Devin BeckerNew YorkAl día siguiente de esa intensa noche de pasión y después de casi no dormir, por dedicarme a disfrutar a Hanna, de todas las formas en las que fui capaz, cuando desperté, lo primero que hice, fue buscar a tientas a mi esposa, lo que ahora sí, decía con orgullo, después de haber hecho los honores al título que a ambos nos une. Al no encontrar a Hanna a mi lado, abrí los ojos de golpe y al no verla, me levanté de golpe de la cama y volteé en todas las direcciones, en busca de ella.–Hanna, ¿Dónde estás? – Comencé a llamarla – Por favor, si esto es una de tus bromas, déjame decirte que no es para nada gracioso.Hanna, no me respondía al llamado, lo que me alertó de inmediato, entré al baño de la recámara y tampoco estaba ahí, me puse el bóxer a la velocidad del rayo y salí de la recámara, para buscar a mi esposa, por toda la casa, estaba desesperado, pero cuando toqué en la recámara de al lado y vi que estaba cerrada la puerta, me alarmé demasiado, ¿Qué pudo haber s
Devin BeckerNew YorkHanna se había ido y yo, me había quedado hecho un imbécil en la casa, que, hasta hace pocos minutos, habitábamos juntos. Tarde, me había dado cuenta, que no sirvió de nada, la noche de anoche, ni los intentos fallidos que hice, para conocerla y lo que ponía las cosas peores, era que ella, ya había decretado el final de lo nuestro, así, como si poco o nada, le hubiera importado yo. Me metí a bañar con desgano y cuando salí, mi celular sonaba y por un momento pensé y esperaba que me dijera ella misma, que fue un error o una de sus muchas bromas, pero no. Era Daniel, quién me estaba llamando.–Hola Devin – Saludó mi amigo – Te llamaba, para saber si paso por ti para ir a desayunar. Tenemos tiempo, antes de entrar al estudio.Tenía la oportunidad perfecta para desahogar toda mi desdicha, por lo menos que me diera un consejo de qué hacer ahora con mi vida, si ella se ha ido.–Claro que sí – Respondí – Necesito verte y hablar contigo, de lo que me ha pasado. No estoy
Hanna BeckerNew YorkAl llegar de nuevo al departamento que comparto con Susan, me sentí bastante aliviada, ya no quería tener otro contacto con Devin, pues en una de esas todas las mentiras que le he dicho con respecto a mis familiares, me iban a explotar en la cara, lo supe cuando en la boda de su hermano con esta chica inglesa, llegaron varios de mis familiares y estuve todo el tiempo escondiéndome, lo bueno fue que nadie se dio cuenta.Entro al departamento con la llave que siempre guardé, espero que Daniel, no se encuentre, necesito hablar urgentemente con mi amiga, para ver qué es lo que voy a hacer, pues el divorcio o la anulación del vínculo que me une a Devin, es inminente, ya no hay nada por lo que tengamos que vivir juntos, justamente hoy, me lo ha comprobado mi periodo.–Hola, Susan, buenos días – Digo arrastrando mi maleta.Susan ya se encontraba levantada y estaba en la cocina preparándose el desayuno, esta mujer es demasiado puntual, cero que llega primero que todos en
Hanna BeckerNew YorkSerá mejor ya no asistir a esa clase de eventos, que es lo más probable que en algún momento me los vaya a tener que encontrar frente a frente, y ni idea de que les vaya a decir, no quiero más problemas con Devin, ya que él ha puesto su confianza en mí, no lo voy a defraudar diciéndole más mentiras y mejor así, que sea algo que se quede en el olvido.–Pero solo a ti se te ocurre decir esas cosas, y si él quiere conocer a tus padres, los ibas a llevar donde a conocerlos, tienes que ser más sensata con lo que dices, esas mentiras siempre terminan en algo peor, lo ibas a llevar a México.Ahí, era donde radicaba en sí el problema, no me iba a estar fabricando más mentiras que luego se iban a ir sumando a las anteriores, pues tendría que contratar a un par de actores que se hicieran pasar por mis padres y eso era muy desesperante, si Devin, no se quedaba conforme y los quisiera seguir viendo y la madeja se iba a estar enredando más.–Precisamente por eso, él me dijo q
