Hanna BeckerNew YorkDesperté esa noche en los brazos de mi amado Devin, que estaba muy preocupado por mí, él al darse cuenta de que desperté después de dormir bastante, me dio un tierno beso y se levantó de mi lado para salir de la recámara. Yo me senté en la cama, bostecé y me estiré y escuché que Devin hablaba por teléfono con alguien y después de un poco de tiempo, él volvió a entrar a la recámara.–Hola mi hermosa Hanna – Devin se sentó a mi lado y me besó – Espero que ya te sientas mejor y antes que me vayas a decir cualquier cosa, quiero decirte que no te preocupes, yo le avisé a mi madre que no ibas a poder ir al estudio.–Lo siento Devin, me sentí muy cansada y con el estómago revuelto. Llamaré a Levina ahora mismo, yo no pienso volver a faltar al estudio.Como me había quedado dormida tanto tiempo y perdido casi todo el día fuera del estudio, Levina, debía estar muy molesta conmigo, esto era imperdonable, pero de verdad me sentía muy mal y con mucho sueño, como si no hubier
Hanna BeckerNew YorkEsa noche no pude ni dormir bien pensando en lo que me había dicho Michael, sobre el embarazo, pero de cualquier forma yo no me iba a preocupar. Devin y yo, estábamos de lo mejor y esa noche nos metimos a la cama, como lo hacíamos siempre desde que se arreglaron las cosas entre ambos.–Devin, mañana vendrán a tomarme una muestra para unos análisis de laboratorio que ordenó Michael – Le informé – Dice que no debemos de preocuparnos, que no cree que tenga nada grave.–No, yo tampoco creo que tengas nada grave, Hanna y si así fuera yo me quiero morir a tu lado, no quiero vivir sin ti – Devin se puso dramático – Te amo y me tardé demasiado en darme cuenta de eso.–Nadie morirá mi amor, no seas tan negativo – Me reí – Creo que ni lo que te ha pasado, ha podido cambiar tu naturaleza negativa.–Esa ya la traigo muy metida dentro de mí, mi amor. Siempre he sido negativo.–Se te tiene que ir quitando, mi amor.Me refugié en sus brazos y nos dormimos abrazados como ya era
Devin BeckerNew YorkEstaba con mi padre haciendo unas deliciosas pechugas a la cordon bleu, para cuando regresara Hanna a comer, la había visto muy desmejorada, esperaba que esos resultados los tuviera pronto Michael, me imaginaba que se debía al cansancio que traía Hanna, acumulado, no podía ser otra cosa.–Hijo, estos ya están listos, llevan el tiempo justo de cocción, están dorados.En el fondo yo sabía de donde había heredado la pasión por la cocina, mi padre era un chef nato, le gustaba cocinar, le encantaba estar viendo concursos de gastronomía y hasta programas con los mejores chefs de todo el mundo. Eso no se podía evitar, y si él tuvo algún sueño frustrado, yo era el que había sacado eso de él, el gusto por las artes culinarias.Me acerqué y verifiqué que las pechugas de pollo estuvieran en su punto y lo estaban, tenía ese sello dorado que las caracterizaba, estaban más que listas, ahora teníamos que preparar los ingredientes para la ensalada de lechuga con fresas que tanto
Devin BeckerNew YorkEsto no se lo deseaba a nadie en el mundo, ahora que había encontrado al amor de mi vida, se encontraba aparentemente bien en el hospital, no sabía a ciencia cierta qué era lo que le estaba pasando, no quería ser pesimista, no quería pensar en nada malo, ella tenía que estar bien, por ella y por mí, por los dos, que teníamos esta oportunidad para disfrutarnos.Esta era una oportunidad que se nos estaba presentando, teníamos que vivirla, ella tenía que estar bien o yo me moriría si no estaba a mi lado.–No nos demoramos, nos vemos allá.Le dije a mi madre, terminamos que acomodar todo, asegurándonos que nada se fuera a echar a perder, y nos encaminamos mi papá y yo hacía su auto, esto se podría llamar que era de vida o muerte.–Nos vemos.Nos despedimos y mi papá me ayudó a subir a su auto, y él se dirigió hacia su lugar para conducir, no quería apresurarlo, pero me urgía que llegáramos cuanto antes al hospital, me sequé las lágrimas sin importarme nada. –No te
