepción la entrecerró los ojos y sonrió.―Señorita, ¿no es usted Aspen Leblanc? Trabaja aquí como secretaria del jefe, aunque dejo de venir después de un tiempo.Nicole estaba molesta, sin embargo, no podía culparla. Que dios las hubiera hecho idénticas no era su culpa. La mujer de la recepción todavía la miraba con una sonrisa.―¿Quiere ver al Sr. King?―Sí. Solo estoy aquí para una visita, no es necesario que le comunique.La mujer sonrió nuevamente, se dio la vuelta y volvió a sentarse detrás del mostrador.Nicole había venido para invitarlo a almorzar, hubiera podido llamarlo, pero quiso sorprenderlo, quien diría que ella sería la sorprendida al ser confundida con su herm
CAPÍTULO 89 Aiden se paró fuera de la puerta y escucho las voces dentro de la oficina. Inmediatamente, reconoció que se trataba de Aspen y Nicole. Al abrir la puerta, vio a su esposa sentada detrás de su escritorio, sosteniendo su bolígrafo de oro y mirando con ojos hostiles a su hermana. Por mucho que le incomodara la situación se obligó a morder la bala y seguir adelante. ―¿Qué haces aquí, Aspen? ―camino y cerro la puerta detrás de él ― ¿Robert, no entrego el aviso? Mientras estaba en el hospital, le pidió a Robert que entregara el aviso de despido a Aspen, junto con una considerable liquidación. ―Yo… yo necesito tu ayuda, por eso estoy aquí. ―¿Y qué te hace pensar que me importa lo que suceda contigo? ―camino hacia Nicole y la beso suavemente en los labios. ―Cariño, ¿Por qué no me dijiste que vendrías? ―su voz era suave y dulce, totalmente opuesta a la que empleaba con Aspen. Ella se percató de esto y su estómago salto, sus latidos se aceleraron y su sangre hirvió de rabia.
CAPÍTULO 90 UNA SEMANA DESPUÉS. En la gran cama grande y suave, dos cuerpos dormían abrazados. Cuando el cielo se estaba volviendo claro, Aiden abrió los ojos, giro su rostro y miro a su dulce esposa durmiendo en sus brazos, saco delicadamente su brazo que estaba apoyado debajo de ella y se levantó muy suavemente. ―¿A dónde vas? ―Nicole dijo con los ojos aún cerrados. Aiden se inclinó hacia ella y la beso en los labios. ―No quería despertarte, pero hoy tenemos un largo día. Por lo que debes levantarte. La noche anterior, como casi todas las noches, él había abusado de su cuerpo, se preguntaba cómo podría tener tanta resistencia. Siempre lograba dejarla agotada, pero satisfecha. Abrió los ojos y suspiro. ―¿Llamaste al abogado? ―Sí. Todo el caso está preparado, hoy es un día decisivo, estoy seguro de que ganaremos. ―Dios te oiga. No soportaría perder la herencia de mi madre. ―No sucederá, te lo prometo. ―Aiden la beso nuevamente y luego vio que una de sus nalgas estaba descubi