Lacie despertó estirándose con un poco de pereza, vio a su esposo dormido relajado, se acercó y besó con suavidad sus labios, él siguió dormido sin inmutarse.Ella sonrió complacida, se levantó, aunque sentía que le dolían partes del cuerpo que ni siquiera sabía que tenía, aunque había tenido intimi
—Sí, la futura esposa de Luke, se pierde y aparece cada diez años, ahora le faltan nueve años y medio para aparecer —dijo sonriendo y Luke rodó los ojos. —¿Te complace burlarte de mí? —Cuando ella vuelva a aparecer tendrías cuarenta y siete años y allí tendrás tu primer descendiente, o sea, serás
Todos regresaron a sus respectivas ciudades, menos ellos y Roberto, porque decidieron quedarse una semana más, a ambos les encantaba la tranquilidad de la isla, la paz que sentían en ese lugar y que los conectaba con su hijo no nacido. Lacie, que había estado abrazada de su esposo, se removió para
—No papá, la señora bonita es de los dos —mencionó con seguridad.—Si, y luego tenemos que compartirla con tres chicos más —manifestó Renaldo y su hijo hizo un puchero no muy contento ante esa perspectiva.Renaldo lo dejó recostarse, luego levantó la almohada y sacó el cofre, Lacie se quedó viéndolo
La pregunta de su esposo la dejó por un momento desconcertada. —Eran de nuestro hijo —dijo ella con aparente tranquilidad. —No, no me refiero a esas, sino a las que me dieron cuando me informaron que habías muerto. El rostro de Lacie se sonrojó, al recordar lo que había ocurrido. Se dejó inundar
—Y de una niña —le aclaró su padre y negó enérgicamente. —¡No papá! Ella no será mi hermana, ya te lo dije, será mi novia. —Pequeño, los hermanos no se enamoran, es prohibido enamorarse de tu hermana —enfatizó Renaldo. —Por eso no será mi hermana… porque así al crecer nos podremos casar —habló sa
Él sacó una caja, la que se dio cuenta de que era del mismo color que le había dado su hijo, se la entregó, y al abrirla reveló un hermoso anillo de compromiso. Sus manos temblaban mientras él se lo colocaba en el dedo medio de su mano izquierda. Lacie no podía creer lo que estaba pasando, ¿Renaldo
—No suegra, solo me estaba recordando una conversación con mi esposo —mencionó con una expresión de angustia. Cuando Camilla la vio demasiado mortificada, soltó una carcajada, haciéndola respirar de alivio. —¡Pues si! Mujer que no hace drama es hombre —dijo sonriente. —Mamá es que queremos estar