Hanna BeckerNew YorkLa noticia de mi embarazo nos cambió la vida para bien a mí y a mi esposo Devin y aunque me estaban pegando muy fuertes los síntomas del embarazo, poco a poco me fui sintiendo mejor, ya que fui atendida por un ginecólogo que también estaba controlando y checando el embarazo de mi amiga Susan. Además, ese fin de semana, iba a haber boda doble, la mía con Devin y la de ella con Daniel.–Hola, hermosa cuñada, ¿Cómo te sientes, hoy? – Katie estaba muy pendiente de mí en el estudio – Quiero saber si necesitas algo en lo que pueda ayudarte.Katie, parecía que no había dormido nada y aun así se ofrecía para ayudarme, era tan linda mi querida cuñada, pero yo en estos momentos me encontraba muy bien.–Hola, Katie. Muchas gracias por preguntarme, yo me encuentro bien – Respondí feliz – Tú eres la que se ve muy desvelada, parece que la embarazada eres tu cuñada.–Shhh, Hanna, por favor no digas eso en voz alta – Me silenció Katie – Sí, estoy con sueño y desvelada, pero porq
Hanna BeckerNew YorkKatie y yo, nos abrazamos felices por la oportunidad que nos estaba brindando Levina y las dos nos fuimos a comer a mi casa, dónde Devin ya nos esperaba con suculentos y exquisitos manjares que apenas pusimos un pie dentro y el aroma inundó nuestros sentidos.–Hola, amor. Hola, hermanita, las dos se ven con unas caras de que algo han hecho – Devin se reía – Están demasiado sospechosas.–Sí, lo estamos, pero no es que hayamos hecho nada, Devin, al menos no nada malo – Lo abracé – Le hemos sacado a Levina, que nos dé un mes de prueba a Katie y a mí para dirigir el estudio.–Bueno, yo no lo he sacado. Ha sido Hanna – Admitió Katie – A tu mujer le sobra carácter y valor. Es mi heroína, hubieras visto como se puso como una fiera a pelear por una oportunidad para nosotras con mamá.–Las felicito a las dos – Devin nos abrazó – Si su plan sale bien, como sé de sobra que saldrá, me habrán ayudado a mí también a librarme del estudio y sería lo mejor que podría pasarnos a l
Devin BeckerNew YorkEstábamos en la celebración de nuestra despedida de solteros, Daniel y yo, seriamos los afortunados de estar con nuestras novias, y muy felices porque pronto seriamos padres, casi al mismo tiempo, es que parece que nos hubiéramos puesto de acuerdo, pero no, Hanna ya venía embarazada desde Las Vegas, desde la primera vez que hicimos el amor, habíamos procreado a nuestro primogénito.Me mataba la ansiedad porque ya fuera el día de mañana, a pesar de que ya estábamos casados Hanna y yo, sentía los nervios característicos de un novio, porque en realidad esta iba a ser la verdadera boda, la ha sido planeada y donde iban a asistir nuestros amigos y familiares, la boda soñada de cualquier mujer, claro y de los hombres también.– ¿Qué pasó hermano por qué esa cara de preocupación, acaso no estás feliz porque mañana te casas?Por supuesto que estaba feliz, solo que me hubiera gustado pasar este día con mi mujer y no es que me estuviera quejando de que me la estuviera pasa
Devin BeckerNew YorkLos dos estábamos totalmente enamorados de nuestras respectivas novias, yo amaba a Hanna, y muy en el fondo sabía que me había casado en Las Vegas con ella, porque me había gustado desde un principio y me alegraba que no hubiéramos anulado el matrimonio esa mañana siguiente en Las Vegas, como lo había tenido pensado.–Yo también quiero agradecerles a todos ustedes, que han sido parte importante en mi vida y aquí los tengo brindando por este paso tan grande que voy a dar, al casarme con una mujer maravillosa como lo dicen mi padre y el padre de mi amigo, Salud.Todos levantamos nuestras copas, las chocamos con la persona más próxima a nuestro lado y brindamos por este acontecimiento que se iba a dar el día de mañana, nuestras bodas por la iglesia, me sentía el hombre más afortunado del mundo, Hanna era mi adoración y muy pronto íbamos a ser padres, un regalo que nos estaba dando la vida, y pensar que yo era el que quería anular nuestro matrimonio.– ¡Salud!Tomé d