Devin BeckerNew YorkLuego de desayunar y desahogarme con Daniel, tuvimos que irnos al estudio. Me sentía muy mal, por lo que pasó con Hanna y maldecía mi suerte, pues todas las mujeres que amo, terminan por abandonarme y eso lo odio. Odio, ser abandonado, odio que cuando entrego el corazón, me lo tengan que entregar hecho pedazos, sin tener consideración alguna conmigo. Iba pensando todo eso, mientras, entrabamos por la puerta del estudio Daniel y yo, tenía que gobernar lo que sentía, antes de hacer algo estúpido, para querer intentar retener a Hanna. Eso no lo podía hacer y esperaba que mi amigo, me detuviera, en caso que viera que quería hacer una tontería.–Buenos días, Hanna, Katie – Saludó Daniel a ambas – Veo que ya están con todo en el proyecto. Me da demasiado gusto por las dos.Hanna, ya se encontraba en el estudio como si nada, pues a ella en realidad, nunca le importé, podía yo tener el corazón destrozado y ella ni se iba a inmutar, pues yo era el único que tenía la culpa
Devin BeckerNew YorkTodo ese día en el estudio, se me hizo eterno y me hacía desear que diera la hora de la salida, para largarme y encerrarme en casa, dejar de ver a la cínica de Hanna, que estaba trabajando descaradamente, como si nada hubiera pasado, cómo si todo lo que me hizo, hubiera sido una gracia. Hasta se estaban riendo de algo con Katie y eso me dio más coraje y por supuesto, que Daniel, mi amigo, lo notó.–Devin, ya quita esa cara por Dios – Me pidió Daniel – Si no quieres arreglar las cosas con Hanna, entonces ya ponte en otra actitud. La vida es corta, para pasárnosla amargados.Para él, era muy fácil decirlo porque no estaba en mis zapatos, y porque no está trabajando en el mismo lugar con la mujer que lo ha dejado, para todos era muy fácil, menos para mí.–Sí, es demasiado corta, pero la verdad y siendo bien sinceros, no puedo quitar mi cara, ni cambiar mi actitud, cuando la causante de que yo esté en este estado horrible, ahí está – Señalé a Hanna – Divertida, riénd
Hanna BeckerNew YorkMe daba demasiada pena, al ver la cara de Levina y era lo lógico. Ella podía pensar que Devin y yo, estábamos en las mejores circunstancias, cuando la realidad era otra. Devin me había retado a que le dijera a su madre la situación en la que estábamos, al referirse a mí como una cobarde y como que no tenía el valor de decirle a su madre lo que estaba pasando con nosotros, pero se topó con pared, porque yo no tenía miedo a nada y esto de uno o de otro modo, se tenía que enfrentar. –Hanna, Devin, tengan la bondad de explicarme por favor lo que está pasando con ustedes, ¿Cómo es eso, que se han casado sin amor? – Nos preguntó Levina a ambos – No se queden callados y explíquenme.Por supuesto que yo se la iba a dar y no me iba a callar nada de lo que había pasado, en Las Vegas, Devin, no me podía retar y pensar que yo no iba a decir nada, no sabía con quién se metía.–Lo siento mucho, Levina – Tomé yo la iniciativa – Devin y yo, pasamos una noche loca en Las Vegas y
Hanna BeckerNew YorkMe encaminé con Levina a su oficina, iba un poco llena de miedo y de nervios. Me inspiraba algo dentro de mí, un miedo inexplicable a que ella me fuera a despedir del estudio, de algo que me costó mucho conseguir. Me sentía demasiado preocupada en ese momento por mi futuro, pues esta mañana, al terminar con Devin, nunca me pasó por la mente que esto iba a pasar, que podía existir la posibilidad de perder mi trabajo, el que tanto me había costado conseguir. De cualquier modo, lo hecho ya estaba hecho y no se podía hacer nada para remediarlo.–Pasa, cierra la puerta y toma asiento, por favor, Hanna – Me pidió Levina – Tenemos muchas cosas de que hablar.–Claro Levina, tú dirás – Respondí con sobrada tranquilidad – Adelante, te escucho.Levina me miraba fijamente, era de esas personas de mirada muy pesada, pero pese a eso, yo se la pude sostener sin problema. Yo no había hecho nada malo, por el contrario, me sentía tranquila de haberle puesto punto final a tantas me